'Hay que empezar a pensar en Chacabuco desde una perspectiva filosófica'

Entrevista a Juan Ignacio Millán.

Para qué sirve la filosofía, qué vínculo tiene con la ciudad, quiénes son sus referentes locales, cuánto puede desarrollarse, dónde se encuentra su belleza y cómo se define la libertad desde la filosofía política en tiempos de motosierras. Sobre estas cuestiones responde el docente en Filosofía Juan Ignacio Millán en diálogo con "Chacabuco Bisemanario". 'Tomo de Marx, por ejemplo, que la libertad tiene que basarse en la libertad de los oprimidos, porque si vos tenés la libertad que se pregona hoy que es para los grupos concentrados económicos, mientras que de los sectores populares es la libertad de morirse de hambre, no poder atenderse en los hospitales, no poder acceder a un estudio, esa libertad no me interesa', asegura. 

(*) Por Francisco Ricca Bryson 

¿Para qué sirve la filosofía?

A lo largo de la historia se buscó una filosofía para teorizar ciertas cuestiones acerca del mundo, de cómo funcionan las cosas, pero lo que hay que buscar es una filosofía esencialmente práctica. ¿Qué quiero decir con eso? Para la vida, para que nos ayude a estar mejor con nuestro entorno, con el otro. En ese sentido, tratar de encontrar la felicidad, que no es fácil, pero sí estar mejor con el mundo que nos rodea. Yo creo que para eso sirve, además de todo lo que nos puede decir para reflexionar, para pensar. Se ha entendido a la filosofía como algo abstracto, y lo abstracto está bien, pero hay que empezar a materializarlo. Si no, queda en una mera reflexión para uno mismo, para un grupo selecto o pequeño. Necesitamos una filosofía para la vida.

A mí me da la sensación de que cuando uno dice 'filosofía', lo primero que se te viene a la cabeza –si no estás metido– es la metafísica, lo abstracto.

También mucha gente piensa que la filosofía es algo para unos pocos. Sí, hay unos cuantos grandes iluminados a lo largo de la historia que han tenido el 'título' de filósofos, pero filosofía hacemos todos en algún momento; nos preguntamos, pensamos, dudamos. Eso es hacer filosofía también. Además, siempre es bueno generar tensión frente a lo que a uno le dicen, ¿por qué no puede ser de otra manera? Tal vez sí es de otra manera y siempre me han dicho que las cosas eran así, ¿y por qué no pueden ser de otra? Y seguramente que son de otra, nada más que siempre atrás de las verdades hay intereses.

Para alejarnos y contrastar la pregunta utilitarista "¿Para qué sirve la filosofía?" y, a su vez, acercarnos más a la subjetividad de Juan Millán. Alguna vez he escuchado a unos divulgadores de filosofía conversar con un académico, un doctor en filosofía; plantearon la cuestión de si la filosofía podría tratarse como una categoría literaria más, a lo que él respondió que no, porque los temas sociales que toca la filosofía no deben abordarse totalmente desde esa perspectiva; la filosofía es un punto medio entre la poesía y la ciencia. Ahora sí, la pregunta: ¿en dónde encontrás la belleza en la filosofía?

Primero voy a tratar lo de la literatura: pensar que, por ejemplo, Borges –un grande a pesar de sus cuestiones políticas con las que yo no estaba de acuerdo– fue un gran escritor que te dejaba pensando y sus textos eran muy filosóficos, aunque él decía 'yo no hago filosofía, hago literatura'.
¿Dónde encuentro la belleza en la filosofía? Las formas, la escritura es bella. Los pensamientos o las reflexiones a las que nos llevan son bellos. Es parte de una estética del pensamiento. Yo creo que es bella en sí misma; algo que te hace pensar, reflexionar o te hace cuestionar tus valores, porque la filosofía también te hace cuestionarte, a pensarte como ser humano, a pensarte con el otro, con el medio, con la naturaleza. Eso es bello. ¿Qué cosa más bella hay que algo que te haga pensar? Hay gente que le escapa a eso, entonces no encontraría nada bello en algo que lo haga cuestionarse. Para mí sí; lo más bello que hay en la vida es poder cuestionarse. 

Me quedaría con esa frase: 'la filosofía es bella porque te hace cuestionarte a vos, al otro, a este mundo, a la relación que tenemos con la naturaleza'. Estoy en medio de esa faceta de pensar el rol del ser humano con lo natural, ese rol autodestructivo que tenemos como ser humano, también hay que pensarlo desde la filosofía porque hay todo un trasfondo filosófico en eso. Ahora hay una filosofía de la libertad, la libertad del mercado. Frente a esa filosofía de explotar la naturaleza, contaminarla más, está bien, porque es algo que le generaría rentabilidad al mercado. Trato de cuestionarlo en ese sentido. 

Con la popularidad del liberalismo en Argentina de la mano de Javier Milei, que mantiene posturas conservadoras en algunos aspectos sociales, necesitamos aclarar el concepto de libertad. ¿Cómo se define la libertad desde la filosofía política?

Son liberales en lo económico y conservadores en lo social, por las declaraciones que ha hecho el presidente; todo a favor del libre mercado y después son muy conservadores. Por ejemplo, no están de acuerdo con la interrupción voluntaria del embarazo, con la autorregulación del consumo del cannabis medicinal y en otras cuestiones más.
Hay muchísimas definiciones de libertad desde la filosofía política, pero yo tomaría una de Marx: la libertad tiene que basarse en la libertad de los oprimidos, porque si vos tenés la libertad que se pregona hoy que es para los grupos concentrados económicos, mientras que de los sectores populares es la libertad de morirse de hambre, no poder atenderse en los hospitales, no poder acceder a un estudio, esa libertad no me interesa. A mí me interesa una libertad que ponga en plano los sectores más populares, los más postergados de la sociedad. Que la justicia sea igual para todos. La libertad está relacionada con el concepto de justicia, porque si la libertad no es justa, estamos en un problema. Si nos ponemos a pensar, no hay una libertad justa. Para esos sectores concentrados la libertad es que el otro no pueda acceder al mercado laboral, que tenga que trabajar en negro, que lo exploten 16 o 18 horas, que lo hagan trabajar sábado y domingo; esa es la libertad que promulgan. Este mundo no es justo, sabemos que no lo es. La libertad, si no es justa, no tiene sentido. 

¿Cuál es el vínculo de Chacabuco con la filosofía? ¿Cuenta con referentes?

No encuentro referentes en Chacabuco, sí algunos colegas que son muy interesantes, que piensan o que divulgan la filosofía, pero no hay algo organizado. Nos faltaría escribir.  Creo que esto es un paso, lo que estás haciendo vos. Es un terreno que hay que sembrarlo y es muy fértil porque hay colegas y personas muy interesantes que pueden aportar. Tal vez no hubo estos espacios, estas áreas de secciones culturales. Falta empezar a pensar en Chacabuco desde una perspectiva filosófica en el sentido práctico para mejorar algunas cuestiones de convivencia dentro de la sociedad. Para eso hay que juntarnos, presentar ciertas ideas. Hay muchas cosas que se han escrito hace 2.500 años atrás, pero que tienen un valor actual impresionante, salvando las distancias de las sociedades antiguas a las modernas, hay cosas que podemos empezar a darles una reversión y el aporte propio de cada uno. 

¿Podrías nombrar a los interlocutores que mencionás?

Sí. El Chata García es un tipo interesante, siempre lo escucho, tiene una perspectiva filosófica. Beto Toledo, colega, también muy interesante, que escribe muy bien y que podría aportar desde su pensamiento a cuestiones como las que venimos hablando. Después, Tito Antonini se dedica más a la Historia, pero él da Filosofía en el nivel terciario y tiene mucho contenido, es una persona muy interesante. Siempre lo llaman para cuestiones más históricas, pero tiene un bagaje histórico-filosófico muy importante que puede aportar. Eso por nombrar algunos, después hay más. El Dr. Coronel es un tipo que te habla de política, medicina, filosofía, que escribe, y me parece una persona interesante. Hay que sentarse y empezar a contactarlos.

(*)Colaborador de "Chacabuco Bisemanario".