'La UCR tiene que ser una opción y no un refugio para agarrar lugares'

El expresidente del Concejo Deliberante y del Comité Além, Lisandro Herrera se mostró 'decepcionado' ante la reciente votación en el Congreso, donde senadores radicales votaron en contra de su propio proyecto para conformar una Comisión que investigara el escándalo de la criptomoneda $Libra en el que está involucrado el presidente Javier Milei. "Creo que la ameritaba", afirmó Herrera, quien lamentó que la decisión de los legisladores boina blanca pareciera responder más a "una presión política o política electoral de parte de algunos gobernadores" que a una postura de "verdadera oposición". 'Es probable que muchos radicales hayan votado a Milei, pero de ahí a no entender cuál es realmente tu genética, cuál es tu partido, de qué estás formado y qué significa, hay mucha distancia'.
-Hubo senadores radicales que votaron en contra del proyecto propio, como Eduardo Vischi, presidente de bancada, ¿qué opinión tenés de lo que pasó?
-Tengo la información que surgió en los medios. Me parece que el Congreso tenía que haber creado una comisión investigadora. Creo que lo ameritaba. Pero ahí se confunden algunas cuestiones. Pareciera que no quieren avanzar contra el presidente por una cuestión de garantizar la gobernabilidad o algo parecido. Yo creo que son dos cosas totalmente distintas. El presidente evidentemente tiene que dar explicaciones de lo que ocurrió, las tiene que dar él, la Justicia tiene que investigar y el Congreso tiene que hacer lo que esté a su alcance para que eso se esclarezca. Estoy bastante decepcionado con la posición de los legisladores radicales, creo que respondieron más a una presión política o política electoral de parte de algunos gobernadores que estando en función deben ser una verdadera oposición, constructiva inclusive. Creo que muchos de los radicales de base tenemos la misma impresión.
-¿Sentís que cambió la valoración de la sociedad en general respecto al radicalismo por este tipo de acciones que se vienen dando a lo largo de los últimos años?
-Creo que el radicalismo lo que sigue sin encontrar es una dirigencia que tenga claro que tiene que ser una opción para la ciudadanía argentina. Termina actuando de forma espasmódica de acuerdo a cierta sensibilidad del momento. Es algo que me duele decir, pero es una realidad. Pero no todo el radicalismo. Hay un sector en el cual yo confío, que tiene bien claro cuál es el norte, y que recién empieza a dar sus primeros pasos como una opción y es el sector que hoy lidera Pablo Giuliani. Pablo de alguna forma encarna esta nueva etapa y esperemos que muchos radicales podamos empezar a encontrarnos representados en ese sector. Hoy el partido tiene una conducción también bastante golpeada, no solo por la figura de Martín Lousteau, sino porque muchos dirigentes no abrazan ni la conducción provincial ni nacional. Hay mucha distancia con el territorio y con los gobernadores, pero todo tiene que ver con el mismo punto, que es esta cuestión de no poder fijar una estrategia en conjunto y definir que la UCR tiene que ser una opción para los argentinos y no solamente un partido donde se refugian algunos para poder agarrar lugares.
-¿Quién conduce el radicalismo a nivel local?
-Mariano Álaman es el presidente y somos parte de una generación que tuvo varios períodos, y que hoy está conduciendo el partido con muchas ganas de poner nuevamente de relieve la verdadera genética radical.
Lo acompaño con total firmeza y con mucha convicción. Más allá de que la conducción es nuestra hoy por hoy, tenemos que ser bien conscientes de que tenemos que tener una conducción amplia. Acá hay que dejar rápidamente cualquier tipo de cuestión personal o situación del pasado cercano, que haya podido ser motivo de división y ponernos a trabajar para fortalecer un partido que nos va a necesitar. La ciudad de Chacabuco va a necesitar una Unión Cívica Radical firme.
-¿Está alineado el bloque de concejales con la conducción del partido?
-Sí, tengo mucha comunicación con los concejales, con la Mesa Directiva y creo que hay una buena comunicación y un trabajo en conjunto. Por supuesto, hay muchas cosas que quedaron post-gestión para revisar, pero hay una muy buena predisposición de todos para poder tener un radicalismo unido.
-¿Hablaste con Emilia Recondo antes o después de su pase a LLA?¿Cuál es tu opinión respecto de la decisión que tomó?
-Lamentablemente no pude hablar con Emilia. Es una amiga personal, compartimos muchos tiempos de militancia y lindos momentos dentro del partido. Me cuesta entender su decisión, independientemente de que he escuchado sus declaraciones en los medios. Ha conversado con algunos dirigentes o exdirigentes. No lo ha hecho conmigo. En algún momento hemos hablado de su molestia, de su desencanto porque tenía pretensión de ser candidata. Me sorprendió que eso haya sido el punto de decisión para abandonar el partido luego de haber sido presidenta. Lo tengo que encuadrar en una decisión personal, me cuesta mucho entender algo que yo no haría. Sé muy bien que hay lugares que uno entiende que merece y después no los tenés. En la política pasan esas cosas. Me ha tocado hace muy poco tiempo pasar por eso. Sin embargo, voy a seguir en la Unión Cívica Radical firme como creo que tiene que ser.
-¿No crees que en definitiva fue un paso más allá que otros radicales que por ahí están dispuestos a votar cualquier cosa al Gobierno Nacional?
-Creo que acá hay una gran confusión del partido. El electorado en algún momento eligió entre una cosa y la otra. Entre Massa y Mieli es probable que los radicales hayan votado muchos a Milei, sino Milei no ganaba la elección. Pero de ahí a no entender cuál es realmente tu genética, cuál es tu partido, de qué estás formado y qué significa, hay mucha distancia.
Los dirigentes tenemos el deber de volver a poner en valor por qué somos la Unión Cívica Radical, más allá de que hemos tenido miles de errores y tal vez hasta contradicciones, pero hay cuestiones que no se pueden confundir. Todos los que se cambian responden directamente a una cuestión personal. No hay forma de justificarlo por otro lado. De hecho, el partido radical tiene mecanismos muy democráticos para poder pelear las cosas desde adentro.
Esta dicotomía que tienen algunos radicales 'con peluca' me parece realmente un absurdo.
Prefiero que un dirigente político acepte que el presidente los convoca o los representa, antes que decir que el radicalismo es parte de LLA por algunas cuestiones de corte ideológico. Me parece hasta cobarde en algún punto, ¿no?
-¿Vas a ser candidato?
-No, por ahora no está pensado ni está hablado pero soy un actor político, y si me tengo que poner los cortos y los botines, voy a estar en la cancha en cualquier momento.
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