COMO HIJA DE UNA AFILIADA AL PAMI, NO PUEDO CALLARME (II)

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¿Qué pañales está entregando hoy el PAMI? Una estafa silenciosa contra nuestros jubilados.

Hoy vuelvo a hablar como hija. Como abogada. Como ciudadana.

Y esta vez lo hago con más indignación que antes.

Después de la implementación del nuevo sistema de distribución de pañales del PAMI —ese que supuestamente venía a 'mejorar'— estamos viendo las consecuencias concretas: pañales de pésima calidad, que no absorben, que irritan la piel, que se rompen. Productos indignos, que no resistirían una auditoría seria. Pero son los que están llegando a nuestros jubilados.

¿Quién controla esto? ¿Quién se hace responsable?

Porque mientras las farmacias eran parte de una red con cierta trazabilidad y exigencias sanitarias, hoy todo está tercerizado en empresas sin rostro, sin controles públicos y, en muchos casos, con antecedentes más que cuestionables.

¿Dónde está el Estado que debería cuidar a sus mayores?

Mi mamá es una de las millones de personas que dependen de estos insumos para su salud, su dignidad y su día a día. Y no está recibiendo lo que necesita. Como ella, hay miles que están padeciendo el abandono, la desidia y, probablemente, la corrupción.

Sí, corrupción. Porque cuando se reemplaza un sistema que funcionaba por otro opaco, cuando se sacan intermediarios regulados y se ponen empresas privadas sin licitación pública clara, hay algo que huele mal. Y no son los pañales, es el negocio.

Me pregunto: ¿cuánto están pagando por cada pañal entregado? ¿Quiénes son los proveedores? ¿Por qué nadie responde?

Esto no es una queja menor. Es una violación a los derechos de los adultos mayores, protegidos no solo por nuestra Constitución, sino también por tratados internacionales.

Y en este contexto, con un presidente que se permitió llamar 'viejos meados' a nuestros jubilados, no puedo más que alzar la voz y exigir que esto se detenga.

???? Como hija, no me voy a callar.

???? Como abogada, voy a seguir denunciando.

???? Como ciudadana, te pido que no mires para otro lado.

Porque hoy es mi mamá.

Pero mañana puede ser la tuya. O vos. O yo.