'El arbitraje fue una de las mejores cosas de mi vida'

Rubén Bárcena, pasó por Ultra Deportiva (Radio Ultra 98.9) programa conducido por Adrián Dadamia y Juan Pablo García, donde habló de su gran trayectoria como árbitro siendo considerado como uno de los mejores referís de Chacabuco y la zona. Además, se refirió al nivel actual del árbitraje, del cual cuestiona el no tener colegiados locales, 'El club no puede gastar tanta plata para traer a árbitros de afuera para dirigir a los chicos', manifestó
¿Se nace o se aprende a ser buen árbitro?
Se aprende. Yo no nací para ser buen árbitro. Yo era jugador de fútbol, dejé de jugar cuando tenía 23 años y me inicié como árbitro, así de aficionado. Después fui aprendiendo, estudiando y fui a hacer el curso a AFA.
Cuando te veían dirigir eras alguien con mucha personalidad y cuando cualquiera hablaba, discutía o era enérgico, enseguida sacabas la tarjeta. ¿Esa personalidad la llevabas como jugador también?
Claro, eso nace. Después para ser árbitro tenés que saber reglamentos y tener personalidad. Yo la tenía, yo era así. Y también tenés que tener un poco de estado atlético.
¿Te gustó más la profesión de árbitro que la de futbolista?
Sí, mi trayectoria fue mucho mejor como árbitro que de futbolista. Futbolísticamente jugué cinco años en primera. Daniel Passarella era suplente mío, es que Daniel tenía 15 años y yo 19. Cuando salimos campeones en Argentino era suplente.
A los 23 años dejé de jugar, porque el técnico de Argentino, Mario Grossi, le dijo a Daniel que tenía que jugar de 6 y yo era el titular, jugué toda la vida en ese puesto. Me tenía en cuenta pero me quería poner de 3 y yo no era zurdo. Entonces hablé con Guito Bressano, que era técnico de San Martín y me fuí a jugar ahí medio año del '73. Porque había dos campeonatos. Fue en el que perdimos la final con River 2 a 1. Y en agosto dejé de jugar.
¿Después te tentaron como árbitro?
Un amigo mío, Cobrachi, vecino y amigo, me dijo, Flaco, ¿por qué no venís de referí? Y después Heraldo Dadamia también. Entonces arranqué de improvisado como línea en la inferiores en el '73. Al año siguiente empecé de quinta y sexta. Y ese año se estaba jugando la final de sexta en la cancha municipal. Entonces, cuando estaba por terminar el partido, vino el doctor Ortega, que era presidente de la Liga, a buscarme porque faltaba un línea para jugar en primera. Fuí y le hice de línea a Abel Gnecco, que fue árbitro internacional. Lo habían traído de AFA para dirigir la final. Ahí ya me empezó a gustar, y arranqué más firme. Empecé a dirigir a la segunda y en el '75 en primera.
¿Cómo estás viendo el nivel actual del arbitraje?
Muy flojo. Fui tres veces a la cancha, las tres veces tuve que entrar al vestuario a hablar con los árbitros por las fallas que tuvieron. También depende de la liga, porque no tiene colegio ni escuela de árbitro. Antes había. El colegio designaba los árbitros y la escuela los instruía.
Es una vergüenza que en Chacabuco tengan que traer árbitro para dirigir a nenes de 10 años, cuando en la época nuestra había 23 árbitros.
Les quiero decir al presidente de la Liga y a los dirigentes que traten de formar árbitros para que dirijan, por lo menos a las inferiores. El club no puede gastar tanta plata para traer a árbitros de afuera para dirigir a los chicos.
¿Qué pasa que no hay árbitro en Chacabuco? ¿Falta motivación?
Por supuesto que falta motivación. Desde la Liga no se hace ninguna motivación. Que abran un curso y que los dirigentes, los presidentes de la Liga traten de moverse y de buscar gente joven para aprender. De última traen un instructor, si no es de Buenos Aires, traen a uno de la zona.
¿Por qué no llegaste a dirigir en AFA?
No dirigí en AFA porque en el año 79 y 80 yo hice el curso en AFA. Y desde el ojo izquierdo veo siete y tengo que ver nueve. No me dieron el título, pero sí un certificado como que fuí. Podría dirigir en cualquier otro lado, pero en AFA no porque tenía que ver 9/9.
¿Cuál fue el primer partido que dirigís en primera?
Fue entre 9 de Julio ante San Lorenzo de Rawson en la cancha municipal.
¿Y había nervios?
Sí y ahí fue el primer trompazo que me pegaron por aplicar una ley de ventaja dentro del área. Francisco Di Paolo, el arquero de 9 de Julio, le hizo penal a Ostraín y entraba solo el número 11 con el arco solo y erró el gol. Yo no cobré el penal, entonces ahí vino uno y me pegó. Lo expulsé y seguí con el partido
De ahí no paraste más…
No, no paré más. Dirigí a la Selección Argentina cuando vino en el '77 que trajo Daniel Passarella. Vinieron a jugar todos.
En el 79' también trajo a la primera de River. Ahí vino Labruna.
Tuviste muchos compañeros como árbitro cuando arrancaste. ¿Quién fue el que más te ayudó, Rubén?
En total había 23 árbitros en su momento y el que más me ayudó fue Heraldo Dadamia. Él me llevaba por todos lados, yo iba de línea.
El haber jugado al fútbol y después como árbitro, sabés más del juego que cualquier otro, ¿no?
Por supuesto, cuando jugas al fútbol sabés lo que es una plancha, lo que es un codazo, lo que es la mala intención. Si vas a estudiar y no jugaste al fútbol se pone difícil que sepas todo.
¿Por qué te ganaste ser el mejor árbitro? ¿Cómo se gana uno eso? ¿En la personalidad?
En las ganas que le pone uno al arbitraje, sobrevivía del arbitraje. Le metía muchas ganas, no solamente me gustaba, me daba un buen beneficio en esa época porque dirigía por muchos lados.
Ademas, tenés que juntar 3 cosas, personalidad, reglamento y estado físico esas 3 cosas tienen que estar.
¿Qué fue la profesión de árbitro para vos, Rubén?
Es lo mejor de mi vida, una de las mejores cosas de mi vida, lo que más quiero
¿Cómo fue el retiro? ¿Te costó?
El retiro fue porque yo ya era grande, tenía 53 años. 30 años estuve, desde los 23 hasta los 53. Tenía mucho trabajo de albañil, trabajaba el sábado a la mañana y tenía que ir a dirigir a las 2 de la tarde, entonces ya después el físico y la edad cuesta. Entonces dije no dirijo más.
Ya después seguí dirigiendo comerciales, mi último partido fue el 22 de junio en La Martija en Chivilcoy.
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