'La frase ´soy de la Virgen nomás´ es un lindo lema de vida cristiano'
Recientemente, la Santa Sede, a través del Dicasterio de la Causa de los Santos, aprobó la validez jurídica de toda la documentación presentada por la causa del Negro Manuel, una figura muy significativa en el acontecimiento mariano de Luján. Para saber más sobre este esclavo que cuidó a la Virgen desde que decidió quedarse en los campos bonaerenses, entrevistamos al padre Darío Kling, párroco de San Isidro Labrador.
'La figura del Negro Manuel está asociada a la Virgen de Luján desde el inicio, es decir, desde 1630, cuando la carreta se queda atrancada ahí en los pagos de Luján', comienza explicando Darío, y detalla: 'Ahí aparece la historia del milagro que conocemos: tienen que bajar la carga y se dan cuenta que lo único que trababa la marcha de la carreta era una pequeña caja, y cuando la abren descubren que estaba la imagen de la Virgen. La Virgen se queda en ese lugar y la caravana sigue'. El sacerdote sitúa el acontecimiento 'en la estancia de Rosendo Lamas, en las cercanías de Villa Rosa, donde ya estaba el Negro Manuel que había llegado en una partida de esclavos desde Pernambuco, Brasil. Su origen era africano, de las Islas de Cabo Verde'.
'La historia -dice el párroco- cuenta que el administrador de la estancia le encargó al Negro Manuel que custodiara la imagen de la Vigen porque al poco tiempo empezó a tener la devoción de los paisanos de la zona y después empezaron a llegar visitantes desde los pagos vecinos. Entonces, el mismo negro construye ahí lo que sería una primera ermita, imagino, y se queda al servicio de la Virgen, recibiendo al peregrino, manteniendo limpio el lugar, y también el Negro Manuel hacía la aplicación del cebo de las velas a los enfermos, cosa que producía bastantes milagros'.
El traslado a Luján
El Padre Darío nos dice que tiempo después, los herederos de Rosendo Lamas 'no querían saber nada con que la Virgen estuviera ahí porque se le metía gente al campo, le comían algún animalito cuando tenían hambre, etcétera. Entonces venden la imagen a Doña Ana de Matos, una mujer adinerada de Luján, pero ¿qué pasa con el Negro? Él quería ir con la Virgen, pero era un esclavo, propiedad de los herederos de la estancia. Bueno, finalmente es comprado para la Virgen. De ahí sale la famosa frase, yo diría premonitoria para todos los devotos de la Virgen de Luján: el Negro Manuel dice ´soy de la Virgen, no más´, algo que es tan sencillo pero tan profundo'.
El párroco nos comenta que finalmente, cuando muere, el Negro 'termina siendo sepultado a los pies de la Virgen, ya en la primera iglesia que tuvo la Virgen en Luján. En ese templo primitivo, que está a unos cien metros de la actual Basílica, no se han podido hacer excavaciones arqueológicas como corresponde porque hay mucha construcción encima y son propiedades privadas, entonces el lugar está señalizado en la vereda, con una placa'.
El proceso de beatificación
El Padre Darío nos explica cómo se desarrolla la causa del Negro Manuel: 'hace unos años se inició el proceso de canonización en Luján, en nuestra Arquidiócesis. Allí, el Padre Juan Guillermo Durán, un historiador importante, reunió material del negro Manuel, con mucho rigor científico porque de eso se trataba: de presentar un material fehaciente para que después pudiera ser elevado a Roma, al Dicasterio para las Causas de los Santos. Esa primera etapa diocesana concluyó y se envió todo ese material, unas ocho o diez cajas grandes de material recolectado, a Roma. El paso que se dio en este momento fue la aprobación por parte del Dicasterio de todo ese proceso diocesano. O sea que toda esa investigación que se hizo está de acuerdo a los protocolos y entonces la causa avanza. Así que fue un paso grande, bien importante'.
Finalmente, Darío afirma: 'Le debemos muchísimo al Negro Manuel porque durante los primeros caurenta años de la historia de la Virgen de Luján fue él quien la cuidó. Si hoy tenemos a la Virgen de Luján es gracias a ese negro esclavo. Por eso digo que tiene un valor muy grande su figura y ojalá lo tengamos pronto en los altares y podamos contar con su intercesión, y pedirle que a través de él se nos afiance el amor a la Virgen, que tengamos esa disposición al servicio y esa entrega que él tuvo. Su frase ´soy de la Virgen nomás´, es un lindo lema de vida para un cristiano'.
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