'El movimiento obrero va a seguir defendiendo el trabajo y la producción'

Así lo expresó el dirigente peronista Julián Domínguez, quien se desempeña como asesor del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor(SMATA), una de las organizaciones sindicales que está sufriendo la caída de la actividad industrial. Como consecuencia de las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei, en los primeros dos meses del año, la producción de autos se desplomó un 18,2% y los gigantes del sector miran otros horizontes con intenciones de mudarse.

La industria automotriz argentina es un sector que representa el 8% del PBI industrial, cuenta con 12 empresas terminales (Volkswagen, Toyota, General Motors, Fiat, Ford, PSA Peugeot, Mercedes Benz, Honda, Renault, Nissan, Iveco y Scania) y alrededor de 200 empresas autopartistas. En su conjunto, concentra en el país cerca de 150 mil trabajadores. Todas las terminales son extranjeras y están localizadas principalmente en la zona norte del GBA, Córdoba y Santa Fé. Dentro de las autopartistas que proveen a las terminales, existen multinacionales (método global sourcing) y otras nacionales de menor escala. Alrededor de estas industrias se encuentran distintos eslabones que proveen materiales necesarios y servicios, que completan la cadena automotriz autopartista.

'El problema es que cuando se achica la economía se achica la producción y se reduce el empleo', sintetiza Domínguez, y amplía: 'hoy los gremios relacionados con la actividad industrial en la Argentina están viendo cómo se cae la producción y sus consecuencias: hay despidos y hay suspensiones. Y esto pasa sobre todo en la pequeña y en la mediana empresa y el problema es que cuando este sector se cae, después no se vuelve a levantar fácilmente. Es muy difícil para la pequeña y la mediana empresa volver a levantarse; las grandes empresas todavía tienen espalda para reconvertir un programa de producción'.

Para el dirigente, una de las claves está en 'el aumento de los costos en dólares', asimismo, destaca que 'el Impuesto País sobre las importaciones de los bienes de consumo y de capital está produciendo un impacto muy alto y esto lo sienten las organizaciones sindicales porque básicamente está afectando el empleo. Las consultas por despidos en la secretaría de trabajo se han incrementado en un cincuenta por ciento y todo indica que vamos asistir a un serio problema de suspensiones y de despidos'.

Los datos sectoriales relevados por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) para los meses de enero y febrero de este año, mostraron los siguientes resultados: la producción total de vehículos fue de 60.134 unidades, se trata de una caída del 18,2 % respecto a igual periodo de 2023. En términos absolutos, en el primer bimestre del año se produjeron 13.336 unidades menos que en 2023. Las ventas mayoristas a las concesionarias en el acumulado del bimestre enero-febrero fue de 49.176 unidades, un desplome del 5,9 % respecto a los últimos 12 meses. 

Consultado sobre cuál es el rol que, en este contexto, deben asumir las organizaciones que defienden a los trabajadores Domínguez asegura: 'el movimiento obrero va a seguir defendiendo el trabajo. Las decisiones orgánicas las irá tomando la Confederación General del Trabajo pero está claro que el movimiento obrero en noventa días ha planteado una movilización a la Corte Suprema de Justicia para parar el DNU del Gobierno Nacional y un paro nacional. Obviamente que el planteo será consistente con el reclamo que realizan las propias bases, pero por supuesto que el movimiento obrero tiene previsto un plan de lucha para la defensa del trabajo y de la producción'.