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'Toda la novela la escribí en Chacabuco'

18/08/2025
'Toda la novela la escribí en Chacabuco'

Manuel Crespo recibió esta semana el prestigioso Premio Hebe Uhart de Novela por su obra 'En el cielo un hombre", una historia fantástica ambientada en un futuro cercano. En exclusiva para Cuatro Palabras, el autor dialoga sobre su novela galardonada y también presenta 'Un vidrio', otro libro que también llegó este mes a las librerías.

 

POR MANUEL BARRIENTOS

 

'Fue un proceso de escritura feliz', comenta Manuel Crespo acerca de Un cielo un hombre, el libro con el que acaba de ganar la tercera edición del Premio Hebe Uhart de Novela. El jurado, compuesto por Osvaldo Baigorria, Carla Maliandi y Leo Oyola, seleccionó esta obra entre 331 novelas originales e inéditas provenientes de 72 localidades de la provincia de Buenos Aires. El premio consiste en $3.000.000 y la publicación de la obra en la colección Nuevas Narrativas de Ediciones Bonaerenses, el sello editorial del Gobierno provincial.

Manuel Crespo nació en 1982 en Capital Federal, pero luego hizo la escuela secundaria en el Colegio Parroquial de Chacabuco. Con la pandemia, decidió volver con su familia a nuestra ciudad y, en ese tiempo, aprovechó para escribir esta novela que le permitió obtener el Uhart.

No es su primer galardón: con su novela Los hijos únicos había obtenido en 2010 el Concurso Nacional Laura Palmer no ha muerto. Y su primer libro de cuentos, Fosfato, fue premiado en 2018 por el Fondo Nacional de las Artes.

Cuando uno envía una novela a un concurso, en algún punto tiene expectativa de ganar, más allá de que la mayoría de las veces eso no ocurre. 'Envié cuentos y novelas a un montón de certámenes, y algunas veces he tenido la suerte de ser el ganador. Cuando eso ocurre, es una satisfacción grande', dice. 

Sin embargo, considera que el premio es un momento de disfrute, no una herramienta para construir una "carrera": 'No creo que un premio tenga un valor intrínseco o estratégico para construir una 'carrera', pero sí te brinda la satisfacción que dura lo que dura y después sigue la vida. Pero este es el momento y es lindo, sería tonto negarlo'.

Crespo describe el proceso de escritura de la novela como algo inusual: 'Me cuesta muchísimo escribir, suelo pasar por muchos borradores hasta que llego al final del proceso, pero justo en este caso fue una escritura feliz'. 

Hace un montón de tiempo había escrito un cuento, pero lo había olvidado por completo. En una charla en Buenos Aires, un amigo también dedicado a la literatura le preguntó qué estaba escribiendo y él le dijo que nada. Entonces le recordó aquel relato y le sugirió seguir trabajándolo. En el colectivo, de vuelta a Chacabuco, la idea siguió dándole vueltas hasta encontrar una luz precisa: 'Es como si se me hubiera armado todo el libro en la cabeza en ese viaje. Así que llegué y me senté a escribirlo'. Así, durante todo 2023, la novela se fue creando con fluidez.

'Un cielo un hombre' es una novela fantástica, que comienza con un personaje que intenta suicidarse y se lanza de un edificio. Pero, en vez de impactar contra el suelo, queda congelado en el aire. 'Toda la narración se centra en este suceso inexplicable que nadie puede entender, en el que el mundo y la ciudad cambian alrededor del personaje suspendido', explica.

Aunque la ciudad no tiene nombre, se asemeja a Buenos Aires, y en un pasaje se menciona una 'ciudad rural y distópica' similar a Chacabuco. Esta obra se distingue de sus trabajos anteriores, que solían transcurrir en la Pampa sojera. Más allá de las localizaciones, hay un hilo que parece anudar las obras de Crespo: su preocupación por el futuro de este planeta descuidado ante el cambio climático y la contaminación ambiental.

Las influencias para esta novela son variadas: 'Son todos grandes nombres, a los que ni remotamente me comparo'. Menciona autores como Jorge Luis Borges, J.G. Ballard, Marcelo Cohen e Isaac Asimov, y define su obra como 'un intento de una novela panorámica medio kafkiana'. Los capítulos alternan entre un narrador 'más abierto' que describe una realidad global y otro que cuenta situaciones más íntimas. 'Pero entre cada capítulo pueden pasar décadas o siglos', dice.

En el 2011, un vidrio escondido en un guiso de lentejas dejó a Manuel en coma farmacológico. Tenía 28 años. Fue un milagro que despertara un mes después, extremadamente flaco, con el esófago partido, lleno de cicatrices y con un futuro incierto. Ese hecho autobiográfico, insólito y angustiante, es el origen de 'Un vidrio', la otra novela que también publicó de forma reciente la editorial artesanal Ninguna Orilla, que lleva adelante un grupo de amigos. Ese libro acaba de ser presentado en la FED de Buenos Aires y ese sábado pasó por La FELÍ, la Feria de Editoriales y Librerías Independientes de Junín.

 

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