'Para un gobierno que necesita sacarte de la crisis la cosa se puso muy difícil'

La sorpresiva decisión del Banco de Japón de elevar las tasas de interés ha desencadenado una ola de incertidumbre en los mercados financieros globales, con repercusiones directas en la economía argentina. La caída de la bolsa sumada a las preocupaciones por el desempeño de la economía estadounidense, ha generado un efecto dominó  que daña aún más la precariedad financiera de nuestro país. El contador Julián Ramundo, explicó qué sucede cuando una economía tan estable como la nipona tiembla y pone la lupa sobre ciertas variables y datos a los que se debe prestar principal atención. 

Japón es una de las economías más estables del mundo, por lo que un movimiento en falso puede tener impacto en la economía global. La caída de las acciones de empresas argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York, el descenso en el valor de los bonos argentinos y el consiguiente aumento del riesgo país han generado una mayor volatilidad en el mercado cambiario local. 

Según explicó el contador Julían Ramundo, 'cada vez que hay una crisis en la bolsa, lo que sucede es que se destruye dinero, valor. Si tenías cien mil pesos en la bolsa y bajaron las acciones a ochenta mil, en el camino quedaron veinte mil, y vos tenías un plan, ahí se rompió, ya está. Por eso hay menos dinero en el mundo'. 

En ese contexto, 'Argentina necesita que le presten, y al haber menos dinero, eso complica las cosas. A Argentina solo le van a prestar cuando pague 8%, osea cuando el índice Riesgo País descienda a la mitad de lo que está hoy'. 

Según explicó el exfuncionario, 'las crisis violentas no están en los planes, y aunque hoy hay un retroceso, y de inmediato un rebote, todavía no se sabe que puede pasar'. Lo que genera en el mercado argentino 'es que hay una pérdida de tiempo, y cuando hay menos dinero, se entra en una recesión'. En esa misma línea indicó que 'que la economía mundial ande más despacio puede hacer que te compren menos soja. Y si las cosechas de los principales productores son buenas, y hay menos consumo, todo llevaría a que el precio de la soja baje'. 'Para un gobierno que debería sacarte de una crisis profunda, las cosas se pusieron más difíciles. Argentina necesita del mundo, que nos compren la soja, que nos presten plata', agregó. 

El ojo en Brasil

Para Ramundo, un dato a tener en cuenta es el tipo de cambio de Brasil, nuestro principal socio comercial. 'No solamente es a quien le vendemos y nos vende, sino que también es el principal competidor de Argentina en la recepción de inversiones', dijo. Es decir, si una empresa quiere instalarse en Argentina va a analizar los países de la región y 'si la moneda de Brasil se abarata más rápido que la nuestra con respecto al dólar, hacés mejores negocios allá que en Argentina'. 

El cepo 

En este contexto, también se debe advertir el control de cambios. Ramundo explicó que ' cuando aplicas el cepo vas distorsionando el valor que tiene una cosa respecto de otra, en ese sentido hace que las cosas que Argentina no produce se vean más caras internamente. Ese cambio de relación de precio, se va sucediendo en el tiempo, y cada vez más las personas somos conscientes de que hay algo que no cierra, algo nos hace ruido, preferimos esperar antes de hacer un gasto o una inversión y eso enfría aún más la economía'. Además, en esa misma dirección, Ramundo señaló que ' todo esto limita muchas decisiones económicas respecto a la inversión, las ganancias, a que las empresas de un país se globalicen y finalmente no deja que la economía pueda crecer en el largo plazo'.