Sabado . 06 Diciembre . 2025

Escucha en Vivo:

APOCALIPSIS

25/10/2025
APOCALIPSIS

Por Juliana Chacón 

El mundo va a acabarse. Este que conocemos más o menos pronto va a desaparecer. Lo leemos y oímos. Lo dicen las películas, las novelas, los cuadros. Acaso vengan haciéndolo hace tiempo. 

Con un grupo de alumnos leemos un cuento de ciencia ficción en el que una nave de extraterrestres llega a un planeta inerte, la Tierra. El cuento no falla. Despierta la atención, mantiene al lector atrapado hasta el final. Todos tienen algo que decir sobre las bombas nucleares, sobre el futuro incierto de los seres humanos si acaso este planeta es destruido. Ese futuro incierto es el de ellos. Serán sus propias vidas, más que la mía o de la de cualquiera que sea adulto hoy. 

Una alumna levanta la mano y me pregunta qué pienso del Apocalipsis. Porque el Apocalipsis sabemos, dice, va a llegar. Sus fundamentos son bíblicos. Cita el Nuevo Testamento. Los compañeros bufan. No toleran su religiosidad. Pocos creen en algo. Muchos son ateos y escépticos. Respondo, quizás con demasiadas palabras. Es una discusión habitual con mis amigos y en casa. ¿Apretamos o no el botón de extinción de la humanidad? Yo no lo aprieto.

'Lo que la naturaleza destruye tiene siempre un sentido creador. Los peores cataclismos responden a necesidades de la naturaleza misma, aunque estén en pugna con las necesidades del hombre. En la destrucción manejada por el hombre aparecen dos elementos que la naturaleza ignora: la destrucción sin sentido, o sea, destruir por destruir, y la destrucción por el odio. El odio, sentimiento novísimo y específico del hombre, mediante el cual él se opone no sólo a la naturaleza sino a su propia naturaleza', recuerdo haber leído de Prieto.

Retomo la cita de mi alumna. Hablamos del Arca de Noé y de la salvación. ¿Qué es el Apocalipsis?, pregunto. ¿Es el inicio de algo nuevo? ¿El Apocalipsis implica la destrucción de todo? Incluso si el ser humano no se salvara de esta destrucción pero otras formas de vida sí, ¿la llamaríamos Apocalipsis?

Apocalipsis viene del griego antiguo ?ποκ?λυψις (apokálypsis), cuyo significado es 'revelación' o 'descubrimiento', y deriva del verbo kályptein ('ocultar') y del prefijo apo- ('lejos', 'aparte'). Por lo tanto significaría 'quitar el velo' para revelar algo que estaba oculto. Pero llega a nosotros asociada al término bíblico y finalmente a las catástrofes.

Explico esto. Después derivamos en discusiones en las que intento decirles a pibes de doce y trece años que, si bien el mundo está sufriendo las alteraciones que los seres humanos hacemos, no deberíamos pensar que todo pronto, muy pronto, va a terminar. ¿Qué sentido tendría asegurarles a ellos que es inminente la destrucción del planeta y que no tiene ningún asidero que piensen en un futuro mejor ni que deseen nada, tampoco busquen o esperen ninguna cosa porque pronto el mundo va a acabar?

'Destruir un objeto feo, monstruoso, sin sentido o falso, significa destruir una civilización carcomida y antihumana, o destruir una religión sin vitalidad y castradora, o una moral maniatada y angustiante, o prejuicios culturales petrificados. La destrucción pertenece para el artista al orden supremo de la libertad', escribe Prieto. Y yo, claro está, hablo desde el lugar del arte. Estamos leyendo Literatura.

El apocalipsis será, digo y pienso, frente a treinta y cinco pares de ojos, el inicio de algo nuevo. Y ese algo no necesariamente nos incluye a nosotros, los seres humanos. La Tierra existió millones de años sin que la habitáramos. Podría seguir existiendo sin nosotros. De todos modos, digo y pienso, creo que hay cierto entusiasmo propagandístico en remarcar, asegurar a los cuatro vientos, certificar, que pronto vamos a extinguirnos. Pienso y pregunto en voz alta, casi sin saberlo, ¿quiénes se salvarían? Escucho búnkers y cohetes y millonarios. Digo: ¿qué sentido tendría que esté acá, frente a ustedes, dando clases si creyera que la humanidad no va a existir más muy pronto? ¿Qué sentido tendía levantarnos, llegar a la escuela, aprender algo, charlar con otros, escucharnos, pensar juntos, hacer juntos lo que sea, planear el próximo viaje, cualquier cosa, si creyéramos que pronto la humanidad va a extinguirse? Y peor aún si creyéramos que la humanidad no vale la pena.

Digo y afirmo que creo en la humanidad, que sé que podemos hacer cosas hermosas, que podemos soñar, que podemos pensar juntos por qué las bombas nucleares estallarían, que podemos hacerlo, aunque no esté en nuestras manos el botón. Digo: soy humanista. Afirmo que creo en el ser humano y en su sensibilidad. Digo que creo en ellos.

Y suena el timbre del recreo.

feature-top