Descendientes de italianos se manifiestan en Roma contra el Decreto Tajani

Este sábado a las 10:00 (hora de Roma) muchos italianos descendientes de emigrantes que aún no tienen la ciudadanía italiana, y otros italianos que ya cuentan con ella, provenientes de todas las regiones italianas, y también de otros países, se reunirán para expresarle al Gobierno itálico que el Decreto Ley 36 (Decreto Tajani) es inconstitucional, pero sobre todo es 'injusto'.
Son italianos desde el nacimiento y quieren que Italia lo reconozca, como lo reconoció siempre, hasta ahora, sin límites de generaciones ni discriminación por lugar de nacimiento. La apuesta es grande y arriesgada, los descendientes de ciudadanos están dispersos por todo el mundo y también por toda la geografía italiana. En muchos pueblos del país, pequeños grupos se encuentran tramitando su reconocimiento. Son luchadoras y emprendedores que cuentan cada peso y esperan poder regularizar definitivamente su situación.
Gastar en viajes o faltar a sus trabajos, no es algo fácil, pero saben que esto no es un paseo, es un momento histórico que recordarán toda su vida y del que le hablarán a sus hijos y a sus nietos: el día en que los italianos por descendencia le dijeron «hasta acá» al Gobierno. No tienen apoyo económico de nadie, y tampoco hubo mucho tiempo para organizar la logística. Sin colectivos ni lugares donde alojarse, los participantes hacen un enorme y valioso esfuerzo personal.
El encuentro está convocado para las 10:00 de este sábado 3 de mayo en la Plaza Campidoglio, en una zona clave de la ciudad de Roma donde están gran parte de los consulados y, casualmente, donde se encuentra la Iglesia Santa María la Mayor, donde reposan los restos de Francisco, el papa que más se comprometió con los migrantes. Quizás este sábado, al menos los más creyentes, se sientan un poco más acompañados en la lucha por sus derechos.
'Movilizarse es muy importante'
Consultado por este bisemanario, Milton Copparoni, director del portal especializado en cuestiones de ciudadanía infocivitano.com, nos dice: 'hay movilizaciones programadas en Roma y en distintos países para el 3 de mayo y me parece que eso también es muy importante. No solamente la movilización de quienes estaban realizando el trámite, sino también de todas sus familias, y de las personas que podrían tener el derecho, aunque tomen la decisión hoy de reclamar el reconocimiento o no'. 'Yo creo que esta es una cuestión profundamente política y creo que el único lenguaje, lamentablemente, que la política entiende es el de la presión social, es el de la voz del pueblo, por eso es muy importante', remarca, y explica que 'hay petitorios en Internet que están recolectando firmas y eso también es muy importante; que la comunidad italiana se haga presente, porque este decreto no solamente restringe algunos derechos para quienes quieren la ciudadanía. Hay un componente enormemente discriminativo en los fundamentos que se utilizaron, generalizando situaciones muy puntuales de fraude o de estafa, o de irregularidades, que las hay como en cualquier otro aspecto de la vida social, pero que no se pueden generalizar y no se puede tratar a todos los descendientes como personas que no tienen compromiso, o que no tienen interés por la cultura italiana. Yo creo que las personas que sostienen esto son personas que no conocen países como la Argentina, donde la cultura italiana está tan patente, tan vigente permanentemente, donde hay tantas celebraciones de la comunidad inmigrante'.
Copparoni también afirma que la situación 'es claramente de una enorme conmoción en toda la comunidad de descendientes de italianos en el mundo, pero particularmente toca a la región de Sudamérica, que es donde ha habido un flujo de inmigración antigua muy importante. Una de las limitaciones y las restricciones más importantes que tienen estas nuevas normas tienen que ver con la cantidad de generaciones que se pueden saltear a la hora de tramitar la ciudadanía. Mientras que en países como Venezuela hay una migración italiana más reciente, propia de los años ´50, ´60, o comienzo de los años ´70, en la Argentina la inmigración italiana es más propia de comienzo de siglo pasado: entre las décadas del ´10 y del ´30 hay un número importante de migrantes que llegaron, y eso hace que quienes solicitan la ciudadanía italiana muchas veces no sean hijos o nietos de italianos, sino bisnietos o tataranietos que han cortado esa transmisión en algún momento y entonces deben saltar varias generaciones para solicitarla'.
Relacionadas
