Continúa la hegemonía brasileña

Por Juan Pablo García

El próximo 30 de noviembre se disputará la final de la Copa Libertadores en el Estadio Monumental de Núñez entre Atlético Mineiro y Botafogo, dos conjuntos brasileros, por lo tanto, el trofeo volverá a esas tierras como viene sucediendo en siete de las últimas ocho ediciones de la máxima competición del continente, que a su vez, será la cuarta oportunidad que la definirán dos de este mismo país. Casi meten el pleno en la Sudamericana, pero Racing le impidió al Corinthians ser finalista, pero en esta competición los campeones van variando, sin embargo por cuarta vez consecutiva hay una presencia verdeamarela en la gran definición, este año con Cruzeiro.

Está bastante claro que la liga brasileña se transformó en la reina de Sudamérica, con planteles casi europeos, jugadores de primer nivel y una economía extraordinaria  a comparación del resto de los sudamericanos. Esto es posible gracias a la competitividad que hay en el Brasileirao, la cual cuenta con 20 equipos y absolutamente todos pelean por algo, ya sea para entrar a copas internacionales o a salvarse del descenso. De esos 20 clubes que hoy componen la Serie A Brasileña, 12 se clasifican a certámenes continentales (6 a Libertadores y 6 a Sudamericana) y 4 descienden, dejando un hueco de 4 clubes que al final del año se quedan sin ir a las copas, pero manteniendo su lugar en primera división. Hasta puede achicarse ese número y pasar a ser solamente dos, ya que si Cruzeiro gana la Sudamericana libera un cupo y habrá otro que tenga su clasificación y está por demás de aclarar que por la Libertadores también dejan un boleto libre.

¿Qué quiere decir esto? que todos pelean por algo, que obligan a los clubes a tener planteles competitivos para poder ir a alguna copa internacional o salvarse del descenso, el cual no está programado para los clubes más chicos, ya que el año pasado descendió Santos, un grande no solo de Brasil, sino del continente, Paranaense hoy está en zona roja, siendo un equipo que en 2021 ganó la Sudamericana y en 2022 jugó la final de la Copa Libertadores. También está cerca el Corinthians, semifinalista de la Sudamericana y Fluminense, último campeón de la Libertadores.

Clubes grandes con peligro de descenso, donde en Brasil no es un tema tabú como si lo es en Argentina, que eliminan los descensos dandole un premio injusto al que hizo mal las cosas durante todo el año. Donde además, en la Liga Profesional hay al menos 15 clubes que no pelean por nada y ahora mucho menos tras la eliminación de los descensos para ser una liga de 30 equipos el año entrante.

Un claro ejemplo del nivel de la liga brasileña, es que Atlético Mineiro, que marcha en el puesto 10 del campeonato, es el finalista de la Copa Libertadores, eliminando a River, el de mayor presupuesto en Argentina y actualmente 6º en la Liga Profesional. El que va bien es Botafogo que es puntero. Si vamos a la Sudamericana, Cruzeiro se encuentra 8º.

La liga brasileña también tuvo su pasado oscuro, por decirlo de alguna manera, porque supo lo que es tener un torneo de 28 equipos en el año 2001, que no iba a durar demasiado, ya que rápidamente fueron depurando equipos para llegar al 2006 a los 20 clubes y desde entonces el formato se mantiene vigente como el actual, sin modificaciones, ni antes, ni mucho menos durante la competición. Esto demuestra la organización del campeonato, que fueron por el objetivo de hacer crecer el fútbol y la competitividad, que ser un equipo de primera división sea un privilegio

Vale mencionar también que en Brasil hay SAD, que son 7 de los 20 clubes que hoy están en primera división, que se empezó a implementar este sistema de privatización desde 2021, pero que recién ahora vemos que estos clubes están luchando por los títulos, ya que tanto Mineiro como Botafogo son Sociedades Anónimas, como también el Cruzeiro. Anteriormente, Flamengo, Palmeiras y Fluminense fueron campeones de la Libertadores siendo Asociaciones Civiles. Lo que demuestra también que no son necesarios los capitales extranjeros para sobresalir en el fútbol sudamericano, porque en Brasil los ingresos son muy elevados, que no hacen ni falta del aporte privado.

Por mencionar un ejemplo, Flamengo recibió en 2023 una cantidad de 55 millones de dólares solamente por derechos de televisación y Paranaense, con más de 8 millones, fue el que menos recibió, superando ampliamente lo que reciben los clubes más importantes de Argentina, como Boca que el año pasado cobró 2 millones. Este es otro punto que refleja lo bien vendido que está el campeonato, que hoy no solo es la mejor de América, sino una de las más sobresalientes del mundo. No tiene nada de que envidiarle, a nivel competitividad, a Inglaterra, España, Italia o Alemania

Ni hablar de la Copa de Brasil, que siendo simplemente una copa nacional, entrega al ganador del certámen 20 millones de dólares, siendo a nivel mundial la que más paga, esto hace que en este torneo también se jueguen todo, porque económicamente representa muchísimo.

Siguiendo por la misma línea del dinero, hoy cualquier joya brasileña no vale menos de 40 millones. Vinicius, que es de los mejores jugadores del mundo en la actualidad, Flamengo lo vendió por 46 millones al Real Madrid teniendo solamente 17 años y también el Merengue pagó más de 70 millones (incluyendo valor del traspaso y otros bonos) por Endrick del Palmeiras a sus 16 años. En Argentina si vendes a un juvenil por 20 o 25 millones ya es una locura, una venta mega millonaria y en Brasil manejar esos montos es lo normal, es más, eso pagan, en algunos casos, para traer a futbolistas de Europa y que están jugando en el primer nivel.

Brasil va a seguir dominando a su placer las proximas Copas Libertadores y Sudamericanas, porque para eso se preparan, para dejar al fútbol brasileño en lo más alto. Un modelo a repetir por toda Sudamérica. Tener un campeonato local serio, organizado y competitivo te lleva al éxito continental.