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'Estamos en el ojo de una tormenta que no sabemos cuándo va a terminar'

09/01/2024
'Estamos en el ojo de una tormenta que no sabemos cuándo va a terminar'

Recientemente, la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), entidad que representa a todas las agencias de viajes argentinas presentó un amparo mediante el cual solicita que la Justicia declare la inconstitucionalidad del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 en el punto en el cual pretende derogar el régimen general de los agentes de viajes (Ley 18.829). Sobre este tema y acerca de la situación por la que atraviesa el sector, dialogamos con José Luis Mattiucci, un empresario de Chacabuco que desde hace 27 años se dedica al rubro.

 

"Es fundamental resaltar que la derogación del régimen de agentes de viajes impacta directamente sobre los derechos adquiridos por las empresas de viajes y turismo que, cumpliendo con esta ley, brindan seguridad a los pasajeros y estabilidad al sector. La desaparición de esta norma, tal y como plantea el DNU, promovería una competencia absolutamente desleal con personas que no son profesionales de la actividad turística y que no tendrán ningún control para cumplir correctamente con su labor ni brindar ningún tipo de garantía a los pasajeros", afirmó Andrés Deyá, presidente de FAEVYT.

Al respecto, José Luis Mattiucci, titular de Cani Viajes, asegura que con la desregulación 'cualquiera con un CUIT va a poder vender viajes, cosa que nunca se prohibió, sino que lo único que pretendemos es que la gente que se inicie en la actividad tenga las cosas en condiciones como las tenemos nosotros'. En este sentido, Mattiucci explica que la normativa anulada por el DNU era clara y -a modo de ejemplo- comenta que se exigía cada año la presentación en tiempo y forma del seguro de caución correspondiente. 'Eso funcionaba como un respaldo para el usuario. Si no cumplíamos con eso, la pena que nos podía corresponder era la baja del legajo, o sea, perder la habilitación para poder operar', expresa, y añade: 'resulta que ahora, con el DNU quedó todo desregulado, no sabemos si hay que pagar o no la caución'. En ese punto, el empresario destaca que las dependencias estatales en las que deben tramitar prácticamente no están funcionando. 'Llamás por teléfono y nadie te dice nada; no saben qué va a pasar', asegura.

En ese limbo también está funcionando la hotelería y los alojamientos turísticos en general, ya que el DNU en cuestión también fija criterios para el funcionamiento de ese sector, desde donde señalan que, por estas horas,"se encuentra operando sin precisiones ni detalles de cómo se tiene que seguir". Por su lado, la FAEVYT no oculta su malestar por lo que considera el desconocimiento de Milei "al referirse a la actividad como monopólica, cuando se trata, muy por el contrario, de uno de los sectores más diversos y descentralizados del turismo". Aquí Mattiucci pone números que dan dimensión a la actividad: 'En el país hay más de cinco mil agencias habilitadas que le dan trabajo a cientos de miles de empleados. La mayoría -el ochenta por ciento- son Pyme y MiPyme, entre las que nos incluimos', describe y se pregunta: '¿Dónde está el monopolio?' 'La verdad, no sé quién asesora al presidente en este tema', dice.

La segunda pandemia

'No quiero ser drástico, pero nosotros sufrimos una pandemia que nos llevó muchas vidas, muchos seres queridos, fue un desastre. Ahora, esto que está pasando, para mi actividad, que llevo desde hace veintisiete años, es como una segunda pandemia que nos afecta en forma directa'. Y agrega: 'Es obvio que la gente antes que comprar un viaje va a priorizar comprar la comida. El viaje va a ser un lujo cada vez más lejano'.

Consultado sobre cómo está la temporada de verano actual, Mattiucci afirma que 'la actividad está muy golpeada; la gente está con mucha incertidumbre y tiene mucho miedo porque las medidas asustan'. De todas formas, el empresario asegura que desde el viernes y sábado pasado 'la gente empezó a preguntar con un poco más de entusiasmo'. Actualmente, el costo de un paquete de tres o cuatro noches, con desayuno, en Mar del Plata oscila entre los 88 mil y 110 mil pesos.

Otro problema que enfrentan las empresas de viajes y turismo es el alza de los insumos relativos al funcionamiento y mantenimiento de las unidades de transporte. 'Los vehículos que se utilizan en este rubro son todos importados, con lo cual, luego de la devaluación los insumos aumentaron todos más de un cien por ciento', dice el empresario y ejemplifica: 'un service para un vehículo, que se hace cada veinte mil kilómetros, que consiste en cambio de aceites, filtros y regulación de frenos, hoy tiene un costo de quinientos mil pesos. Si hay que cambiar cubiertas, hay que hablar de entre setecientos y un millón de pesos'. El problema es que todos esos costos no se pueden trasladar al costo del pasaje, porque -afirma Mattiucci-, 'se duplicaría el valor de un traslado a la Costa Atlántica'. La diferencia que absorbe el empresario va en detrimento de rubros como la amortización para recambio de vehículos.

Finalmente, el entrevistado resume la situación de su actividad con la frase que le da título a esta nota.


 

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