'Queríamos formar un club para los más chicos'

Orlando Vijarra, presidente del Club San Miguel, pasó por Ultra Deportiva (Radio Ultra 98.9 FM), programa conducido por Adrián Dadamia y Juan Pablo García, para hablar sobre la realidad de la institución que fue formada hace 5 años y que actualmente cuenta con dos categorías que juegan en la Liga Deportiva de Chacabuco. Las dificultades económicas que complica el crecimiento del club, la falta de apoyo comercial que deben reemplazar con aportes de sus bolsillos, y la relación con el Club San Miguel de Buenos Aires fueron algunos de los temas tratados.
¿Cómo surgió San Miguel?
Somos un grupo que jugábamos casi todos en Huracán. Esto que estamos haciendo ahora con San Miguel lo habíamos empezado en Huracán, pero hubo algunas cositas por las que decidimos apartarnos. Un día charlando y tomando mate en mi casa, empezamos a comentar que estaría bueno hacer algo para los chicos del barrio, y uno dice de poder entrar al torneo nocturno de veteranos para representar al barrio, que ahí tenías que ser club para participar, por lo que empezamos a ver qué se podía hacer con San Miguel. Como nosotros lo representábamos como veteranos, queríamos hacer algo para los más chiquitos. Así que hicimos una comisión, hablamos con la Municipalidad y Sergio Palmieri, y Hugo Moro me ayudó mucho en el tema de iniciar el tema del club. Llegó un momento que entramos a participar en torneos de veteranos y mientras tanto yo me iba moviendo por otro lado armando el club.
Conseguimos el reconocimiento del Intendente como entidad de bien público con Jorgelina Soñéz, que nos dio una ayuda grande también ahí, y después ya empezamos con el tema de la personería jurídica, en lo que Marcos Peralta, Micaela Oliveto y mucha gente nos dieron una mano muy grande.
¿Cómo empezaron a armar las categorías?
Tuvimos fútbol femenino, que después, por falta de jugadoras que se fueron a otros club y que habían quedado pocas para encarar un año deportivo, se tuvo que disolver. Desde ahí comenzamos, porque había unos chicos de 17 años en el barrio para ver si podíamos armar una cuarta. Entre amigos y charlando se lograron conseguir cerca de 40 pibes en 20 días y esos mismos trajeron más chicos del sub 16. Ahí fue cuando armamos las dos categorías y empezamos a participar del primer torneo, en el que nos fue bastante bien. Llegamos a clasificar y nos tocó un River bien armadito, que nos dejó fuera en cuarta división, y en la sub 16 hicimos un torneo regular, pero dentro de todo hacíamos buenos partidos.
¿Tienen algo que ver con San Miguel? Esto teniendo en cuenta que hay un club profesional con el mismo nombre en Buenos Aires, que milita en la segunda categoría.
Como no tenemos un predio propio, todavía no hay nada. Nosotros a la larga vamos a llegar a ser una filial de ellos. Hay contactos, hemos ido a la cancha, a los partidos, estuvimos en el Club hablando con gente de la comisión.
Si nosotros llegamos a conseguir un predio en el que podamos armar una cancha, la idea de ellos es venir con categorías formativas, hacer pretemporada y hacer pruebas de jugadores.
¿En qué cancha hacen de local en cuarta?
Nosotros tenemos un arreglo con San Martín, al que le doy las gracias, porque si no fuera por ellos no podríamos competir, porque no estamos en condiciones de alquilar una cancha. Hacemos de local ahí, ellos no nos cobran nada, vamos y jugamos nosotros.
Es todo para ellos. Hacé de cuenta que somos una división más de San Martín.
Hoy en día, una cancha lo que menos te cobra son 150 o 100 mil pesos por el día, más árbitros. Cuando te ponés a pensar, tenés cerca de 300 mil pesos y vendiendo entradas no los hacés. Como somos un club nuevo, pueden ir 20 personas. En sub 16 por ahí va más gente, porque los papás se arriman, pero en cuarta división va poca gente.
Nosotros tenemos muy pocos sponsors, es muy difícil conseguirlos. Solamente tenemos una distribuidora, que nos ayuda en el tema de poder pagar lo que es la cuota de la Liga y algunas otras cositas más. Pero después es todo a pulmón y cobramos el plan de la Municipalidad, el del programa Nuestros Clubes.
¿Y hoy cuántos son trabajando para San Miguel?
En la comisión seremos unos diez o doce. Yo estoy con mi señora, que me da una mano.
No tenemos mucho para hacer, porque no tenemos nada.
Yo soy el presidente, la secretaria es Micaela Reynoso, el vicepresidente Pablo Pita, el tesorero Daniel Pita, el vocal Fernando Batista, y también están Ignacio Serafino, Andrés Fernández, Carlitos Daluisio y Enzo Agüero.
¿Hacer Primera es difícil?
Si mañana la Liga te dice que hay que hacer Primera, para nosotros es difícil. Si fuera una obligación el próximo año entrar en Primera, tendría que decir que no, veríamos lo que haríamos, pero Primera no, porque lo económico para nosotros es muy inviable, es prácticamente inalcanzable, por lo menos por ahora. No tenemos los recursos como para decir que podemos alquilar una cancha, porque vamos a suponer que San Martín nos presta la cancha, hay que pagar árbitro y la policía, y no tenemos ese recurso.
Es prácticamente imposible para nosotros hasta que podamos conseguir algunos sponsors.
Hablaste de que la parte económica es complicada con los pocos sponsors con los que cuentan. ¿Hay veces que tienen que poner de su bolsillo?
Muchas veces, por el tema de los pases. Nos volvemos locos para poder conseguir un peso para que los chicos puedan jugar, puedan participar.
Un pase de club a club cuesta 4.000 pesos y la ficha de un pase algo de 3.000 pesos, y un interligas sale algo de 8.000 pesos.
Lo que pasa es que nosotros no tenemos categorías propias y la mayoría son chicos que vienen de otros clubes y son todos pedidos de pases. En sub 16 tenemos pedidos de pases, desde principios de año hasta ahora tenemos algo más de 40 pibes.
Y en la sub 23 tenemos 43 más 3 que fueron dos interligas. La mayoría de ese dinero lo juntamos nosotros.
Con este contexto que nombrás donde se complica todo, ¿te dieron ganas de bajar los brazos?
Hay veces que digo '¿para qué me metí acá?'. Yo los fines de semana salía a pasear con mi señora, mi familia, y ahora me la paso en la cancha, y a la vez veo que hay muchos chicos que pasan por mi casa y enseguida se paran a charlar, me saludan, me preguntan qué vamos a hacer hoy, si vamos a entrenar, hay que llevar las pelotas, y eso te empuja a seguir. Pero, bueno, hay veces que necesitás más apoyo, porque prácticamente somos muy pocos los que tenemos el tiempo de estar en el club. Porque hay gente que trabaja mucho, todo el día, y cuando llega a la casa quiere estar un rato con la familia.
Relacionadas
