El automovilismo en Chacabuco: una pasión que viene de lejos

El automovilismo llegó a Chacabuco en los primeros años del siglo pasado y desde los comienzos motivó pasiones y entusiasmo. También duelos, como el que el 18 de abril de 1923 enfrentó a los pilotos locales José Capellano y Andrés Marino. La carrera mano a mano que disputaron fue en un circuito que partía de la ciudad y, luego de pasar por las estaciones Coliqueo y Villafañe, regresaba a Chacabuco por el conocido como 'callejón de Méndez y Lobosco'.

El desafío, que generó una enorme atención de la población, fue ganado por Marino, que al mando de un Overland aventajó a Capellano –quien iba a bordo de un Ford– por cuatro minutos.

El profesor Oscar Melli menciona como 'precursores del volante' en nuestro medio a Guillermo Tormey y Julio L'Hopital. Otro entusiasta animador de este deporte en esos años, pero en el nivel nacional, fue Marcelo T. de Alvear. Quien luego sería presidente de la Nación se hallaba ligado a Chacabuco a raíz de que su familia tenía grandes extensiones de tierra en la zona norte del partido, las cuales abarcaban los terrenos en los que se encuentra la localidad de Los Ángeles.

El 7 de abril de 1917 la afición de Chacabuco vio pasar por nuestros polvorientos caminos los autos que participaban en una competencia organizada por el Automóvil Club Argentino, cuya primera etapa partió de Castelar y llegó hasta Pergamino.

El deporte del volante también estuvo presente en los festejos del 9 de julio de 1918. Ese día se realizó una insólita 'marcha lenta de automotores' a través de un trazado que recorría 800 metros de la zona urbana de nuestra ciudad. Solamente intervinieron cuatro máquinas y el ganador fue Carlos Percivale.

Otras fechas que quedaron en la historia fueron el 25 de mayo de 1923, cuando se corrió la doble Chacabuco-Irala-Chacabuco, con seis conductores inscriptos, y el 9 de julio de 1924, día en que se disputó la también doble Chacabuco-Coronel Isleño-Chacabuco.

El 12 de octubre de 1924 la afición local celebró a lo grande el triunfo obtenido durante la jornada, en el circuito de la ciudad de Córdoba, por el piloto Bernardo Duggan, que si bien era oriundo de Lincoln su familia poseía grandes campos en nuestro partido. Duggan, a bordo de un Hudson, recorrió 505,4 kilómetros en 5 horas 14 minutos, con un récord de vuelta de 118 km/h.

El 25 de enero de 1929 buena parte de la población derramó lágrimas por la trágica e inesperada muerte en una competencia de París Gianini, un volante de Mercedes que visitaba asiduamente Chacabuco, donde dirigió varias obras de construcción. El deceso se registró cerca de Arrecifes, a raíz del vuelco del Graham Peige que conducía. En el accidente también falleció su copiloto, Dino Papini.