'Argentino fue el club que más me marcó'

Daniel Fernández, padre de Leo (actual arquero de San Martín) y hermano de Piro (histórico jugador de Porteño), pasó por Ultra Deportiva (Radio Ultra 98.9) y habló de su trayectoria como jugador y entrenador, donde pasó gran parte de su carrera defendiendo la camiseta azul de Argentino. También habló de la actualidad del fútbol de Chacabuco y contó la decisión de Leo, de pasar de ser delantero a ponerse los guantes para defender los tres palos.
¿Cómo comienza tu carrera?
Me inicié en Argentino, era del barrio y tenía la cancha a la vuelta.
A los 15 años Mario Grossi, me hizo debutar en Primera. En ese tiempo era tercera, que hoy es cuarta. Me hizo jugar medio tiempo en la Cancha Municipal y me sacaron en el primer tiempo porque iba a ser suplente de Primera. Ahí empecé a transitar los primeros pasos en Argentino.
¿Cuánto jugás en Argentino hasta irte a otros clubes?
La mayor época la pasé en Argentino. Después a los 24 años pasé, que estaba mi hermano, a Porteño a jugar en un torneo y después cuando se disolvió la Liga Independiente fui a jugar a Unión Sport. Ahí estuve hasta que volví en el 84 a Argentino, que fue mi último año que salimos campeón.
¿Te retiraste joven?
Sí, me retiré a los 26 años por un desgarro. En ese tiempo yo trabajaba con el camión, no podía hacer los reposos que tenía que hacer y decidí no jugar más.
Hoy un chico con 26 años está jugando, tiene todo el fervor, pero yo por el trabajo no podía hacer kinesiología.
Después comenzaste como entrenador…
En el año 92 estaba Juan Papadá y renuncia. No tenían en ese momento a quién poner y me llamaron, me consultaron, les dije que sí. Jugamos la final en la cancha de River contra Sarmiento de Rawson, que perdimos 4-2. Lo llevamos a la final con Rubén Gallo como ayudante y estuvimos a punto de ganarlo porque íbamos ganando, después nos empataron. En ese tiempo Sarmiento era un equipo fuerte.
Luego dirigiste a River
Yo empecé en las inferiores con la clase 89 cuando empezó Leo a jugar en River, que por intermedio del señor Hugo Sasone, que habla con mi hermano y le dice que tenía un sobrino, que quería jugar. Entonces Hugo tenía la clase 88 y lo lleva a practicar con él.
Me dijeron si quería agarrar esa categoría y ahí empecé mi segundo año como técnico.
Nos fue bien. Salimos subcampeón, terceros, fuimos a jugar un torneo a Junín para ir a Mar del Plata y salimos campeones, una experiencia para los chicos hermosa. Nunca me voy a olvidar de todo eso.
Y a través de eso, River se queda sin técnico en Primera. También me ofrecen y agarré. Se jugó el torneo Interliga con Chivilcoy, íbamos puntero invicto, pero se disolvió y después jugamos el torneo local.
Y terminás tu carrera como entrenador en San Martín, donde también agarraste medio así de sorpresa
También, se había ido Adrián (Fernández) y me proponen si quería agarrar San Martín. Se dio la casualidad porque uno de la comisión trabajaba conmigo y me lo ofertó. Y gracias a él, a Lolo Di Pinto, pude dirigir San Martín.
¿Tu club es Argentino?
Sí, siempre lo dije. El primer club fue Argentino y cuando te iniciás de chico en un club siempre tirás para ese, Fue el que más me marcó. Como también River y San Martín, que estuve ahí.
¿Te sentís hincha de Argentino?
Sí, tiro un poco para el Azul, pero como Leo está jugando hoy en San Martín, tiro para donde esté jugando. Como en su momento para River. Pero Argentino fue mi segunda casa.
¿Qué fué en tu vida Argentino?
Al vivir a la vuelta, yo salía del colegio, almorzaba y ya iba a la cancha, cuando la cancha del centro tenía un hilo de alambre nomás.
Iba a las 13:30 y hasta las 18 o 19 de la tarde que mi mamá me llamaba para hacer los deberes. Me la pasaba todo el día ahí, enfrente en el club. Eran todos los días igual. Por eso te digo, yo a primero lo pongo Argentino, después River y San Martín. Bueno, pero se sabe que yo toda la vida me la pasé ahí.
¿Cómo estás viendo el fútbol de Chacabuco?
Bien, en la actualidad están todos parejos. Yo creo que el problema, y lo sigo sosteniendo siempre, es que si vos no entrenás 10 puntos, el equipo que sí lo hace te va a ganar siempre.
Cuando salen les cuesta a todos los clubes, ¿Porqué pasa eso?
Es lo que estamos hablando recién, si no entrenás, te va a pasar donde vayas, te van a ganar, porque ellos toman de otra manera el fútbol.
Viamonte lo toma de otra manera. Yo tengo un pariente jugando ahí, Nachito Dursso, y él me cuenta que es distinto, lo toman con seriedad.
Acá también hay equipos que lo toman con seriedad. Pero son los equipos contados. Te van a entrenar y cinco o seis no pueden. O te van cinco a la mañana y seis a la tarde. ¿Cómo se hace para consolidar un equipo así? No se puede.
No es por jugadores. Afuera es donde se gana un pesito más, porque acá pagan, hablando en criollo, con chaucha y palito.
Contanos esa locura de Leo, porque vos eras técnico de él, lo tenías como delantero y andaba bien, pero decidió ser arquero..
Jugamos un torneo de Baby Fútbol, salimos campeón y salió goleador. Tenía una patada que si iba al arco era gol. Un día me dijo en mi casa, Papi, yo quiero ser arquero. Digo, Leo, vos sabés lo que estás diciendo, el puesto de arquero es lo más ingrato que hay, atajás 5 o 6 pelotas, te aplauden, te hacen un gol tonto y perdieron por tu culpa, aparte yo tengo arquero. Y no, no importa, yo soy suplente, me dijo. Cuando tenga la oportunidad yo se la voy a dar. Pero, ya sabía que tenía dos arqueros.
En ese tiempo estaba el chico de Temoche y el del Lavagnino, que después abandonó y Temoche se quebró la muñeca y teníamos que ir a jugar un torneo a Bragado en la época esa que venía Percudani a jugar a River, contra la escuelita de él un partido. Entonces lo tuve que poner a Leo, y lo que atajó ese día. Vino Percudani y me dijo, pero qué arquero. No, digo, si no es arquero. Pero cómo no es arquero, me decía. No, es mi hijo, lo tuve que poner porque quería atajar. Ponelo porque tiene todas las condiciones, me dijo. Ahí empezó y no salió más.
También fuimos a jugar un mundialito en Junín, al Club Independiente, que lo ganamos y era una locura cómo atajaba. En la final se atajó cuatro penales.
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