'No hay otro camino'

Con la promesa de que 'lo peor ya pasó', el presidente Javier Milei presentó el proyecto de Presupuesto Nacional 2026. La frase, idéntica a la que usó Mauricio Macri antes de pedir el préstamo récord con el FMI, muestra la desesperación de un Gobierno que se encuentra en su momento de mayor fragilidad. El discurso, que prometió aumentos en partidas sociales y un futuro de prosperidad, se choca con una realidad económica cada vez más compleja y una enorme fragilidad parlamentaria. Mañana se esperan movilizaciones amplias, mientras la Cámara de Diputados buscará el rechazo de los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica.
Por Manuel Barrientos
'Lo peor ya pasó'. La frase, pronunciada anoche por el presidente Javier Milei en la presentación del Presupuesto 2026, resonó con un eco inquietante. No solo por el contexto de crisis cada vez más acuciante, sino porque son las mismas palabras que, en 2018, utilizó Mauricio Macri poco antes de anunciar el inicio de las negociaciones para el préstamo más grande en la historia del Fondo Monetario Internacional. Esa 'bala de plata' que el gobierno de Milei ya utilizó.
El tono del Presidente fue más medido de lo habitual, casi una rareza en una persona acostumbrada a la estridencia. La puesta en escena, con dos granaderos a sus espaldas, lo mostró casi en soledad, sin la habitual comitiva de funcionarios. A diferencia de otras cadenas nacionales, esta vez no se vio a ningún miembro del gabinete, en un claro intento de la Casa Rosada por proyectar la imagen de un presidente que ha decidido, por fin, 'tomar las riendas' de su propio gobierno.
En un momento de tristeza inédita, Milei reconoció la desconexión entre su gestión y la realidad de los argentinos. 'Más allá del éxito que haya tenido nuestra gestión en corregir el descalabro de décadas, entendemos que muchos aún no lo perciban en su realidad material', sostuvo. Una confesión que no hace más que reflejar lo que las calles (y las urnas) comenzaron a gritar a diario. 'No hay otro camino que el de equilibrio fiscal, el orden monetario y, por ende, el orden cambiario', insistió.
El proyecto de Presupuesto 2026 prometió que tendrá una serie de aumentos en partidas sociales: un 5% real por encima de la inflación para jubilaciones y pensionados por discapacidad; un 17% para salud; 8% para educación y 4,8 billones de pesos más para universidades. Pareció más que nada un intento tardío y desesperado por bajar el nivel de convocatoria de las movilizaciones que se esperan para mañana miércoles, donde la oposición buscará dar batalla por el veto presidencial a las leyes de financiamiento universitario y emergencia pediátrica.
El discurso de Milei, más propio de una campaña electoral que de una estrategia de comunicación de crisis, se esforzó por generar un aire de esperanza. Habló del 'futuro de la Argentina', de un país que en 20 años podría estar entre los más ricos del mundo, si se mantiene el 'equilibrio fiscal' y se logran las reformas deseadas. Pero la realidad se niega a someterse a la narrativa oficial. Mientras el Presidente hablaba de un futuro prometedor, ayer se perdieron 461 millones de dólares de reservas en el Banco Central, el riesgo país se acercó a 1200 puntos, se anunció que la actividad metalúrgica cayó 2,6% en agosto y que la deuda creció 7.000 millones de dólares por la suba de las tasas de interés. Además, el precio del dólar siguió subiendo y ya le pasa la espátula al famoso 'techo de la banda'.
El tiempo, ese bien tan preciado del que habló Milei, parece jugarle en contra. La presentación, grabada en la intimidad de la Casa Rosada, encuentra al Gobierno en una situación de extrema fragilidad. El malestar social por el rumbo económico, la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, los escándalos de corrupción y el veto a leyes de amplio respaldo popular han erosionado la credibilidad del oficialismo y su capacidad de gestión.
En este intento por retomar la iniciativa política, ayer por la mañana Milei también juramentó al nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán, y se mostró cercano a sus funcionarios en la intimidad de la Rosada. Pero ningún gobernador estuvo presente.
Mañana miércoles el Gobierno deberá afrontar una explosiva sesión en la Cámara de Diputados convocada por diversos bloques políticos. El temario incluye el rechazo a los vetos a las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia en Pediatría; pedidos de informes a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y al ministro de Salud, Mario Lugones, por la presunta red de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad y las muertes por fentanilo contaminado; y avanzar con la reforma de la ley que regula los decretos de necesidad y urgencia.
Desde su asunción, Milei decidió trabajar sin un Presupuesto aprobado por el Congreso de la Nación, lo que ha generado una mayor discrecionalidad en el accionar del Gobierno. En los distintos bloques legislativos, por lo bajo, consideran que en 2026 buscará seguir por este mismo camino. En 2025, prorrogó por segundo año consecutivo el Presupuesto 2023, una situación que no tiene antecedentes en la historia de la Argentina.
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