Arriba de los granos

El ritmo de la liquidación de granos viene lento, por debajo de lo esperado por el Gobierno nacional. El dólar bajo y las amenazas presidenciales de volver a subir las retenciones en julio abrieron dudas y enojos en el campo, pese a las expectativas que había generado la paulatina apertura del cepo cambiario. Esta situación encendió las luces de alarma en el equipo económico del Gobierno nacional, que se vio obligado a entablar una reunión este viernes con representantes de toda la cadena agroindustrial en la Bolsa de Comercio de Rosario.  Allí, los funcionarios ratificaron la estrategia de flotación del tipo de cambio y aseguraron que la macroeconomía se mantendrá ordenada durante todo el año, porque cuentan con los dólares necesarios para evitar fluctuaciones bruscas. Desde el agro reclamaron la baja de impuestos, en especial de los derechos de exportación. Luego de las dudas que habían generado las lluvias constantes de principios de enero, ahora se estima que la cosecha podría ser mejor de la estimada, alcanzando las 46 millones de toneladas en el caso de la soja y las 48 millones de toneladas para el maíz.Por estos días, las ventas están destinadas a cumplir compromisos ya tomados, en especial aquellos que tienen deudas en el arrendamiento de las tierras o la adquisición de grandes maquinarias. Pero las cuentas no terminan de cerrar para los productores rurales.  Es un panorama preocupante que, como estiman los propios especialistas del mundo agrícola, podría impactar en las ya alicaídas economías de ciudades como Chacabuco a partir del segundo semestre del año.  Una mejora de los precios internacionales de los granos, la elevación del tipo de cambio hasta la zona alta de los 1400 pesos por dólar o una rebaja en las retenciones podrían ser alguno de los factores que incentiven las ventas y destraben el panorama que se observa por estas horas.