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Buceando en el corazón de Chacabuco. Historia de la Casa de la Cultura

16/11/2025
Buceando en el corazón de Chacabuco. Historia de la Casa de la Cultura

Por Sonia Elisabeth Rubino

Uno puede vivir mucho tiempo en una ciudad, en un pueblo, una comunidad, pero nunca termina de conocer su pasado.
Por suerte quedan registros, nombres de calles y barrios que nos atraviesan con dudas y certezas. 
No siempre la curiosidad progresa, la intriga a veces queda flotando hasta que nos envuelve otra situación y todo vuelve a ser algo así como una materia pendiente.
Caminando por la intersección de las calles Fages y Moreno hay un barrio, una capilla y también una plazoleta. Un cartel que reza 'Barrio Santa Emilia' me lleva a buscar entre las ramas de éste árbol que comienza con la llegada a nuestro país de las familias Ballestrini-Callone.
Sabemos que Emilia Ballestini era de una familia de Italia muy adinerada.Tenían una fábrica de aviones entre otras cosas.
Cuando Emilia se enferma, Ida, la abuela de Mario, es quien se queda cuidando a su madre. Su amor había quedado allá en Italia. Un amor y toda la esperanza del reecuentro. Pero se enferma su progenitora y se queda a su lado hasta que en el año 1930 fallece Emilia.Ida tenía 50 años.
Nunca se casó. Postegó su vida para hacerse cargo de la familia y todas las obligaciones que eso significa y crió a la madre de Mario, Bertha.
¡Quién sabe si sufrió por ese amor que quedó trunco quedó!
Con ella se fueron sus deseos de formar una familia, lágrimas tal vez derramadas y silencios cargados de pena.
Cuando la familia se instala en Chacabuco arraigan justo ahí donde hoy están construidos los colegios secundarios.Un lugar que se inundaba a tal punto que era conocida como 'La laguna de Callone'
Allí contamos que estaba la cervecería, comenzaron su vida y planificaron la gran casa y una familia muy grande que se fue entrelazando con vecinos de Chacabuco hasta llegar al día de hoy y  yo estar hablando yo con uno de sus descendientes, Mario Fadel.
¿Qué recuerdos tenés de tus padres?
'Ellos se llamaban Bertha Carlina Callone y Adolfo Fadel. Se nos perdieron muchas fotos pero se casaron el 21 de septiembre del año 1951 en la ciudad de Luján. El padrino de papá, Miguel, era el tío de él y manejaba la Basílica. No era sacerdote, era laico. Estaban ahí siempre, era libanés pero los casó y le hizo la reunión en una confitería que estaba enfrente de la basílica y que se llamaba El Águila.
Y pagó todo él. Después en Chacabuco hacen una fiesta íntima en la casa.
También me contaron que estaban los pintores que habían llegado de Italia, haciendo retoques. Ellos fueron  invitados al casamiento. Estaban en Argentina justamente para trabajar en la casa.
Cuando van por la ruta, camino a Buenos Aires, cerca de Chivilcoy, tienen un accidente y uno de ellos falleció en el siniestro. Lo recuerdo bien porque siempre lo repetía mi tía Landa. Quedó algo así como un mal recuerdo que también escuché entre telones.
Como ya dije no se hablaba mucho delante de los chicos o se hablaba en italiano. Incluso encontré cartas que eran enviadas por la familia también en italiano."

¿A qué escuela fuiste?
'Nosotros fuimos la primera promoción de la Escuela Parroquial cuando estaba en la calle 9 de Julio. una de mis maestras fue Blanca Michelli, éramos sólo varones y después  ya en la secundaria lo hicieron mixto. En esa época estaba el Padre López.'

¿Qué pasa con la cervecería?
'En 1961 cerraron la cervecería, es decir, vendieron la concesión a Pérez y Cía.'
 

¿Qué pasa con ese lugar dónde estuvo su primera vivienda?
'Ese lugar fue donado única y exclusivamente para fines educativos pero antes de edificar los colegios los vecinos recuerdan una pista de karting. Hoy en día allí funcionan los colegios en sus cuatro niveles y para su inauguración vino a Chacabuco el Ministro de Educación de la Nación.'
 

¿Y la casa que se construyó en calle Moreno?
'Ese lugar se vendió a la familia Donadío y más adelante en plena dictadura la adquiere la municipalidad estando como intendente de Chacabuco Carlos Laviano. Así el inmueble pasó a ser patrimonio municipal y tras su adquisición se fue transformado en lo que es hoy la Casa de la Cultura de la ciudad.
En noviembre del año 2024 la iniciativa para declararlo patrimonio histórico cultural recibió despacho favorable de la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires.
Hoy día lleva el nombre del escritor chacabuquense desaparecido en dictadura Haroldo Conti.'

¿No fue una donación?
'No, no, fue una adquisición del Municipio para los fines que hoy tiene.'
 

¿Cómo es qué se hace un barrio con el nombre de Emilia ?
'Esos solares tienen una larga historia y fueron loteados. Ahí está ahora el barrio 'Santa Emilia'.
La familia donó los terrenos donde se construyó la escuela 27, el jardín de infantes y la capilla que está sobre calle Fages'.
Y necesito ir más allá de la charla con Mario para referirme a una persona que trabajó y mucho en lo que es la oferta que nos propone entrar a esa casa con tanta historia.
La querida e incansable Daniela Prieto que llevó los archivos desde la Municipalidad a la Casa de la Cultura junto a su familia y vecinos para crear el Museo y Archivo Histórico Municipal 'Profesor Oscar R. Melli. Anexo 'Daniela Prieto'
Bajo el lema' Atesoremos la Historia de Chacabuco así tendremos un mejor recuerdo de nuestra tierra y de nuestra gente.' Daniela fue una pionera y lo dio todo sin descanso para dejar ese legado desde dónde registros, trabajos, libros y fotos entre otras cosas quedan como testigo de una ciudad que crece pero nunca olvida de dónde viene.
De su mano recorremos el pasado que todos los chacabuquenses tenemos en común y eso se mantiene intacto y atesorado en una de las salas que como digo siempre, arrullan y narran la historia.
Cuenta con 22 secciones y es un recorrido que nadie se puede perder. Allí quedó junto a la pluma del profesor Oscar Melli su trabajo. Allí planificó y seccionó durante horas cada material para cobijar esos recuerdos. 
El Anexo 'Daniela Prieto' se inauguró el 23 de diciembre del año 2022  y es una construcción que se encuentra en el patio trasero de la Casa de la Cultura.
Es visitado por escuelas y todo aquel que quiera subirse a un viaje al pasado.
Didáctico y lleno de objetos que no podemos pasar sin detenernos, cuenta con un proyector que permite pasar películas temáticas a las escuelas y jardines que lo visitan.
Después de la partida de Daniela hay muchas manos trabajando para mantener el lugar acorde a lo que significa y que tal vez desconocemos.
Daniela Prieto es reconocida por su incansable voluntad solidaria y su invalorable aporte a la cultura local. Desarrolló por más de 40 años una invalorable, desinteresada y casi anónima tarea en pos de la cultura local y su enorme esfuerzo de tener un lugar físico para el Museo y Archivo Histórico de alguna manera y hoy, recorriendo el lugar sentí que aún nos guiaba.
Hay una comisión de vecinos que de manera desinteresada colaboraron para trasladar, clasificar y rotular a la par de su creadora esa obra que nos remite a un Chacabuco con su impecable historiografía.
Hoy siguen su obra hijas y nietas para que nada de ese invalorable material nunca se pierda en el tiempo.
Tiempo…¡Qué palabra que acude a mi mente justo ahora que termino de contar y cómo he podido, un pedazo de tiempo! .
El tiempo es tirano, se agota y nos condiciona. Aún así intentaremos ganarle una pulseada aunque tal vez no haya tantos registros y los álbumes de fotos se hayan perdido teniendo en cuenta que una foto era un documento original, no había copias ni la tecnología que hoy nos permite recuperar si algo se pierde.
Eso hace que cada cosa sea más valiosa aún, inclusive y no menos importante, la memoria.
Por ese y otros motivos hay muchas cosas que quedan titilando, otras que nunca se van a conocer. Secretos y susurros para que escuchen los que deben hacerlo y nadie más.
Me queda la sensación de que almas flotan queriendo contar más pero la época no permitía poner en el tapete todas las vivencias de una familia fundadora de familias, escuelas, barrios y capillas.
Seguramente porque por un instante dejé de ser objetiva y me dejé atrapar por las memorias, los relatos ,murmullos y los  hechos que acunan cada una de las instalaciones. Tal vez porque mi fantasía es muy traviesa y escuché los rumores y hasta los silencios que me llaman desde una de las salas que me cuenta una historia de amor.
Mario desconoce esta versión pero me da permiso para que yo la cuente como si fuera un mito y de hecho así está, pero no puedo ignorarla.
Una mañana esos susurros me contaron que esa casa fue diseñada para una hija de la familia que se casaría con un conde.
Ese matrimonio no se realizó porque el novio nunca llegó o tal vez ella no pudo viajar. Quién sabe!
Esa parte de su vida se lo llevó con ella y nunca lo vamos a saber.!
Y esta historia no llega al fín porque jamás se termina. Siempre habrá más para descubrir aunque haya que buscar y como digo siempre, debajo de cada baldosa.
Chacabuco sigue latiendo y mientras eso pase, hay historias que contar.
¡Gracias Mario! y un agradecimiento inmenso a Celeste Fadel, hija de Mario, que tramitó la entrevista, nunca desestimó mi intensidad, me brindó datos y fotos para que y como ella misma dice, ¡Está bueno que se sepa la historia de mi bisa!
¡Gracias Celeste!

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