A 48 años de la primer quema en Córdoba el 2.4.76

No se puede entender una parte, sin entender el todo.Si intentamos analizar por separado lo que fue la quema de libros durante la dictadura militar, podemos quedarnos en el relato de hechos históricos puntuales o transitar a lo sumo por lo meramente estadístico.Desprovistos del contexto general,nos exponemos entonces a una lectura sujeta a distintas interpretaciones y limitamos nuestra capacidad de reflexión de tal suceso.
Por eso, deberíamos comenzar diciendo que la quema de libros, fue un eslabón más dentro de un plan sistemático destinado a
censurar,controlar y eliminar todo vestigio de lo que la dictadura tornó en llamar ' infiltración marxista en las escuelas', expresión
que encendía la alarma entre padres y docentes.Visto así, los libros constituían una amenaza de primer orden por su condición de transmitir ideas e incentivar el uso de la imaginación y la reflexión.
Vinculada a un fanatismo ideológico, la quema de libros actuó como un elemento de censura y silencio en cada biblioteca.
El poeta y novelista francés Víctor Hugo, decía que al mundo no lo conducen las máquinas, sino las ideas.Y ahí llegamos al verdadero eje de la cuestión. En las ideas se encuentra el poder de trascendernos y trascender al tiempo.Nada más ni nada menos.
En el mismo orden de pensamiento, Sarmiento en su exilio obligado a Chile por razones políticas, dejó escrita en la Quebrada del Zonda, con carbón una frase que decía ' On ne tue point les idées' - las ideas no se matan -, la cual no es de su autoría sino del
francés Hipólito H. Fartoul, hecho que nunca negó y al escribirlo en francés así lo reconocía.Recordemos que Sarmiento dominaba
tanto el idioma francés como el inglés.El anecdotario argentino la recogió como propia del gran maestro y hasta alguien se atrevió a darle más contundencia agregándole al principio la palabra bárbaros.....tal como finalmente la recordamos.
Esta frase, que tiene otros antecedentes en distintos términos pero sin perder su esencia a nivel mundial, expresa la supremacía de la razón sobre la fuerza bruta.
El antecedente más próximo que encontramos con relación a la quema de libros en la argentina, se remonta a la Alemania nazi en 1.933 - recordemos que en ese año Hitler en enero se había constituído en el dictador de dicho país - y ocurrió el 10.5.33 con la
quema masiva de 25.000 libros.Los que realizan esta destrucción tienen un nombre propio que los identifica : biblioclastas.
La primer quema de libros en la Argentina, se dió en un colegio de Córdoba y fue muy poco después de comenzada la dictadura, el 2.4.76, con el argumento de que servían como raíz de cualquier ideología ' contraria al ser nacional', y poco días después, en la misma ciudad, fueron secuestrados libros en bibliotecas, escuelas y universidades y quemados el 29.4.76 ' para evitar que se siga engañando a nuestra juventud'. Los autores más conocidos de esa razzia cultural, fueron entre otros muchos, Galeano, Bayer, Perón,Cortázar,Saint-Exupery, Freud y Sartre.
No fue ajena la prohibición de libros tales como Las mil y una noches,El código Da Vinci, Charlie y la Fábrica de Chocolate, Los viajes de Gulliver, El Diario de Ana Frank, Rebelión en la Granja,El Principito y Un elefante Ocupa Mucho Espacio. Muchos de ellos identificados siempre como de lectura infantil, desde la mirada de la dictadura, perseguían ' un fin de adoctrinamiento del accionar subversivo ' y que contenían mensajes subliminales ocultos.
Aunque no podían ser quemadas, ciento de canciones populares fueron prohibidas con el mismo objetivo y el argumento falaz de que contribuían a lavar los cerebros de la juventud.
En la capital Federal fueron quemados 90.000 libros. En Rosario, un total de 80.000.

Y en la Provincia de Buenos Aires, en Sarandí, con fecha 30.8.80, la quema monumental de 1.500.000 libros,quemas que fueron públicas, filmadas y repetidas como forma de difundirlas en la sociedad y que ésta fuera testigo del aniquilamiento de raíz de cualquier ideal contrario al supuesto ' ser nacional '.
Este accionar, supera en una proporción de 60 veces a la quema que realizara la Alemania nazi de Adolfo Hitler antes mencionada. Tal fue la locura y el fanatismo ideológico reinantes, que se llegó a quemar un libro de física, porque en su portada el título decía ' La cuba electrolítica ' ( Por la palabra cuba ).
Equivalente a la quema fue la prohibición absoluta de cualquier material originado en Graciela Cabal, Griselda Gambaro,Manuel Puig, Julio Cortázar y nuestro Haroldo Conti, que prefirió morir en su ' puesto de trinchera '.
Igualmente se identificaron 120 editoriales ' marxistas' en tal apreciación, por publicar textos referidos a la psicología,la lógica, el feminismo,el erotismo, acerca del materialismo histórico y en general la literatura, entre los que se incluye El reino del Revés, de María Elena Walsh.

La revista Para Ti, se sumó a esta cruzada pidiendo públicamente a los padres que controlaran lo que sus hijos leen.
Para evitar la quema, muchos libros fueron escondidos y otros cambiados en sus tapas.
Podemos afirmar, que estuvimos en presencia de un fenomenal aparato de control cultural y comunicacional.
En la actualidad, los libros y su lectura, tal como han sido concebidos,continúan siendo un medio idóneo para dejar volar la imaginación, profundizar la reflexión y como una práctica de didáctico esparcimiento.
El NUNCA MÁS, que habla de horrores aún mucho mayores, es el inicio en el tema que nos ocupa, de un capítulo que definitiva y consecuentemente incentiva la lectura y no su prohibición.-

Un lector apasionado