'Somos parte de una genética radical que cree en el trabajo territorial'

El próximo domingo 6 la Casa Radical va a ser la sede de la votación de autoridades del Comité Provincia y del distrito local que lleva lista única con Mariano Álaman a la cabeza. Desde las 08:00 hasta las 18:00 los afiliados podrán acercarse para ejercer el voto. Aunque en la ciudad se alcanzó una lista de unidad, los electores deberán definirse por la N°15, Futuro Radical, que lleva a Pablo Dominici como candidato a presidente del Comité, o la N°23, Unidad Radical, que encabeza Miguel Fernández. El actual presidente del Comité Alem, Lisandro Herrera, asegura que la lista N°15 'responde a una genética de la UCR, que cree en el trabajo territorial, que sabe que no va a ser fácil, pero que hay que sembrar un proyecto'. Además, indica que el senador Agustín Máspoli es quien 'auspicia' a la lista oficialista, y que el exintendente Víctor Aiola 'no ha tenido participación en los últimos tiempos de la vida partidaria'. 

-¿Qué expectativas tienen para este domingo?

-Son buenas, a cambio de otros pronósticos, de que el partido no esté a la altura de la circunstancia, o que no sea momento para dirimir cuestiones internas, creo que es una buena oportunidad. Cuando hay cambio de época en la política nacional tal vez es importante movilizar al afiliado para elegir el nuevo rumbo que tiene que tomar el partido, por eso no veo mal que se pueda dirimir, aunque uno entiende, y se pregona que haya instancia de diálogo. No es algo arbitrario. Se dieron los pasos que se tenían que dar, no se llegó a los acuerdos. No es algo para dramatizar, sino para sentir orgullo. El partido tiene todavía esta institucionalidad que en Argentina y en estos tiempos parece que a muchos dirigentes hay que recordarles. Es un buen ejemplo el que damos los radicales el fin de semana. Es un gran ejercicio de la democracia. 

Por supuesto que yo acompaño a Futuro Radical, que está integrada por correligionarios de larga trayectoria. No me gusta hablar de los adversarios porque no tengo nada malo que decir de ellos. Miguel Fernández ha sido un gran dirigente del partido, incluso es un amigo a quien valoro. Pero más allá de eso, desde la cuestión política, estoy convencido que la lista N°15 tiene que liderar el próximo tiempo del radicalismo a nivel provincial. Es una lista acompañada por Federico Storani en los delegados titulares al Comité Nacional, alguien con tremenda experiencia y convicciones, que siempre es bueno escuchar, entre otros. 

-En los últimos comicios habían participado 788 afiliados radicales del partido, ¿hubo un trabajo en ese sentido, esperan más electores?

-Tenemos un trabajo territorial hecho que va a dar resultados sin dudas el domingo. Y va a quedar demostrado que en el territorio hay una fuerza legítima y que legitima al voto. Independientemente de que no se eligen autoridades locales, queda claro que el acompañamiento a la lista 15 va a ser la ratificación de que hay una dirigencia que hoy conduce el radicalismo. Estamos contentos con ese trabajo territorial. Con Evolución Radical coincidimos en este momento en acompañar esta lista para que Chacabuco tenga un buen resultado. 

-¿Qué se juega para el radicalismo en esta próxima elección? 

-Creo que se empiezan a definir un montón de cosas con la conducción partidaria. Sobre todo, hacerle entender al radical que pertenecer al partido no es solo pertenecer a una historia, sino un lugar donde encontrar un proyecto. No podemos discutir si acompañamos o no, tenemos que discutir cosas mucho más importantes. La gente espera mucho más, y si no lo espera, hay que crear y generar una expectativa de un partido de tantos años. Tiene que tener una razón de ser. Esa es la gran diferencia que se juega. Está muy claro que la lista N°15 responde a una genética de la UCR, que cree en el trabajo de base, que sabe que no va a ser fácil, pero que hay que trabajar, que hay que sembrar un proyecto, que hay que dejar de aniquilar cuadros políticos, y que hay que potenciarlos. A nuestro grupo le seduce ese proyecto. 

-¿Qué rol está ocupando el exintendente Víctor Aiola en esta campaña? ¿Cuál Agustín Máspoli?

-No he tenido contacto con el exintendente Víctor Aiola, no tengo novedades políticas de él. No puedo opinar al respecto. En la vida partidaria local, no ha tenido participación en los últimos tiempos. El senador Máspoli representa en Chacabuco la otra opción, él la auspicia. Está militándola. 

-¿Están alineados políticamente Concejo y Comité?

-El Comité tiene una conducción compartida hoy con Evolución, hay muy buena relación con los concejales. Uno pertenece a la Mesa del Partido que fue candidato a intendente y es Alejo Pérez, el resto participan de las actividades partidarias. Creo que lo importante es lo que viene, un tiempo donde se discuta mucho más la política. Lo digo como autocrítica. Se puede abrir más el debate y el partido va a tener un buen desenvolvimiento, porque conozco a los nuevos integrantes, van a ser los motores. 

-¿Qué opinión tenés del acompañamiento de un sector del radicalismo al veto de Javier Milei al proyecto de aumento a los jubilados?

-Estoy totalmente en contra de aquellos legisladores que han acompañado el veto. No son sectores. El partido puede tener en su estructura distintas miradas, las de centro y las progresistas. Pero no se desconoce esa fracción conservadora, históricamente. Eso se discute intramuros. Otra cosa es responder a movimientos espasmódicos de un electorado o una circunstancia política determinada como la que mencionás. Es obligación del dirigente político saber qué representa, dónde está parado, qué partido lo llevó a ese lugar. Sino se convierte en un fraude. Eso no es pluralidad, es una ruptura por intereses externos. No responden a nada, y van en contra de la esencia radical. 

-¿Qué alianzas políticas imaginás post JxC?

-Hoy el radicalismo tiene que ser una fuerza convocante para generar una alternativa. Cuando sos convocante sos quien dirige y maneja la locomotora. Hay que sacarse la modorra de encima, para hablarle a nuestra gente, para madurar una idea y sentarse a trabajar en un proyecto. El radicalismo está en condiciones de hacerlo porque tiene dirigencia a lo largo y ancho del país y 

tiene territorialidad, pero tiene que convencerse de salir a trabajar. El último dirigente que se puso las cosas al hombro fue Raúl Alfonsín. Es el ejemplo que tenemos que tener.