'Me gustaría poder dirigir primera, podría aportar cosas interesantes'
Gabriel Cicerchia paso por Ultra Deportiva (Radio Ultra 98.9) programa conducido por Adrián Dadamia y Juan Pablo García, donde hizo un repaso de su carrera como futbolista y entrenador. Como jugador fue parte de las inferiores de Boca Juniors, para luego volver a Chacabuco y continuar su carrera en River y Racing, como DT agarró el mando del Millo en primera división y actualmente es técnico en las inferiores del club 9 de Julio.
¿Cómo arranca tu carrera futbolística?
Yo vivía cerca de la antigua cancha municipal que ahora es donde está hoy la Plaza 5 de Agosto, entonces todas las tardes íbamos a jugar a la pelota ahí con todos los amigos del barrio.
Y así empecé, me gustaba muchísimo el fútbol. Después tuve la suerte de que Ángel Ramírez, que fue un gran entrenador que tuvo acá el fútbol de Chacabuco. Me invitó a que fuera a entrenar con él ahí a River. Y ahí empecé mi carrera en un club.
Cómo es esa historia, que en un momento aparecés jugando en Boca.¿Te vas a probar?
Sí, en realidad vienen a ver acá a jugadores, nos invitaron a unos pocos a ir a probarnos allá, fui y ahí el primer día ya me dejaron ahí en La Candela junto con otros jugadores. Estuve ahí como dos semanas hasta que nos dijeron que fichamos.
Empecé en la sexta división, tenía 17 años, llegué a jugar partidos en tercera y algunos amistosos que me llevaban al banco de primera, pero amistosos.
En todo eso César Luis Menotti arma la Selección Juvenil y sos convocado, ¿no?
Claro, en realidad el que me convocó fue Ernesto Duchini, que fue uno de los que eligió a grandes jugadores para que jugaran en la Selección, generalmente juveniles. Fue después de un partido, cuando voy saliendo de la cancha, que habíamos terminado de jugar, me llama, me dice, venga pibe, miren que lo estoy mirando, cuídese porque lo voy a llamar para el juvenil.
¿En Buenos Aires te manejabas en moto?
Exactamente, uno a los 17 años tiene la sensación de tener algo, pero la cabeza no está del todo bien ubicada, me refiero a tener los pies sobre la tierra.
Yo la verdad que no fue una buena decisión el hecho de comprarme la moto, porque después ocurrió lo que ocurrió. Una semana antes de viajar a Ecuador a jugar un preolímpico con la selección, tuve un accidente y me quebré la pierna.
Estuve como un año para recuperarme y resulta que cuando volví a La Candela habían cambiado toda la dirigencia, había llegado creo que Noel, que fue el que trajo a Maradona. Cuando yo estuve estaba Alberto J. Alberto.
Y como ya no te querían, no te tenían en cuenta. No, no me daban de vivir ahí en La Candela y yo no tenía donde quedarme, entonces como no me daban de vivir ahí en La Candela, no pude seguir.
¿Y después de esto que volvés a River?
Claro, vuelvo acá a Chacabuco y me invitan a volver a jugar en River y yo volví a jugar ahí. Después jugué muchos años en River, hasta que me fui poniendo cada vez un poco más grande por la edad. Y bueno, tuve la suerte también de estar con Conti en Rivadavia, que hicimos muy buena campaña.
Y después estuve en Racing también, peleando el campeonato y fue donde me retire
¿Y después arrancaste como técnico?
Sí, lo hice cuando estaba en Vélez Sarsfield. Tuve la suerte también de estar trabajando tres años con el Turco Azad.
Ellos me mandaron a hacer el curso. Lo hice en River, en Buenos Aires. Y fue muy bueno, nos llevaban a ver todos los entrenamientos de todas las divisiones inferiores. Porque eran dos años, uno era fútbol amateur y el año siguiente era fútbol profesional. Fuimos a ver también muchísimos entrenamientos de primera división allá del fútbol de Buenos Aires.
Fue un gran aprendizaje. Estuve a punto de ir a Mendoza a Godoy Cruz con el Turco, pero no se dio a última hora. Ahora estamos acá de nuevo intentando volcar toda la experiencia que tengo para los chicos.
¿Cómo llegó ese acercamiento con Vélez?
Tuve la suerte de ir a Vélez por el Turco. Yo de acá llevaba dos chicos a Vélez y él tenía el hijo justo en la misma división que estos chicos, Yamil. Como los tenía que esperar que entrenen y después volverlos a traer acá, hicimos una amistad.
Y como entrenador tuviste una experiencia en Primera de River.
Sí, yo creo que fue bastante buena. Habíamos conformado para esa época un cuerpo técnico que tenía un psicólogo, tenía un traumatólogo, un kinesiólogo.
Arreglamos todo el piso de la cancha de River. Cuando llegué me acuerdo que parecía una playa, estaba llena de arena, tenía arena por todos lados. La pelota caía y no picaba directamente. Así que decidimos arreglar eso, lo arreglamos, lo pusimos lindo, me acuerdo que lo pintamos también todo. Estuvimos peleando varios campeonatos también con River.
¿Esa fue tu única experiencia en Primera y después ya te volcaste con los pibes?
Sí, después tuve varias experiencias, por ejemplo con la selección de Chacabuco, pero en Primera no, no dirigí. En realidad, sí, estuve en La Academia. Estuve de profe y también como ayudante de campo del Colocho Millone. Así que esa fue otra experiencia.
¿Descartás dirigir Primera?.
Me gustaría poder dirigir Primera. Me parece que podría aportar varias cosas interesantes para que mejore, no solamente la parte física, sino también la técnica táctica.
¿Cómo es el trabajo con los chicos?
Nosotros empezamos a trabajar en marzo, algo que en el fútbol de Chacabuco no se trabaja y es muy importante hacerlo, es que los chicos sepan manejar todo el pie, la parte interna, la parte del empeine y la parte externa del pie. Entonces hacemos trabajo solamente con esa posición y los chicos van agarrando una ductilidad muy buena.
A medida que fueron transcurriendo los meses, vimos una evolución muy buena del manejo de la pelota. Nosotros hacemos muchos trabajos que son, de alguna manera, técnicos tácticos y los chicos, más que nada, lo realizan perfectamente y evolucionan. Estamos trabajando también mucho en el tema de que en esa edad no solamente hacen trabajos técnicos, sino que al jugar ellos quieren ganar siempre.
Entonces hablamos, les damos consejos y tratamos de bajar esa efervescencia que tienen y que se peleen entre ellos porque uno les gana y el otro pierde. No quieren perder, el otro les quiere ganar y a veces discuten y se ponen mal. Y yo les digo, no, tranquilo, somos un equipo, somos un grupo, no nos podemos pelear, tenemos que estar tranquilos.
Otra de las cosas que también les digo es que siempre tenemos que dar lo mejor para el equipo y yo creo que eso va favoreciendo para que los chicos vayan elevando un poco también el nivel.