'El radicalismo de la provincia de Buenos Aires está acéfalo'

Luego de que la Justicia Electoral ordenara que se vuelvan a realizar las elecciones internas para la renovación de autoridades partidarias del radicalismo en la provincia de Buenos Aires en tres mesas de Ezeiza, Quilmes y La Matanza, se aceleró el proceso de ruptura y el partido 'está acéfalo'. Para el histórico dirigente radical Federico Storani, se trata de 'un fallo reparador que abre una fuerte expectativa', aunque 'esto le complica el accionar a quien hoy lidera, que es Maximiliano Abad, que está clarísimo que quiere reflotar Cambiemos para usarlo como trampolín y terminar en las brazos de la Libertad Avanza'. Entrevistado por Cuatro Palabras se refiere además a la brutal represión suscitada frente al Congreso de la Nación, en la marcha para defender a los jubilados. 'Claramente se está abandonando el Estado de Derecho para que haya un estado de excepción cuasi policial, como hemos visto, ante la claudicación cómplice de muchísimos', dice. 

Por Martina Dentella 

-Luego de que la Justicia ordenara que se vuelvan a realizar las elecciones en tres mesas de Ezeiza, Quilmes y La Matanza, ¿cómo fue recibido el fallo?

-El fallo de la Cámara Electoral es un fallo muy favorable para la lista que nosotros integramos, en mi caso como delegado del Comité Nacional del Partido, que se denominó Futuro Radical, con la conjunción de sectores que lidera Juan Manuel Cacela, de la Línea Evolución, de los sectores que están bajo el liderazgo de Facundo Manes, y por supuesto la Corriente de Opinión Nacional. Recordemos que en primera instancia el juez Ramos Padilla había otorgado el triunfo a la lista oficialista encabezada por Abad y por Miguel Fernández, pero ahora ha sido corregido con un dictamen previo del fiscal que enmendaba, y muy fuerte, los errores cometidos en primera instancia. Lo interesante de ese fallo es que habla de que puede modificar, por las irregularidades que se han cometido, la voluntad de los afiliados a la Unión Cívica Radical en la elección de sus autoridades. Para nosotros es un fallo reparador que abre una fuerte expectativa y tienen que establecerse las fechas para realizar las elecciones complementarias.

-¿El fallo complica la situación de la interna partidaria?

-Claramente esto complica la situación partidaria porque hoy el radicalismo de la provincia de Buenos Aires está acéfalo. No exagero, no tiene una institucionalidad reconocida. Hay una prórroga de hechos, de mandatos, que ya no son válidos, y esto le complica muchísimo el accionar a quien lidera, que es Maximiliano Abad, que está clarísimo que quiere reflotar Cambiemos para usarlo como trampolín y terminar en las brazos de la Libertad Avanza, en una política de sometimiento, como es público y notorio, y quedó muy claramente expresado en estos últimos días con el enfrentamiento abierto que ha tenido con Martín Lousteau, que tiene una posición mucho más digna de defender, lo que el radicalismo ha defendido toda la vida. Es decir, la constitución nacional. Incluso con un ejemplo que el propio Lousteau señaló: si se habla de Yrigoyen permanentemente en los actos radicales, Yrigoyen planteaba que su programa era la Constitución. Y el papel penoso, claudicante, de sometimiento de Abad y compañía, de no querer dar quórum, cuando justamente se trataban temas que afectaban la constitucionalidad de algunos instrumentos.

-¿Cómo imaginás el mapa electoral del radicalismo si el partido se rompe?

-Está quedando muy claro de que el partido está dividido, de hecho, entre quienes reivindicamos un radicalismo histórico, su identidad con sensibilidad social, y un partido que está para someterse y claudicar a cambio de algunas pequeñas prebendas y pequeños cargos. El radicalismo desde el punto de vista electoral se tiene que inclinar a su identidad histórica, reivindicar la soberanía, el patrimonio nacional, la sensibilidad social. No nos olvidemos que la definición del propio Leandro Alem es que el radicalismo es la causa de los desposeídos.Nosotros estamos con los sectores de origen popular, y hoy están más sufriendo el ajuste de este gobierno, que es brutal, sumado a la represión que lleva adelante, lo pagan los sectores de ingresos fijos, en particular los asalariados, y muy principalmente los jubilados. Acá no lo paga ninguna casta. Y por otro lado, en la ley bases se suprimió en la práctica el impuesto a los bienes personales, lo que ha producido todavía un proceso de mayor desigualdad.

En lo economico, ¿es la vuelta a la dictadura y a Cavallo?

Claramente, es un esquema que no tiene nada de nuevo, que ya se practicó con Martínez de Hoz y la dictadura militar, se practicó también con Menem-Cavallo, se practicó en el gobierno de Macri, y en todas las ocasiones falló. La única diferencia ahora es que lo hacen de manera brutal y de shock, y claramente se está abandonando el Estado de Derecho para que haya un estado de excepción cuasi policial, como hemos visto, ante la claudicación cómplice de muchísimos, lamentablemente, de todos los partidos políticos, del peronismo, del radicalismo también. Y tenemos que entonces juntarnos por nuestras afinidades sin prejuicios. 

-Seguís de cerca todo lo que sucedió el último miércoles en la manifestación para defender a los jubilados, algunos comparan esas imágenes con la dictadura, o con la crisis del 2001, ¿creés que puede seguir escalando la violencia?

-Por supuesto que condeno la brutal represión por parte del gobierno, lo hemos hecho público con el Foro para la Democracia que integramos de manera plural y exigimos la renuncia de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, como principal responsable. Es muy fuerte su falta de sensibilidad ante una persona que está a punto de perder la vida, un fotógrafo que estaba simplemente haciendo su trabajo, no era ningún patotero, ningún violento, y le fue apuntado directamente a la cabeza con una granada de gas, que en este momento lo tiene entre la vida y la muerte.Si no nos sensibilizamos ante estas situaciones, no sé cuál nos van a producir alguna posibilidad de conmovernos.