'Los radicales nos hemos acostado con todos'

El militante y referente radical Daniel "Quete" Decundo analizó los resultados del oficialismo local que perdió casi diez mil votos en los últimos cuatro años y retrocede a sus peores marcas. Decundo confesó que "sinceramente esperaba algunos votos más para Alejo Pérez" y afirmó que "indudablemente en la ciudad los radicales votaron a Pérez y el PRO o gorilaje votó a Milei". Además pronostica tiempo de internas en la Casa Radical y asegura que los concejales que ingresan son parte de los errores de la conducción. Respecto a la participación de la UCR en frentes electorales, el actual delegado de Aiola en la Cooperativa Eléctrica asegura que 'los radicales nos hemos acostado con todos'.
-Qué análisis hacés de la situación post electoral y de que el radicalismo vuelva a sus votos históricos?
-Ahora pudimos ingresar un tercer concejal solo por 120 votos. En algún momento me tocó a mi quedar afuera por ochenta. Le habíamos ganado una interna a Jorge Ortega, del PRO y donde quedó demostrado que tampoco se habían sumado los votos. Anduvimos en siete mil y pico, netamente los votos radicales.
-Se decía que había metido la cola algún otro partido en esa interna…
-Sí, siempre se comentan esas cosas. El equipo contrario trata de meterse cuando sabe que el contrincante entra en una crisis. Y en la historia del radicalismo nos hemos acostado con todos. Con el PRO, con el peronismo en el Frepaso, con De Narváez. Somos el partido más antiguo de la Argentina y con más experiencia sobre frentes. Creo que el último dio algo de ganancia, con los anteriores fue todo pérdida.
-¿Qué pasó para que el radicalismo no pudiera contener al menos los votos del 2021?
-A mi no me sorprendió para nada, hace un tiempo dije que estábamos terceros a nivel nacional. No me sorprendió la victoria de Massa, porque venía haciendo encuestas propias y me decían que estaba loco. No tenía dudas que Juntos por el Cambio estaba tercero lamentablemente. Pero acá en Chacabuco sinceramente esperaba algunos votitos más para Alejo Pérez. Indudablemente en la ciudad los radicales votaron a Pérez y el PRO o gorilaje votó a Milei. Es una apreciación muy reciente de la elección. Pero cada día que pasa estoy más seguro. El voto radical no se movió, pero me preocupa que por lo que ha crecido el padrón, no hubiera más votos radicales. Esperaba diez mil del radicalismo o más. Estuvimos ocho años en el gobierno con la posibilidad de agrandar el padrón de afiliados. Creo que son los 7 mil de Gerardo Stéfano del 2011.
-¿A qué atribuís el resultado?
-La gestión no sumó lo que tendría que haber sumado, pero se lo atribuyo en general a la ruptura de Juntos por el Cambio a nivel nacional. Desde el momento en que se decidió ir a internas entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
-Pero Petrecca ganó con el 44% de los votos…
-Pero es netamente PRO y en Junín el radicalismo no existe. Una parte migró con Massa y Mario Meoni. Cuando se hace un embudo, y de arriba no le propinan otra posibilidad al votante pasan estas cosas. En eso coincido con Darío Golía. Una cosa es lo que decide el dirigente y otra lo que hace el votante. Cuando a Juntos le dio resultado hacer el embudo, para que el votante no tenga alternativas y tenga que votar sí o sí al espacio, ahí es donde se suman y no porque piensan lo mismo. Es un voto con tendencia al radicalismo de derecha. Un voto que no es radical pero termina definiendo una elección cuando es ajustada. Si le das otra oportunidad, se va para otro lado.
-Ingresan dos concejales PRO y una sola radical.
-Eso es una neta equivocación del partido, eso ya se veía que iba a ser así. Es más, si metían cuatro concejales estaban en la misma situación. El último tiempo tendimos a formas frente a las patadas, a convencer gente para ir todos juntos y no saber qué ofrecer, y ahí es donde termina perdiendo la identidad el partido. En la Provincia pasa lo mismo con los legisladores, creo que queda uno solo de los cuatro o cinco que meten que es radical. Es algo que viene de arriba para abajo. Es tirar el gancho a ver qué engancho y no pensar en el partido. Cuando va todo bien, perfecto, pero cuando caíste, va todo al piso.
-¿Qué postura debería tomar el partido de cara al balotaje?
- Creo que el partido debería llamarse a silencio. Que cada dirigente opine o no, da igual. El votante sabe qué hacer. Ya tiene identificado. Y no creo que incida la palabra de dirigentes desvalorizados. El electorado le perdió la confianza al dirigente, y le perdió la palabra. Los que hablen lo harán para tratar de agarrar algún cargo.
-El concejal Pérez dijo que no podría votar al kirchnerisno en el balotaje, ¿qué opinás?
-Es una visión muy personal. Hablar de votar al kirchnerismo o no, es una posición particular. Por ahí no lo tendría que haber dicho en este momento.
-El Intendente electo, Darío Golía, ratificó la idea de que apenas asuma debe formar una mesa de diálogo multisectorial y ponerse a discutir sobre cuestiones centrales de la ciudad, ¿el radicalismo va a sumarse a esa mesa?
-Más que decirlo hay que concretarlo, porque lo vengo escuchando durante los últimos treinta años y a la larga nunca se concreta. Yo siempre estuve dispuesto a dialogar. De hecho, sobre el final de una reunión en la Cooperativa Eléctrica, expresé que hay que buscar una solución, y que si se necesita algo de parte de un radical, no hay problema, cuenten conmigo para eso. No a cambio de favores a sectores políticos y esas cosas. Todos tenemos el deber de aportar lo que tengamos para aportar. Si Darío lo dijo, espero que lo cumpla. Hay mucha gente dispuesta a prestar colaboración y nos espera un futuro bastante negro por delante. Vamos a necesitar de todos.
-El 10 de diciembre el radicalismo va a entrar en una nueva etapa, ¿cómo creés que va a ser?
-Somos radicales, después del 10 de diciembre van a empezar a haber internas como todas las vidas las tuvimos a cada rato. En la mesa de café hay 4 y ya hay una interna pareja hasta que llega el quinto. Va a haber algunas disputas. Voy a participar porque siempre me gustó hacerlo. Siempre y cuando pueda aportar. Para trabajar por un nuevo candidato competitivo. Viene un tiempo de empezar a sacarnos trapitos en la cara, y algunos tendrán ideas cruzadas. Iremos a las urnas.
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