El gobierno de Milei bate récords de aprobación de transgénicos

La última aprobación correspondió a una soja resistente a herbicidas desarrollada por la excompañía Monsanto. La variedad no podrá ser sembrada en el país.
El gobierno de Javier Milei no ha podido lograr que el Congreso le cediera superpoderes para gobernar como quería, pero en apenas 60 días de gestión ha logrado batir un récord impensado: aprobó en promedio un nuevo OGM (Organismo Genéticamente Modificado) cada diez días.
Nunca otro gobierno habría imprimido tanta velocidad a la aprobación comercial de nuevos transgénicos. Pero desde el 2 de enero, la Secretaría de Agricultura avaló la salida al mercado de cinco eventos de levaduras modificadas para mejorar la elaboración de bioetanol y una bacteria modificada para hacer una vacuna para porcinos. Ahora, con la publicación en el Boletín Oficial de la Disposición 3/2024, volvió a lo tradicional, con la autorización de una soja transgénica resistente a herbicidas. Es una variante de la famosa Xtend de Monsanto, que de todos modos no podrá ser sembrada en el país, sino solamente importada.
Lo curioso es que se trata de una soja OGM que estaba bajo análisis por lo menos hace ocho años y que nunca se autorizó para la siembra, al punto tal que el expediente había sido presentado por la empresa Monsanto, que en 2018 fue vendida a la alemana Bayer, la cual anunció que levantaba sus líneas de investigación en semillas de soja de la Argentina por falta de un régimen que le garantizara la propiedad intelectual de sus desarrollos. Incluso, la exMonsanto llegó a destruir sus ensayos locales en septiembre de 2016.
La disposición, de nuevo firmada por el subsecretario de Bioeconomía, Pablo Nardone, una suerte de alter ego del secretario Fernando Vilella, autorizó la comercialización en el país de una nueva variedad de soja con modificaciones genéticas, que acumula los eventos MON-87751-7 x MON-87701-2 x MON-87708-9 x MON-89788. Estos permiten que ese cultivo resista la aplicación de varios agroquímicos de acción herbicida, como el famoso glifosato y el glufosinato de amonio, pero también el Dicamba.
Una curiosidad es que esta aprobación no implica que los productores argentinos tendrán en su poder un nuevo material para sembrar. Según admite la Secretaría de Agricultura en un comunicado, el aval oficial correrá 'con fines exclusivamente agroindustriales, a solicitud de la empresa solicitante. La misma no está autorizada para ser sembrada'.
¿Y para qué aprobar un transgénico que no va a poder ser utilizado? Para facilitar las importaciones de soja, que este año llegaron en gran cantidad luego del quiebre productivo de la campaña 2022/23, cuando la producción local de soja cayó a la mitad. En 2023, las importaciones del poroto desde países vecinos llegaron a la cifra récord de 10 millones de toneladas. La mayor parte de esas cargas provenían de Brasil, donde ese evento está autorizado desde 2018, y de Paraguay, donde esa variedad de soja se aprobó en 2022.
Es decir que esa soja OGM, una variación de la Xtend lanzada por Monsanto hace varios años para incorporar la resistencia al Dicamba, sólo puede ser utilizada por la industria aceitera. La gran pregunta es si no lo hicieron antes de esta aprobación y ahora sacan esta resolución para cubrir embarques ya realizados.
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