'Estoy de acuerdo con la sanción para quienes han cambiado su voto'

Lisandro Herrera, está próximo a finalizar su mandato como presidente de la Unión Cívica Radical de Chacabuco. Desde ese lugar analiza la actual situación partidaria en medio de una fuerte crisis interna derivada de la conducta de un grupo de legisladores de la UCR que cambiaron su voto dando la espalda al proyecto de movilidad jubilatoria que ellos mismos habían presentado. 'Espero que las autoridades avancen con las sanciones que correspondan para que estas medidas correctivas puedan ordenar al partido', asegura Herrera. Con respeto a la interna del radicalismo provincial define su postura, se encolumna detrás de Facundo Manes y acompaña la candidatura de Pablo Dominichini.

 

¿Cual es tu opinión del contexto que hoy vive el radicalismo Nacional y a partir de ahí bajamos a la Provincia de Buenos Aires? 

 

En principio como dirigente del radicalismo del interior del país, de un lugar, de un sitio de esta querida Argentina, lamento que seamos noticia o tapa de diario con algunas cuestiones que no deberían ocurrir y creo que sigue siendo esta falta de liderazgo que el partido tiene para ordenar un poco sus ideas. No puedo entender que el radicalismo siga debatiendo donde tiene que estar parado. Estoy de acuerdo con la iniciativa de la Convención Nacional que de alguna forma pone límites y empieza a ordenar un poco al partido con este tipo de medidas correctivas, acciones que no están dentro del pensamiento de la Unión Cívica Radical, nosotros podremos tener pluralidad de voces sabemos que el ámbito democratico, de debate y todo ese tipo de cosas engrandece la genética o es la genética de la UCR, pero otra cosa es que haya cuestiones motivadas por lo personal, decisiones que no son avaladas por el propio partido, como estas decisiones que tomaron estos legisladores respecto a cambiar su voto en un tema tan sensible como el de los jubilados. De manera tal que la posible sanción puede ser discutida o no, pero está dentro de los parámetros que establece la carta orgánica y las atribuciones de la convención , luego resolverá el partido, insisto, en que va a terminar esto. Pero no me parece una mala acción, porque hay que ordenar el criterio de los límites de nuestros dirigentes.

 

Lo mas llamativo es que la nueva fórmula jubilatoria fue una iniciativa del propio radicalismo y estos diputados primero votaron a favor y después en contra. Pareciera que al radicalismo le cuesta defender intereses de sectores postergados como los jubilados, porque ahí estaba la cuestión de fondo.

 

Cuando abrazo la idea de participar en política, de mi sentimiento por la UCR,  lo que me atrae es su historia, sus valores, y no queres acompañar este tipo de conductas. Está claro que muchas veces el partido no fue coherente con un montón de decisiones, pero hay situaciones y situaciones, momentos para discutirla o cuando sos parte de un frente, por ahí se puede dificultar un poco más. Pero concretamente con este tema, no se le pueda dar la espalda a los mas vulnerables cuando uno mismo trabajó y acompañó el voto de la movilidad jubilatoria y de repente en una contradicción absurda y sin fundamentos, poner en jaque al partido o a sus lineamientos, me parece que no amerita una discusión, claramente hay una falta de sentido de identidad con nuestra historia.  

 

Cuando ve este tipo de actitudes, la pregunta es cuanto mas  puede seguir implosionando ya no la UCR, sino la política

 

Muchísimo, no quedan dudas que la iniciativa de nuestra Convención hay que profundizarla y llevarla hasta dejar en claro cuál es el límite y aplicar la sanción que corresponda. Hemos visto en los últimos años situaciones realmente obscenas, que se burlan prácticamente de la sociedad y los que realmente queremos otra realidad política nos vemos afectados en eso. Es muchísimo el efecto que ocasiona y que lamentablemente es utilizado como argumento, para que hoy un gobierno con un ningún tipo de historia y ni un trabajo previo,tome decisiones en nuestro país y siga profundizando esa desvinculación entre la comunidad y la política. Es realmente lamentable y cada vez se hace más difícil poder volver a coincidir con la comunidad, es muy difícil que el ciudadano siga creyendo en la política cuando hay un presidente para quien todo lo que tenga que ver con la política tradicional es mala palabra. 

 

Hoy los matices son importantes y por lo tanto no es lo mismo votar por la continuidad de la conducción de Maximiliano Abad o la alternancia que sería el caso de Pablo Domenichini. ¿Cuál es tu mirada al respecto?

 

Claramente estoy apoyando la lista que integra la gente de Facundo Manes, estoy perteneciendo y militando actualmente con una mirada de encontrar ese camino alternativo de que el radicalismo lidere desde la propuesta del centro progresista hacia adelante, que pueda mirar el 2025 y 2027 como una verdadera alternativa sin escondernos o tener el temor este que muchas veces escuchas en algunos radicales, 'son funcionales del kirchnerismo', cuando es totalmente lo contrario. Lo que nosotros queremos es encabezar una alternativa donde puedan confluir todas las fuerzas que quieran poner al progresismo nuevamente en escena y entender que el radicalismo tiene que ser la locomotora de esa propuesta. Manes integra ese frente partidario donde también está evolución radical donde propusieron a Pablo Dominichini, como candidato para presidir el Comité Provincia y nosotros en Chacabuco, con la boleta de unidad que encabeza Mariano Alaman acompañamos a Dominichini.

 

Maximiliano Abad viene de la experiencia en sociedad con el PRO y detrás de lo que fue la figura de Daniel Salvador, y hoy es parte del radicalismo hiperdialoguista.

 

El sector liderado por  Maximiliano Abad, tuvo su oportunidad, en aquel momento con la presidencia de la UCR provincial, con un apoyo total del radicalismo y demás. Sin duda el radicalismo ha cometido errores, sobre todo el del último tiempo cuando tuvo que definir qué tipo de rol iba a tener en las elecciones 2023 y lamentablemente no fue muy bueno el papel del partido a nivel provincial. Por otro lado esa cuestión que tiene que ver con la simpatía permanente al gobierno, la gran postura donde los radicales nos rasgamos las vestiduras que somos el partido de la garantía de la institucionalidad y de la gobernabilidad, eso no exime el poder de plantarse con las cuestiones que marcan nuestra propia historia, ahí no somos capaces de explicar a los radicales de nuestro electorado cuál es nuestra posición real y jugarnos por eso, luchar y trabajar  por eso, eso es lo que le esta haciendo falta a nuestro partido, alguien que tenga ganas de encabezar un tiempo donde no importa si ganamos elecciones o no y de ir adelante con propuestas claras y contundentes hacia a la sociedad porque realmente sabemos que es así.