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'Los miedos tenés que vencerlos y la mejor manera de hacerlo es afrontando las cosas'

26/10/2024
'Los miedos tenés que vencerlos y la mejor manera de hacerlo es afrontando las cosas'

Sergio 'Pichi' Vargas o también apodado 'Supermán' en Chile, pasó por Ultra Deportiva (Radio Ultra 98.9), programa conducido por Adrián Dadamia y Juan Pablo García, para hacer un repaso de su exitosa carrera como arquero a nivel profesional, defendiendo el arco de Independiente de Avellaneda, de la Universidad de Chile, donde es un ídolo histórico y además se nacionalizó chileno para defender la Roja en la Copa América 2001 y las eliminatorias rumbo a Corea y Japón 2002. Por otra parte, también habló sobre las Sociedades Anónimas Deportivas en el fútbol, de las cuales fue parte y dio su punto de vista, 'El socio tiene que tener poder, voz y voto. Porque en la Sociedad Anónima el que pone más plata es el dueño y siendo hincha no tenés ni voz ni voto', manifestó.

 

¿Cómo arrancó tu trayectoria futbolística? ¿Empezaste en Independiente?

Mi tío Carlos Butafoco conocía a un dirigente de Independiente de la Inferiores, me mandaron un telegrama, que me tenía que presentar el 1 de marzo de 1979 en el Estadio de Independiente. Me presenté y fuimos a hacer la prueba a Villa Modelo, había miles de pibes. Uno tiene la desconfianza, pero a la vez tiene también un poco toda la confianza de que te va a ir bien. Me probé y quedé

Así que comenzamos a jugar en la novena en el 79, en ese año cumplía 14 años.

Salimos campeones en novena y en octava, dos campeonatos en novena, uno en octava. Y después me fui a vivir a la pensión de Independiente.

Hice seis años en la inferiores hasta el 84 que me subieron al primer equipo. El primero que me subió fue Nito Veiga y después el Pato Pastoriza.

 

¿Quién te hace debutar en primera? 

Me hace debutar el Pato. Yo debuté cuando Independiente salió campeón del mundo. Porque el equipo fue a Japón, que jugó con el Liverpool donde ganó 1-0 el 9 de diciembre del 84.

Ese día, el grupo que nos quedamos del plantel profesional, más otros chicos que eran de la reserva, jugamos el partido por la liga local. Jugamos contra Estudiantes La Plata. Perdimos 2-1 y yo debuté ese día. En el 86 ya comienzo a jugar con continuidad.

En Independiente siempre me tocó competir. Primero con Islas, que era la selección argentina. Y después con Eduardo Pereira.

Tuve la confianza de los técnicos y terminé jugando en 6 años 100 partidos, haciendo en un montón de partidos de suplente. Por la calidad de arqueros que había también en ese momento.

 

¿De independiente pasás a la Universidad de Chile?

No, me voy 3 meses a Emelec de Ecuador porque me quería ir de independiente. Lo que pasa es que el Atlético de Madrid había comprado a Islas, no lo pagó y lo devuelve, entonces digo, yo de suplente ya no más, cuando fui titular habían andado bien. Tenía 24 años, ya era un ciclo cumplido.

Estuve 6 meses peleando para que Independiente me diera el pase libre. No querían dármelo. Llegué a un acuerdo, a mí me debían una plata por contrato y además me pidieron otra plata para salir. Y el que vino y puso el dinero fue el Emelec. 

Me fue más o menos, venía de 6 o 7 meses sin jugar. Llegué en agosto.

Además, Guayaquil es un infierno, 40 grados de calor, la humedad, no podía caminar, no me adapté. Me vine a Chacabuco porque en el campeonato quedamos eliminados en octubre, estuve 2 meses acá, empezaron a aparecer las ofertas, tenía el Sporting Cristal de Perú que entró en la Copa Libertadores y elijo la Universidad de Chile. El pase era mío, entonces firmé un préstamo por un año con opción de compra.

Desde el primer momento me sentí bien y cómodo, me fue bárbaro.

El club venía mal desde la parte deportiva. En los últimos 2 años había peleado el descenso y nosotros ese primer año salimos entre los 4 primeros. El club estaba acostumbrado a pelear el descenso y ahí me compraron el pase. 

Hacía 25 años que no salía campeón y es un club grande. Logramos ser campeón en el año 94. Hacemos una gran campaña. Y a partir de ahí me fue muy bien. Tuve muy buenas actuaciones. Todos esos años me eligieron el mejor extranjero, el mejor arquero, el mejor jugador del campeonato. Tuve un rendimiento muy alto.

Jugué 11 temporadas y en esas temporadas fue elegido 7 veces el mejor arquero del país, un par de veces el mejor jugador del torneo.

 

Fuiste convocado a la selección de Chile...

A mí me ofrecen nacionalizarme para las clasificatorias al Mundial del 98. En ese momento digo que no. Después pasan los años y yo mismo decido nacionalizarme porque ya llevaba mucho tiempo en el país. Me radiqué definitivamente en Chile. A partir de que me nacionalizo me llaman a la selección. Pero yo ya tenía 35, estaba en mi cabeza el retiro

Tuve muchas dudas antes de aceptar la nominación a la selección, porque llevaba más de diez años en Chile, estaba bien en el club que me perdonaban todo, como la gente te quiere, te idolatra, te lo deja pasar. Entonces, yo digo, jugar en la selección te vas a exponer. Te miran 16 millones de personas, te juzgan, y te critican, además, que ya Chile venía mal.

Al final uno empieza a replantearse un montón de cosas y a los desafíos siempre trato de aceptarlos. Uno tiene temor, tiene dudas, tiene incertidumbres. Ojalá todos fuéramos tan seguros ante todas las cosas. Los miedos tenés que vencerlos. Y la mejor manera de vencerlos es afrontar las cosas. Entonces dije, lo voy a hacer. Lo hice y fue una de las mejores decisiones. Me tocó jugar la clasificatoria, la Copa América del 2001 en Colombia. Me tocó jugar contra Francia, que era el campeón del mundo y le ganamos, fue la despedida de Iván Zamorano de la selección, cancha llena, recuerdo hermoso. También le atajé un penal a Chilavert y con todo lo que eso significaba. Hasta el día de hoy, que pasaron de ese momento 23 años, la gente en Chile me dice 'Oh, el penal que le atajaste a Chilavert'. 

 

¿Quién era tu ídolo como arquero?

Toda la vida fue Gatti por el estilo. Para mí, el mejor arquero que yo vi fue el Pato Filión. Que no tiene nada que ver con Gatti. 

Para mí, hay dos personas muy importantes en mi formación. Pepe Santoro en Independiente, que entró en el 81, yo estaba en la quinta y él llega como entrenador. En esa época no había de arquero. Como había sido arquero, él me entrenaba a mí. Entonces me enseñó mucho, me formó. 

Y después acá en Chacabuco, yo siempre agradezco a Ángel Ramírez, que lo teníamos en River. Yo iba a entrenar casi todos los días. Me pateaba, me enseñaba un poco las posiciones. Siempre lo recuerdo porque él me enseñó bastante en mis inicios.

 

En Argentina se está hablando de la llegadas de las Sociedades Anónimas Deportivas y en Chile ya se implementa. ¿Como es la experiencia de las SAD en aquel país?

A mi me tocó ser gerente deportivo en la primera etapa en la Universidad de Chile cuando el club era de los socios. Después, al tiempo que estoy, se decreta la quiebra. Entonces me tocó trabajar con el síndico. Con una institución en quiebra. Pasaron los años y el club salió y se hizo Sociedad Anónima Deportiva. Fui parte del directorio, siendo director y además director deportivo, Entonces conozco bastante desde adentro de la experiencia. Y las diferencias entre unas y otras.

Y vos me decís a mi el mejor modelo de gestión, es gestionar bien un club, llevarlo bien, ser muy claro con la forma de gestionar. 

 Yo prefiero, por la experiencia que he tenido, a los socios. El hincha no puede estar ajeno al devenir de la institución. Tiene que tener poder, voz y voto. Porque en la Sociedad Anónima el que pone más plata es el dueño y siendo hincha no tenés ni voz ni voto.

Lo ideal es gestionar bien y que sea de los socios. A mi me gusta un poco lo que sucede en Alemania, que es un porcentaje de los hinchas y un porcentaje de la empresa. Porque, además, normalmente necesitás también del aporte privado, a menos que tengas la posibilidad de vender muchos jugadores.

 

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