'Tuve fuerzas para seguir adelante'

Candela Ponce se preparó física y espiritualmente para la peregrinación con gran entusiasmo. Realizó caminatas previas junto a otras peregrinas, pero una fascitis plantar la obligó a detenerse temporalmente. A pesar del miedo, su deseo de participar era inquebrantable. La kinesiología y los masajes la ayudaron a recuperarse, y decidió hacer la peregrinación, confiando en que la Virgen la acompañaría. Durante el recorrido, Candela experimentó momentos de cansancio y duda, pero asegura que la imagen de la basílica y el apoyo de otros peregrinos la fortalecieron. 

Candela Ponce fue una de las tantas vecinas y vecinos que participaron de la última peregrinación que se llevó a cabo el pasado sábado 5 de Octubre. Se preparó con anticipación para este evento, sin embargo, durante una de estas caminatas, una fascitis plantar la obligó a detenerse. A pesar del miedo a que el dolor reapareciera, su deseo de participar era inquebrantable. Se sometió a kinesiología y masajes, y decidió continuar, confiando en que la Virgen la acompañaría. Además de no practicar ninguna actividad, lidiaba con un cuadro de tos. Pero espiritualmente, Candela sentía una profunda conexión con la Virgen María. Sabía que la esperaba en Luján y necesitaba ese encuentro. Previamente, había visitado San Nicolás y participado en la fiesta de la Virgen. Pero, asegura, la peregrinación era algo especial para ella, ya que había realizado una similar siete años atrás.

No tenía expectativas concretas, simplemente deseaba encontrarse con la Virgen. Recordaba con cariño el servicio de los grupos de apoyo del año anterior, que la habían llenado de amor y esperanza. Para ella, la peregrinación era como la vida misma: un camino con altibajos que conduce a un encuentro especial.

Lo que impulsó a Candela a caminar hasta Luján fue -indica- su fe, que la sostenía en los momentos difíciles. Deseaba agradecer a la Virgen por todas sus bendiciones, especialmente por sus hijas y también pedía por la salud de su madre y por otros milagros que había experimentado en su vida.

Durante el camino, hubo momentos de duda, especialmente después de una parada luego de pasar el primer puente. Sin embargo, al pensar en la basílica y en la posibilidad de entrar, encontró la fuerza para continuar.

Candela experimentó varios momentos de conexión espiritual a lo largo del camino. Un matrimonio mayor la bendijo, y el ver a familias enteras peregrinando la conmovió profundamente.

Compartir el camino con Caro, su familia y Aldana fue una experiencia enriquecedora. El apoyo mutuo las fortaleció y las ayudó a disfrutar de la peregrinación.

Al llegar a Luján, Candela sintió una inmensa alegría. 'Poder entrar a la basílica y encontrarse con la Virgen fue un momento inolvidable', dice. Expresó su gratitud y sus peticiones, sintiendo el amor maternal de la Virgen. El apoyo de su familia que la esperaba en Luján completó una experiencia transformadora.

'La experiencia es increíble' 

Nicolás Golía no se preparó físicamente, el viernes a la noche decidió ir, no estaba anotado, se fue en su auto solo, y se encontró con muchos amigos de la pastoral de Mercedes y Luján. Aunque no llegó a completar la peregrinación, ya lo había podido hacer en otras oportunidades, y disfrutó el camino. 

Nicolás Golía no estaba preparado físicamente pero sí con mucha fe en Dios. Sus expectativas eran sencillas: conocer gente, conversar y rezar con tranquilidad. Para él, la caminata era una oportunidad para conectar con su fe de una manera más profunda y relajada.

Impulsado por la gratitud hacia Dios, decidió emprender el camino hacia Luján. Su motivación principal era agradecer por todo lo que había recibido: 'nada para pedir ni reclamar'. 

Durante la peregrinación experimentó un momento de indecisión. Debido a que había dejado su auto en Liniers y viajaba solo, decidió regresar antes de llegar a Luján para poder viajar hasta Chacabuco. Y aunque se perdió la parte final del recorrido, disfrutó mucho de la experiencia. Reconoció la importancia de llegar a Luján y asistir a la misa, pero valoró igualmente el tiempo que pasó caminando, rezando y conectando con los demás. 

En diálogo con este medio expresó su deseo de repetir la experiencia en el futuro, pero esta vez viajando en combi con un grupo para disfrutar de la compañía y poder llegar hasta el final del camino.