Chocolate por la noticia

El último sábado se presentó ante la Justicia, Julio 'Chocolate' Rigau, quien está denunciado por manejar decenas de tarjetas de débito de empleados de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Los medios hegemónicos festejan que el próximo viernes, a 48 horas de las elecciones, se realice el peritaje del teléfono de Rigau y puedan aparecer nombres vinculados a candidatos de Unión por la Patria. Mientras tanto, en Chacabuco, hay dos senadores de Cambiemos que manejan cajas millonarias de recursos y también decenas de tarjetas con las que se recauda dinero que tampoco llega a la política. Una caja de pandora que nadie quiere abrir y que pasadas las elecciones quedará en el olvido para que el sistema de representación popular siga en libertad condicional.
En la semana previa a los comicios del próximo 22 de Octubre, en medio de un proceso electoral muy particular, el mas impredecible desde el retorno de la democracia, cada uno de los tres candidatos que disputan la presidencia juega todas sus fichas. Patricia Bullrich es quien aparece con menos posibilidades de ir al balotaje, aunque para forzarlo vuelve a contar con el brazo extendido y endemoniado de los medio de comunicación dominantes junto con parte de los servicios de inteligencia, que empleados o desempleados, en algún momento fueron dependientes de la ex Ministra de seguridad. Corrida Cristina Kirchner del escenario, fue necesario apelar a la instalación de aquellos temas que puedan poner en riesgo la posibilidad de que Sergio Massa llegue con vida al 19 de noviembre e incluso impedir que Axel Kicillof logre su reelección. Está claro que los carpetazos encuentran tierra fértil en las andanadas de la mayoría de los dirigentes de la política, aunque siempre se instale la idea de que la corrupción solo tiene que ver con el peronismo.
Uno de esos casos tiene impacto en el pago chico. Nos referimos al conocido puntero político con domicilio en la ciudad de La Plata Julio 'Chocolate' Rigau, quien el último sábado se puso a disposición de la justicia y se estima, o casualidad, que el día viernes se realizará el peritaje de su teléfono donde esperan descubrir quienes eran los socios, empleadores y/o contratantes ocasionales del ya famoso tarjetero.
La hipocresía al palo
Es escandalosamente llamativo como la política local, en particular Juntos por el Cambio, evitan la instalación de este tema en nuestra ciudad. Está claro que el peronismo, en principio, sufre el daño porque se supone que Rigau solo trabaja para legisladores del PJ o espacios satelitales. La Libertad Avanza en esta zafa porque solo tiene dos años de historia y ademas promete, por ahora, terminar con todos los conchabos de la política. Lamentablemente, el tema de los tarjeteros tiene mas o menos dos décadas de 'institucionalidad'. Digamos desde que se implementó el cobro a través de cajeros automáticos. Con esa lógica de recaudación se maneja parte de los recursos de la política que nadie está dispuesto a transparentar. A esa gavilla pertenecen los dos senadores de Juntos por el Cambio, Agustin Máspoli y Marcelo Daletto. Por información a la que tuvo acceso este diario, hay decenas de personas que aparecen de manera directa o indirecta ligadas a las partidas presupuestarias 'módulos' de cada uno de ellos y/o vinculados al bloque político, que no prestan servicios habitualmente o directamente nunca. En privado, cualquier dirigente vinculado a ese espacio reconoce esto como una realidad preexistente y que a pesar de las promesas de Cambio no sólo no hicieron nada al respecto sino que ademas se sumaron a esas prácticas. Los mas atrevidos, despotrican en vos baja, que el agravante, tanto en el caso de Máspoli como de Daletto, es la falta de presencia territorial, el desentenderse de los problemas cotidianos de los vecinos y de las instituciones, con lo cual todo indica que casi la totalidad del dinero que recaudan de los cajeros va a parar a sus ahorros.
De que se trata
Los tarjeteros son empleados a media o literalmente prestanombres que a cambio de firmar un contrato como empleado de la legislatura o incluso ser parte de la planta permanente devuelven parte, todo o casi todo el dinero que reciben. También están los privilegiados que sin prestar funciones perciben la totalidad de los haberes que en muchos casos supera el medio millón de pesos. Pero, aunque nadie se va con las manos vacías, en muchos casos es muy poco lo que les dan a cambio. A veces solo el acceso a la obra social. Esas tarjetas son el camino para transformar en dinero la millonaria cantidad de recursos que maneja cada legislador, en el caso de los senadores provinciales el costo total anual es de unos 40 millones de pesos por mes. Eso se reparte con el formato de módulos y los módulos se asignan según la importancia de cada banca en cuanto al volumen electoral que indirectamente puedan representar. En el mundo de la política esto no es ninguna novedad, lo que sobrevuela desde la aparición de 'Chocolate" es el temor a una debacle que pueda poner en riesgo todo ese sistema de financiamiento oscuro. Y el mayor de los temores, a menos de una semana de las elecciones, es que este escándalo no lo capitalice Juntos por el Cambio, que está claro que no cambian nada, sino la Libertad Avanza de Javier Milei.
En una reducida mesa del poder local, se habla de estas cosas y se maldice a los cuatro vientos que la puesta en escena de esta cuestión se pueda llevar a todos en la volteada. Lo mas probable, es que nada de esto ocurra. Seguramente, pasadas las elecciones del domingo o las del 19 de noviembre todo quedará escondido bajo las siete llaves. Será también una decisión de los medios hegemónicos para que la política continúe con su status quo y libertad condicional.
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