Desafíos del nuevo intendente

En pocas horas más el partido de Chacabuco tendrá un nuevo intendente. Su llegada al Municipio estará marcada por la incertidumbre que reina en todos los niveles ante lo que pueda pasar con la economía del país y por una serie de temas locales urgentes que requieren rápidas decisiones. Uno es la situación de los empleados municipales, para los cuales no hay aumento salarial que alcance en un contexto de tan alta inflación. Los gremios del sector necesitan que de parte de las autoridades haya espacios para el diálogo y la búsqueda de alternativas que tengan en cuenta que el futuro podría ser aún peor que el presente, pues el nuevo gobierno nacional, lejos de transmitir tranquilidad, anuncia desregulaciones y aumentos de precios que perjudicarán todavía más al pueblo trabajador. También hay temas que necesitan políticas claras, como el tránsito –que suele volverse más complejo durante el período estival– y la inseguridad, cuyos niveles no son tan altos, pero periódicamente ocurren hechos que generan gran inquietud y temor. Podrían sumarse otras cuestiones de la vida comunitaria que requieren un tratamiento rápido, como las ciclovías, las polémicas obras de la Avenida Garay, la circulación y estacionamiento de camiones y la necesidad permanente de optimizar los servicios de salud pública. Para todo esto, harán falta funcionarios dispuestos a trabajar y que oficialismo y oposición mantengan canales de diálogo que permitan encontrar soluciones que beneficien a la comunidad.
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