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De vuelta al pago

22/08/2025
De vuelta al pago

OPINIÓN / Por Gustavo Porfiri

Por estas horas, el señor que gobierna Estados Unidos, y que se ha puesto a jugar a los cowboys desde que regresó a la Casa Blanca, ha iniciado un nuevo y peligroso conflicto en el Caribe y Sudamérica. Bajo el pretexto de combatir al narcotráfico, ha ordenado un despliegue militar insólito en las cercanías de Venezuela que más bien levanta las sospechas de tratarse de una intimidación hacia la República Bolivariana, primera reserva mundial de petróleo. Esto en medio de una descomunal derrota del Occidente imperial en los campos de batalla ucranianos. O sea: los 'gringos' rajan del este europeo y vuelven a poner sus garras en nuestra región.   

 

Hace unos días, el New York Times reveló que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó en secreto una orden ejecutiva dirigida al Pentágono, la cual autoriza el uso de la fuerza militar contra cárteles de la droga latinoamericanos catalogados como 'organizaciones terroristas extranjeras'. El documento representa un salto en el enfoque de la Casa Blanca respecto de su relación con Centroamérica y Sudamérica, donde ahora quedaron habilitadas operaciones militares directas, tanto en el mar como en territorio. El nivel de injerencia que conlleva esta medida es inaudito. 

Este lunes, Reuters informó que tres destructores estadounidenses armados con misiles guiados Aegis llegarían a las costas de Venezuela. Se trata del USS Gravely, el USS Jason Dunham y el USS Sampson, los cuales son buques de guerra diseñados para escenarios de confrontación estratégica más que para labores policiales. La agencia reportó además que fuentes anónimas indicaron que la avanzada de esas naves era parte de 'un operativo contra los cárteles de la droga latinoamericanos'. Otras fuentes indicaron que más de 4 mil infantes de marina serán desplegados en aguas del Caribe y América Latina como parte de un reposicionamiento del Comando Sur. La operación incluye un submarino de ataque nuclear y aviones de reconocimiento P8 Poseidon. CNN agregó que a la operación se suman el portahelicópteros USS Iwo Jima, el Grupo Anfibio Listo con el USS Fort Lauderdale y el USS San Antonio, junto a un crucero de misiles guiados.

Resistencia inmediata

Al respecto, los mandatarios que aún conservan cierto grado de autonomía ante Estados Unidos, han respondido rápido y fuerte. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que su gobierno fue informado de que se emitiría una orden contra los cárteles y que 'Estados Unidos no va a venir a México con militares. Cooperamos, colaboramos, pero no habrá una invasión. Eso está descartado, absolutamente descartado'. 

El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció en la XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP que Estados Unidos, 'bajo una supuesta lucha contra el narcotráfico, pretende militarizar América Latina y el Caribe'. 'Se viven viejos patrones de imposición que nuestros pueblos ya han rechazado categóricamente', declaró Arce, y añadió que, 'en días pasados, expresamos nuestra solidaridad con nuestro hermano presidente Nicolás Maduro ante las irrespetuosas acciones de EE.UU., donde consideramos que poner precio a la captura de un jefe de Estado democráticamente elegido es una afrenta, un acto inaceptable de injerencia y un ataque directo a la soberanía de nuestros pueblos'.

Gustavo Petro, presidente de Colombia, advirtió sobre las posibles consecuencias de una intervención militar de EE.UU. en Venezuela. "Los gringos están en la olla [muy equivocados] si piensan que invadiendo Venezuela resuelven su problema. Meten a Venezuela en el caso de Siria, solo que con el problema de que arrastran a Colombia a lo mismo", dijo durante un consejo de ministros.

Por su parte, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, cargó este jueves contra el director de la Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA), Terry Cole, luego de que este tachara al país suramericano de "Estado narcoterrorista" y se refiriera a sus autoridades como "dictadura". "El director de la DEA, Terry Cole, conoce a profundidad que la DEA es el mayor cártel de drogas que existe en el mundo. Innumerables documentos y evidencias así lo sustentan. Los propios informes de la 'agencia' que dirige, llamados 'National Drug Threat Assessment' del año 2024 y 2025, en ninguna parte mencionan a Venezuela como un factor de importancia en el tráfico de drogas hacia EE.UU.", escribió la alta funcionaria en su canal de Telegram.

Las declaraciones de Cole fueron calificadas por Rodríguez de "grosero ardid". Asimismo, la vicemandataria consideró que se trata de una maniobra que "procura sustentar la agresión contra Venezuela, para apoderarse de sus inmensas riquezas energéticas y socavar el internacionalismo bolivariano". "El planeta entero sabe que el verdadero cártel está en el Norte. Venezuela sabrá defender con firmeza la integridad territorial, la soberanía y la dignidad histórica de su pueblo", completó.

En el mismo sentido se expresó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien condenó el uso de la lucha contra el narcotráfico como pretexto para justificar lo que calificó como 'ambiciones hegemónicas de Washington". "Eso lo está diciendo y lo está promoviendo el Estado más narco que hay en el mundo, que son los EE.UU.", indicó el mandatario caribeño.

Una vez más (y van…) el país más belicista del planeta, el único que se atrevió a arrojar bombas atómicas -y sobre poblaciones civiles indefensas- arremete contra su 'zona de influencia'. Nuevamente los pueblos que lo sufren van a resistir y repeler sus intromisiones colonialistas. Parece una historia en bucle, sin embargo, hoy no le resulta tan fácil a los vaqueros planetarios hacer a su antojo. El mundo está cambiando, y para mejor.

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