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'Ruta libre, autos, fierros, fotos y una amistad de años'

03/08/2025
'Ruta libre, autos, fierros, fotos y una amistad de años'

Caminando el tiempo siempre se asoma una historia para contar. Y es casi mágico encontrar a esas personas que tal vez no hubiera conocido si no estuviera persiguiendo justamente historias de vida para contar.
Son esos los pilares de nuestra ciudad, porque no existe un pueblo sin las columnas blancas del ayer, donde se apoya firme el presente y se puede avistar el futuro.
No puedo imaginar a Chacabuco sin cada cimiento de cada relato en primera persona sabiendo que quedan sus huellas marcadas en el tiempo como pisadas en la arena.
Nos encontramos frente al taller mecánico Ruta Libre de Oscar Mattiuz y Eduardo Orlando que desde hace 5 décadas se mantiene abierto, algo que no siempre se puede mantener en el tiempo.
La sociedad en sí ha sido cruzada por diferentes gobiernos y sin embargo está de pie, firme a pesar del día frío de julio que se enmarca justo delante del portón abierto, como avisando que están trabajando.
Y desde la fosa se asoma un joven integrante de la sociedad y conocido servidor de la comunidad de Chacabuco, Diego Rivas.
Diego Rivas es bombero voluntario y también un reconocido mecánico de autos de carreras en diferentes equipos de Chacabuco y la zona.
La pava arriba del garrafín avisa que el agua para el mate ya está lista. Se reúnen en rueda para compartir a otro integrante que con su cuerpito caliente hace más cálida la jornada.
Es increíble ver como llega algún que otro amigo, sólo para unirse a la ronda y entre mate y mate contar vivencias.
¿En qué se especifica su tarea?
'Generalmente hacemos todo lo que es tren delantero del auto.
Siempre dije que no quería hacer mecánica y acá estoy con 79 años.
Es un trabajo de mucha precisión y responsabilidad porque es una parte fundamental de la mecánica de cualquier vehículo.
Por eso decimos que es una tarea casi quirúrgica, desarmar y armar, reemplazar piezas defectuosas o gastadas para evitar potenciales accidentes.'
¿Tenían experiencia previa?
'Si, yo trabajaba en la Ford en la concesionaria de Temistócles Armanini, nos dice Oscar, Eduardo trabajó en la agencia Peugeot o sea que ya veníamos con una experiencia previa. Amén de eso, siempre trabajamos fuera de hora. Le arreglábamos los autos a Ñeco Golía padre, con otro chico que es Norberto Scarafria.
Además hacía cursos de manera obligatoria, eso era parte de mi trabajo y tiene que ver con ser responsables a la hora de tocar el cuerpo interno de un auto, sea cual sea el problema debemos aceptar que un vehículo es también un arma. Si hacés las cosas mal, a la ligera algo malo puede pasar y seguramente habrá consecuencias muchas veces, irreversibles.
Entonces uno crece en la profesión pero no se termina nunca. Y debe seguir  aprendiendo.
No es que una mañana te levantás y decidís poner un taller. Es como una trayectoria, la experiencia y aprender algo cada día.'
¿Hubo años difíciles?
'Cruzando diferentes etapas de nuestro país y a lo largo de tantos años pasamos por tantos gobiernos. El más complicado para nosotros fué el gobierno de Menem, los cuatro últimos años de Menem fueron bravos, nos tiró para abajo y no se podía crecer. No había plata', contundente es la respuesta de Oscar.
¿Cuántas horas por día están en el taller?
'Hemos trabajado en otros años hasta las 7 de la tarde y después volvíamos y trabajamos hasta las 12 de la noche. A veces, no todos los días pero eran muchas horas.'
¿El cliente está firme?
'Sí, por suerte la clientela sigue. Algunos se fueron, otros están siempre. Pero el que se va vuelve, quiere decir que algo estamos haciendo bien.'
¿Colaboraron en algún momento con otra actividad?
'Sí, sí, Muchos años con el karting con Mario Marino, después tuvimos con Fórmula Renault, también con un Fiat 147, le alineamos el auto a Patita Minervino. Estuvimos con Colo Espinoza en las cuatro últimas carreras que corrió.'
¿Se puede decir que es una pasión además de una fuente de trabajo?
'Sí, siempre nos gustó. Calculá que voy a cumplir 80 años y sigo viniendo al taller. Trabajar en lo que te gusta está bueno y hasta que el cuerpo lo permita acá estamos.
Por otra parte, con la jubilación no se llega a fin de mes. Nadie llega, nadie llega.
Pero esto también es una forma de seguir estando en el ruedo, no te quedás en tu casa y nos ayudó mucho este chico más joven, Diego, que está muy preparado y es una buena persona, un amigo.'
Oscar, ¿estuviste en un club de Chacabuco?
'Si, estuve 26 años en River, en la comisión y ahí hacía de todo un poco. Otra pasión que a lo largo de los años me dio muchas satisfacciones porque me gusta mucho el fútbol
Uno de mis hijos jugaba y entonces me acerqué para colaborar y me quedé.'
Diego ¿Ser mecánico viene de la mano de tus raíces?
'Me hice  mecánico con mi viejo que estaba con los autos de carrera en Buenos Aires. Hablé con Oscar y de un día para otro dejé los autos de carrera y me vine para acá. Sigo estando con las carreras porque me gustan, me gustan los fierros. Aprendí este oficio y con los años sigo estando siempre por ahí. El negocio camina y por suerte nunca nos falta esa pasión que no puede faltar para estar acá.
Muchas veces y por causa de la mala economía la pasamos mal pero nunca pensamos en bajar la persiana.'
¿Siempre en este lugar o alguna vez se mudaron?
'Estuvimos en la calle Primera Junta alquilando un taller y después nos mudamos donde estamos ahora."
¿Siempre alquilando?
'Siempre. Hubo tiempos difíciles como ya  dije. Hubo que esperar que todo calme, que los precios se acomoden  cuando se disparaban al diablo pero por suerte el trabajo no faltó aunque a veces es muy poco.'
Desde la fosa se asoma Diego y pregunta con una pícara sonrisa si acaso hoy trabaja solo.
Son esos guiños cotidianos y muy personales. Chistes y cuentos que los acompañan en el día a día.
Así se enfrenta al frío que entra como en su casa por el gran portón abierto. Imposible escapar del invierno crudo porque la persiana se baja muy tarde y  por eso le damos gracias a Dios.
Pedacitos de mañana que luego se llevan puesto a casa. 
Tardes de calor, transpirando la camiseta pero siempre firmes porque eso eligieron y justamente de eso se trata. ¡La persiana no se baja!
Las fotos en la pared son fieles testigos de sus pasos por el automovilismo, carreras, pilotos de nuestra ciudad que conocieron justamente en pleno trabajo de alineación para no fallarle al equipo y lo más importante, que no ocurran accidentes causados por falla humana.
Me los imagino delante de un auto, haciendo de su taller un quirófano y de sus herramientas, una caja de elementos que en sus manos son quirúrgicos.
En las manos viaja la grasa, el aceite, diferentes partes de lo que parece un paciente durmiendo sus rutas, descansando en buenas manos, retocando aquí y allá.
Esas mismas manos calculan y emiten presupuestos, boletas, y entre todo eso el mate caliente que uno de ellos empieza a cebar porque ya son las 10 de la mañana
Porque en algún lugar alguien espera ese vehículo quizás para trabajar, quizás para salir con su familia. 
Manos enredadas con destinos a la hora de salir de vacaciones y el cliente sabe donde deja ese destino.
Luego está la tarea humana, la responsabilidad del conductor, la prudencia, la cautela y sensatez que no viene en cajas ni se ajustan como uno quisiera.
Pero eso es otra historia.
Salimos a la vereda donde nos cruza de lado a lado el frío de Julio. Es el mismo frío que hace ahí dentro, por eso hay que estar bien abrigados aunque sea molesto para trabajar.
Muchos vacacionan, otros duermen, otros trabajan para que salir de vacaciones y dormir tranquilos sea una realidad y no una utopía.
No sólo nos cruza el viento, también uno de los clientes y amigo que sabe que a las 10 de la mañana en el taller Ruta Libre alguien ya está haciendo el mate porque después… después hay que seguir haciendo patria.
¡Gracias Oscar, Eduardo y Diego!

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