El adiestramiento militar y el nacimiento del Tiro Federal Chacabuco

Al finalizar el siglo XIX el mundo vivía momentos convulsionados y en Argentina hasta se hablaba de la posibilidad del inicio de una guerra. Debido a ello, el adiestramiento militar de la ciudadanía y las prácticas de tiro al blanco se extendieron a todos los centros poblados.
En Chacabuco también ocurría eso y hacia 1895 funcionaba aquí un centro de tiro e instrucción militar. Su junta directiva era presidida por Rodolfo Elizalde y Sixto Cadelago. El 24 de febrero quedó formalmente constituido el Centro Nacional de Tiro e Instrucción Militar de Chacabuco, cuya presidencia quedaría en manos del intendente de ese entonces, Antonio Castro. De inmediato se inició una campaña de suscripción y aportes, pero a poco de andar la institución quedó inactiva.
Sin embargo, la necesidad de que hubiera una instrucción en tiro quedó flotando en el aire y en el año 1901 comenzó a planearse la instalación de un polígono. Para ello, fue designada una comisión de propaganda integrada por conspicuos vecinos. Poco después, se dio un paso más institucional y fue constituida una comisión directiva, presidida por don Edelmiro Camogli, que se abocó a la búsqueda de aportes económicos por parte de comerciantes y hacendados.
Finalmente, el 9 de julio de 1902 fue inaugurado el polígono en dos quintas de la actual avenida Miguel Máximo Gil. Para ese entonces ya se había creado el Tiro Federal de Chacabuco, cuya comisión directiva, en una de sus primeras notas dirigidas a la Municipalidad, solicitó el cierre definitivo de la calle que dividía ambas quintas, ya que era inminente el inicio de las prácticas de tiro y el tránsito por la arteria iba a volverse sumamente peligroso.
La concurrencia al Tiro Federal, para aprender o mejorar el manejo de armas, era por esos tiempos una suerte de servicio militar. Por ello, la institución recordaba periódicamente el deber de presentarse a realizar las prácticas. La petición era dirigida especialmente a reservistas y jóvenes de menos de 20 años, bajo la advertencia de que quien no asistiera podría recibir sanciones. Los vecinos que habían integrado la Guardia Nacional, que no eran pocos, también debían concurrir, pero se les hacían menos exigencias.
Más allá de requerir el cumplimiento de esas obligaciones, las actividades de la institución también se centraron en la organización de competencias deportivas de tiro al blanco que solían convocar a participantes de la región. Los certámenes solían formar parte de programas de actos que había en días patrios o conmemoración. El profesor Oscar Melli expone como muestra de eso una confrontación deportiva que se dio entre tiradores de Chacabuco y La Plata en el año 1908, como parte de los actos en homenaje a la inauguración del edificio de la Escuela Nº 1.
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