'Tenemos el desafío de mejorar los ingresos'

Los bomberos voluntarios cumplen un rol clave en la siniestralidad y seguridad de Chacabuco, pero su financiación es un desafío constante. El vecino Marcelo Cuozzo, es presidente del cuerpo activo del cual es parte desde principios de los años noventa. En diálogo con Cuatro Palabras se refirió a la situación económica de la institución, la importancia de las capacitaciones que ofrecen a la comunidad, la incorporación de mujeres al plantel de recursos humanos y la búsqueda permanente de nuevas alternativas de ingreso.
Cuando se creó el Radio Club funcionaba adentro del cuartel, ya que había muchos bomberos radioaficionados. Marcelo Cuozzo era radioaficionado, por lo que a su regreso de la ciudad de La Plata -donde estudiaba- quedó rápidamente ligado a la institución por su conocimiento de la radio y los equipos.
Luego paso a ser encargado del área de Comunicación, móviles, ajuste de antenas, equipos, handys; y hace más de diez años que participa en la comisión. 'No me quería comprometer con un cargo tan importante porque implica mucha responsabilidad y yo no disponía de tiempo, hasta que un día acepté', cuenta en diálogo con este medio.
El año pasado varios compañeros le pidieron que tomara la presidencia, y aunque seguía considerando que era un compromiso muy grande, finalmente asumió en el mes de diciembre pasado. Ahora, desde ese lugar reúne al equipo todos los lunes para evaluar la situación, e intentar 'administrar muy bien los recursos, sobre todo en estos momentos'.
-La situación económica y social es compleja, ¿cómo se financian actualmente? -Principalmente dependemos de la rifa, es la única entrada 'genuina' que tenemos. Después recibimos subsidios nacionales, provinciales y desde el año pasado, del Municipio, que a través de la recaudación de la Tasa de Seguridad, nos dan un porcentaje. Pero no nos permiten los subsidios sostener todo el funcionamiento del cuartel. Nuestro mayor costo son los sueldos de la guardia, la secretaría, el contador, el combustible de los móviles. Y por supuesto que con los subsidios no podemos comprar un camión, de Nación recibimos 11 millones y si querés comprar un camión sale 80 millones. Por eso los utilizamos para el cambio de un movil, vestuario, equipos, cascos.
-¿Cómo viene la venta de rifas?
-Se nos está complicando con la rifa porque hace dos o tres años no vendemos la totalidad de los números, siempre nos queda un remanente importante que no nos permite transitar con tranquilidad. De todos modos siempre estamos haciendo algún trabajo extra.
Estamos enfocados en ver qué otra salida podemos darle a la parte económica sin molestar a la comunidad. En O'higgings, por ejemplo, hacen un chancho movil todos los meses, pero después es un desgaste muy grande: la venta de rifas, la cocina, la entrega, te cansa. Estamos buscando la vuelta para que la institución reciba mas ingreso sin perjudicar a la gente.
-¿En qué momento empezó a mermar la venta de rifas?
-Todo arrancó con la pandemia. Hasta el año 2019 veníamos bien, vendíamos casi la totalidad. A partir de ahí tuvimos el inconveniente de que -aunque nos compra la misma cantidad de gente- en vez de comprar tres o cuatro números, compra uno solo. Los vecinos recortan gastos aunque nos siguen apoyando.
-¿Qué tipo de emergencias atiende con mayor frecuencia?
-Generalmente, se han reducido mucho los accidentes gracias a la Autovía. Ahora son incendios, quema de pastizales al costado de la ruta, o accidentes menores. Por ahí hay algún vuelco, algo así, pero en menor medida. De todos modos, hay dos o tres salidas diarias. Obviamente no suena la sirena porque va la guardia.
Y el cuerpo activo brinda cursos de capacitación a empresas de Chacabuco, van formando a los brigadistas. El otro día, por ejemplo, hubo un incendio en Ardion, llamaron a los bomberos y cuando llegaron los brigadistas habían actuado de bomberos y habían apagado el fuego mayor gracias a la capacitación que habían recibido, supieron cómo manejar la situación y hubo poco trabajo que hacer.
-¿Cómo se está reclutando y reteniendo a nuevos voluntarios?
-Hace siete años que se creó el curso de cadetes. A partir de los doce años los chicos ya pueden ingresar y recién a los dieciocho años pueden rendir. De cualquier forma, se arrancó con gente allegada al cuartel porque era algo experimental, por lo que la mayoría son familiares de bomberos.
Eso no significa que llegado el caso de que se necesiten bomberos, no se vuelva a abrir la inscripción para que se incorporen chicos y chicas de toda la comunidad.
-¿Cuántas mujeres se incorporaron al cuerpo?
-El año pasado rindieron cuatro mujeres, es la primera vez en la historia del cuartel que hay bomberas. Están trabajando muy bien, ya estaba diseñana la infraestructura, el sector de baños. SImplemente hubo que hacer algunas divisiones. Ya tienen su lugar.
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