'Milei está haciendo lo que dijo y violando la constitución y la ley'

Apenas conocido el DNU del flamante gobierno nacional que encabeza Javier Milei, se hizo sentir un ferviente reclamo callejero que impactó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y algunos otros importantes puntos del país. En la masiva concentración frente al Congreso de la Nación estaba el histórico dirigente radical Federico 'Freddy' Storani. En diálogo con Cuatro Palabras, el varias veces diputado nacional del la UCR, analiza las medidas tomadas por el nuevo gobierno, a quien reconoce la legitimidad democrática para estar en el poder, pero considera que los anuncios del último miércoles 'violan la constitución y la ley y por lo tanto, los partidos de oposición y las organizaciones gremiales tienen la obligación de actuar de manera inmediata'. 

Por Martina Dentella 

-Anoche estuviste en la marcha espontánea de la ciudadanía en rechazo al decreto de necesidad y urgencia que firmó Javier Milei, ¿cuáles son tus primeras impresiones, tenes registro de un avasallamiento tan grande de parte del Ejecutivo respecto a los poderes del estado?

-Desde mi punto de vista el Decreto de Necesidad y Urgencia no se justifica porque el Congreso está perfectamente en aptitud y condiciones de poder sesionar, la necesidad y urgencia debe responder a circunstancias excepcionales. Se puede dar parcialmente en algunos aspectos pero no en la derogación y la instalación de una cantidad de iniciativas que afectan sustancialmente los intereses de la nación. Además, es inconstitucional. Porque aborda una cantidad de temas que son de competencia exclusiva del parlamento nacional, por lo tanto vulnera el estado de derecho, que en sentido sustancial, significa la división de poderes. El poder legislativo tiene prioridad y exclusividad, por ejemplo, en tratar todos los temas vinculados a impuestos. No hay una, hay por lo menos veinte de las iniciativas que involucran impuestos. Por ejemplo, la Ley de Promoción Industrial. 

El DNU  también se mete con cuestiones de fondo como la posible comercialización de territorios estratégicos

Por supuesto, por eso al margen de los cuestionamientos constitucionales, jurídicos, formales, que puedan llegar a hacerse vale la pena poner un poco el acento en los contenidos de fondo.  Acá se contrabandean algunas cuestiones que pueden ser menores, con otras que son extraordinariamente graves, como la Ley de Tierras. Eso significa derogar una ley que prohibía la afectación -sobre todo en zonas limítrofes- de tierras que puedan ser vendidas sobre todo a manos extranjeras. Hay excepciones que se dieron de manera muy desgraciada con los amigos de Macri, y el conglomerado del empresario Lewis, nada menos que de Gran Bretaña, con quien tuvimos un conflicto bélico por Malvinas, que tiene un pedazo de la Patagonia. 

Ahora se daría libre albedrío para que la concentración de esos capitales de cualquier lado puedan comprar nuestro territorio, incluídas las fuentes fluviales: ríos, lagos, costas. Es absolutamente inconstitucional. Además de poner en peligro la conservación del medio ambiente, porque queda bajo el control de la iniciativa privada. Podría agregar la licencia de corso que se le da a las minerías para hacer una política extraordinariamente extractivista, llevando al paroxismo el capitalismo más extremo. Como era el proyecto de este hombre que algunos lo votaban creyendo que no iba a hacer lo que dijo que iba a hacer. Lo está haciendo y de la manera más brutal, violando la ley y la constitución. Lo que espero es que el Congreso rechace ese DNU, que esa ley se evalúe parte por parte. Y soy parte de la movilización del pueblo argentino. Estamos en las antípodas de estas políticas que ya tuvieron un final nefasto en experiencias anteriores. Con la dictadura militar de Martínez de Hoz, cuando derrocaron a Illia, con Cavallo en la convertibilidad y ahora dando una vuelta de tuerca más. 

-¿Qué puede pasar en los próximos días con estas reformas y qué debería hacer la dirigencia sindical y política?

-Tanto la dirigencia política como sindical tiene que plantear sus ideas. Pero eso, en cualquier país del mundo. En cualquier democracia las oposiciones, cuando están en desacuerdo con un conjunto de medidas tan sustanciales que se quieren imponer por decreto con una ornamentación del estado policial como se vio ayer claramente, con un dispositivo inusitado que recordaba mucho más la etapa de la dictadura militar que una democracia plena, sin  dudas que hay que ejercer el derecho que el pueblo les dio que es oponerse. Eso no significa no ser responsables, poner palos en la rueda, significa cumplir con el deber que se nos asignó. Analizar cada medida, estudiar, proponer modificaciones. Por supuesto no se cuestiona la legitimidad del gobierno surgido por la voluntad popular, pero también hay otros que tienen voluntad popular para ejercer el rol de oposición, equilibro, control y la posibilidad de generar una alternancia. 

Otras entidades deben defender los intereses de los representados. La CGT tiene que movilizarse, eso es más que evidente. Acá hay una conculcación de derechos que tardaron décadas en conquistarse con muchísima lucha, por lo tanto no caben medias tintas, sino la posibilidad de plantearse un plan de lucha que permita abrir un diálogo a ver cuáles pueden ser las medidas razonables y cuáles no lo son abiertamente. 

-¿Creés que hay un pacto que ya se quebró entre Milei y algunos sectores que lo acompañaron?

-Me pareció muy curioso, por ejemplo, que en la escenografía montada ayer con el presidente leyendo parcialmente el DNU, estuviera Federico Sturzenegger, que no ocupa ningún cargo. Parecía el lema: Milei al gobierno, Sturzenegger al poder. Es el autor intelectual de este plan sin tener ningún cargo y estaba allí junto a todo el gabinete. Lo hizo con abogados, administrativas, laboralistas y algunos otros abogados que sin duda alguna están asesorando al nuevo presidente y están para defender empresas altamente concentradas. Es la primera vez en la historia argentina que un presidente, en uso de la cadena nacional menciona a una empresa privada para direccionar los negocios hacia ella. 

-¿Qué posición debería tomar el radicalismo frente a esta situación?

-Me hubiese gustado una contundencia mayor del comunicado emitido desde el Comité Nacional, pero al menos reclama la facultad que le corresponde al Congreso de analizar una ley y no un decreto. Lo tiene que hacer con mayor energía en el futuro. 

-Hasta hace muy poco tiempo los socios políticos del radicalismo eran los mismos que hoy co-gobiernan con Milei, ¿qué valoración hacés de eso?

-Hoy Juntos por el Cambio de hecho está roto. Mauricio Macri, líder del PRO, y Patricia Bullrich, presidenta de ese partido, salieron corriendo a abrazarse con Milei entre gallos y medianoche. Aquella reunión de Acassuso terminó siendo contubernio, con fines espurios, censurables. Las contraprestaciones del apoyo fueron ocupar lugares relevantes. Bullrich y Petri son ministros, y Macri con el propio Caputo. Hay otros a quien hay que mencionar porque van a ser los responsables de lo que ocurra, Schiaretti, Randazzo, Ritondo que hizo el ridículo posando con una motosierra a ver si caía simpático a Milei y no tuvo suerte. Todas esas actitudes indignas tienen que ser marcadas.