Defensa y Justicia, un club modelo

Por Juan Pablo García
Ya no sorprende que Defensa sea protagonista de un torneo. Recientemente fue subcampeón de la Copa Argentina y para un club humilde como es el de Varela, sería algo fuera de lo común. Que la ideología de juego sea como la de un equipo grande, que va al frente y no se achica, va en contra de las reglas para un cuadro del ascenso. Ya no es nada extraño, raro sería si pierde toda esa esencia que hoy tiene el club, con años de lucha, de esfuerzo, que se inició desde abajo, que pasó de ser un club social, donde los vecinos del barrio iban a jugar a las bochas como deporte principal, a asentar bases de cómo gestionar un club de fútbol. Así es como el Halcón vuela cada vez más alto.
Si hablamos de Defensa y Justicia, no podemos evitar hablar de Christian Bragarnik, un abogado y empresario que es considerado 'el dueño del fútbol argentino' por sus influencias a la hora de la representación de jugadores, ya que es agente de más de 100 futbolistas y más de 30 entrenadores. Algunos de esa larga lista han aparecido en Varela, casos resonantes como Lisandro Martinez, Braian Romero, 'Uvita' Fernández, Adonis Frias, Gabriel Arias, Ciro Rius, que fueron importantes para esta historia del Halcón. Lo mismo sucede con los DT, ya que Sebastián Beccacece, Diego Cocca, Juan Pablo Vojvoda y Jorge Almirón son representados por él.
Si bien tiene injerencia en lo que respecta a las Sociedades Anónimas en España con el Elche siendo dueño del club, en México implementa la misma metodología que en Defensa, de ser el nexo entre los jugadores y dirigentes a la hora de la negociación y que éstas lleguen a buen puerto.
Bragarnik no apoya de manera directa en lo económico, no pone inversiones para que Defensa y Justicia logre ser considerada una SAD oculta. A través de estos contactos, logra incorporar a préstamo o comprar a bajo costo, jugadores de otros clubes que no tienen minutos o que directamente no son considerados, para potenciarlos, servirles de vidriera y tener un porcentaje del pase en caso de una futura venta. Tal es el caso de lo sucedió con Enzo Fernández, que por ser el club que puso a Enzo en la mira de todos y volver a River para seguir creciendo en su carrera, el Halcón se quedó con un 10% de su venta al Benfica valuada en 18 millones de euros.
También le sirve a jugadores con trayectoria, que no lograron triunfar o que son la sombra de lo que alguna vez fueron, ven a Defensa como el trampolín para relanzar su carrera. El claro ejemplo es el de Braian Romero, que se paseó por algunos clubes del ascenso, tuvo un buen año con Argentinos Juniors en 2017, pero no era una figura rutilante. Llegó a Independiente y se fue sin pena ni gloria, cuando ya no había esperanzas apareció Defensa y Justicia para ponerlo en la órbita de todos. No era goleador nato, pero con Hernán Crespo lo fue, se convirtió en la pieza fundamental del equipo que ganó la Sudamericana y Recopa, haciendo goles en ambas finales. Ese exitoso paso le valió dar el gran salto de su carrera a River, aportando de lo suyo para el campeonato que obtuvo el Millonario en 2021.
Todo esto no es solo por Bragarnik, hay un equipo por detrás. La familia Lemme es muy importante, siempre estuvo fuertemente vinculada al club. José Lemme fue presidente por varios años y uno de los que ayudó en la realización del estadio para jugar en la D en 1978, aportando su granito de arena para que tengan una cancha habilitada para disputar torneos de AFA. Ahora ocupa el cargo de vicepresidente y Diego, su hijo, es quien preside la institución.
No despilfarraron el dinero, no se pusieron ambiciosos, mantuvieron la misma línea del éxito, comprando barato y vendiendo caro, invertir en infraestructura, teniendo un predio para los jugadores del plantel profesional e inferiores de primer nivel y una pensión que alberga a muchos chicos.
En los años de apogeo de su estadía en el fútbol de ascenso y en especial de la segunda división (dato no menor, supo ser tercero en la tabla histórica de esa categoría) ya era una locura pensar en que se instalen de esta manera en la Primera División. Ahora imagínense si decimos que de los 26 campeones del mundo en Qatar 2022, cuatro de ellos jugaron en Defensa y Justicia, totalmente impensado.
Una de las figuras más importantes del Mundial fue Enzo Fernández, que tuvo su breve, pero muy recordado paso por Varela, siendo determinante en la obtención de la Copa Sudamericana y Recopa. La venta más cara de su historia fue Lisandro Martínez, cuando fue transferido al Ajax por 7 millones de euros, en el momento que habían comprado su pase a Newell's por 1.5 millones, fue clave en el equipo que salió subcampeón en la Superliga 2018/19.
Nahuel Molina, que fue el lateral derecho del mundial, tuvo su paso a préstamo desde Boca en 2016. En el mismo año. Guido Rodríguez también vistió los colores del Halcón de manera fugaz, ya que firmó una cesión de apenas 6 meses.
Un modelo de organización que se mantuvo en el tiempo, el apoyo constante a la idea, de no dejarla ante el fracaso en el intento. Un proyecto a largo plazo que va en contra de lo que es el fútbol argentino, que si no ganás ya te miran de reojo. Trabajo en equipo, esfuerzo y dedicación, con humildad, como lo es Defensa y Justicia, un equipo de barrio, que no para de crecer. En 2014 se pensaba que su estadía en primera iba a ser pasajera y terminó siendo un huésped más de la máxima categoría del fútbol argentino, ganándose el respeto de propios y extraños.
El fenómeno Defensa y Justicia es digno de admirar, de comprender cómo se maneja de manera ordenada una institución, que va por más, con exigencias ganadoras y dejando atrás lo que fueron los tiempos de luchas en el barro en la B Nacional. Eso ya es pasado, el presente y futuro será de primera.
Relacionadas
