Cómo definir prioridades en tiempos difíciles

LA ECONOMÍA DE LOS ADOLESCENTES Y JÓVENES

Durante la primera semana de vacaciones, recorrimos el microcentro de la ciudad para saber cómo impacta la situación económica en la billetera de los adolescentes y jóvenes de nuestra ciudad. Cuáles son las prioridades, algunos precios de lo que eligen consumir y la relación de los gastos con la precaria oferta laboral.

Atravesar la adolescencia y los primeros años de juventud tiene el encanto del despertar de muchas de las mejores cosas que recordamos a lo largo de nuestra vida. También tiene las dificultades propias de las restricciones que implica la falta de independencia económica y los mandatos familiares. Todo esto queda atrás cuando se atraviesa el umbral de la puerta y uno siente que es definitivamente libre. De cualquier modo, la realidad manda. Los tiempos han cambiado y los avances tecnológicos imponen formatos de comunicación y consumo que impacta en el corazón de la economía familiar. Si el dinero siempre fue una limitación a nuestras aspiraciones, esto se verifica más aún en tiempos de crisis. Para saber cómo piensan y actúan los jóvenes frente a esta cuestión, nos dimos una vuelta por la plaza San Martín, que desde todos los tiempos es el epicentro de los encuentros de pibes y pibas, y que a pesar de la llegada de los celulares, todavía muchos cruzan en ese lugar el flechazo del primer amor. 

Que hacen los jóvenes cuando no duermen

Si bien hay cierta timidez a la hora de intentar el diálogo, Cuatro Palabras se acercó a través de nuestra colaboradora Ludmila Vita, quien pudo interactuar con diferentes grupos que estaban esparcidos por el principal paseo público de la ciudad. De ese diálogo queda en limpio que las opciones de la noche son los boliches bailables y cervecerías principalmente. Dentro de esas alternativas y relacionadas con los precios de lo que pueden consumir, aseguran que en los últimos seis meses los aumentos han sido 'exorbitantes'. Por ejemplo: un vaso de cerveza cuesta no menos de $2.500, la entrada a los boliches va desde $1.500 hasta $6.000, y para un trago en ese lugar tenes que disponer de por lo menos $3.000. Cualquier número rápido que se hace, muestra que el presupuesto mínimo de una billetera juvenil, solo para una noche no puede bajar de los $10.000, donde se puede incluir una previa, pero en todos lo casos haciendo gala de austeridad.

Los adolescentes

Cuando hablamos con los más chicos, los que recién empiezan por los cumpleaños de quince e intercalan con alguna salida nocturna, vemos que el dinero que pueden disponer lo utilizan durante el día. En el último tiempo se impusieron algunos lugares donde las pibas y pibes se encuentran para merendar y según cuentan, lo más básico, que puede ser un café con leche con dos medialunas, rondan los $3.000 de promedio. Si dentro de esa opción de gasto pensás en algún tostado con una limonada o una gaseosa, el número  puede trepar a los $5.000 según el lugar.

Los que empiezan a trabajar

Como dice Federico Luppi en Martín H, 'estudiás o trabajás, si hacés las dos cosas mejor'. El reconocido actor expresó de manera muy llana un mandato que atraviesa a varias generaciones. Algunos de los números, que solo a modo de ejemplo utilizamos en esta nota, dan cuenta de lo complicado que puede ser para una familia tipo, con dos o tres hijos adolescentes y/o muy jóvenes. Está claro que cuando al gasto extra del fin de semana se suma el colegio y la vestimenta, no hay presupuesto que aguante. Por eso no son pocos los que desde muy chicos tratan de conseguir algún rebusque laboral que les permita acceder lo que para los papás se hace imposible. Dentro de esa franja están los que ya terminaron el colegio secundario, eligen seguir opciones educativas en la ciudad y mientras tanto tener algún trabajo de media jornada o jornada completa. 'No es facil hoy conseguir un empleo, mucho mas si necesitas tiempo para estudiar y planteás como opción cuatro o cinco horas diarias', comentan en uno de los grupos de esa franja etaria y agregan ' si es que tenes suerte y consigues algo de eso, lo que te ofertan  es muy poco dinero y casi siempre sin registrar'. En este grupo, destacan que sus presupuestos de gastos son mayores, muchos ya tienen carnet de conducir y en la familia le empiezan a prestar el auto, o tienen una moto y entonces aparece el tema del combustible. 'Ponés diez litros de nafta, haces una previa, entras al boliche y solo tomas un trago y se te fueron $25.000'. 

Al final de cada charla, todos coinciden en lo mismo, está muy difícil la situación, es complicado rebuscársela porque los recursos son siempre escasos. Claro, tienen una gran ventaja, son muy jóvenes, piensan que en algún momento pueden estar mejor, pero fundamentalmente tienen la capacidad de vivir el momento de la mejor forma posible. 

Colaboracion: Ludmila Vita