El lugar donde no pedimos estar

Por Gustavo Porfiri
Las formas son bizarras. Dejar un gira internacional -más allá de lo intrascendente que era- para constituir un comité de crisis y poner a un embajador sionista en cadena nacional a vociferar contra Irán es demasiado. Luego está el fondo, y ahí sí que hay hilar fino pues se trata nada menos que del alineamiento de la República Argentina con el bloque del Occidente imperial, responsable solo en los últimos meses del asesinato de decenas de miles de palestinos, en su mayoría mujeres y niños indefensos.
Javier Milei andaba de gira. Tras ser ungido 'embajador de la luz' por un grupo sionista ultraortodoxo, logró que Elon Musk le concediera una foto como gran prueba de la inserción de la Argentina en 'el mundo' y se disponía a volar a Dinamarca, de donde traerá un lote de chatarra aeronáutica. Es más, dicen que ya había superado con éxito los exámenes médicos para subirse de copiloto en uno de los F-16 adquiridos en el país nórdico a expensas de Washington. Pero, desde Teherán empezaron a volar drones y misiles rumbo a Israel en respuesta al ataque del gobierno de Benjamin Netanyahu a la sede diplomática iraní en la capital de Siria. En ese bombardeo perpetrado en Damasco murieron varios militares iraníes. Una escalada que es responsabilidad de Israel y sus aliados imperialistas, que desató una crisis regional de impredecibles consecuencias.
Los fuegos iraníes fueron demasiado para el señor de la motosierra. Con Israel no se jode. Así las cosas, volvió al país y-apenas cuarenta minutos después de aterrizar- presidió, durante la noche del domingo una reunión del 'comité de crisis' convocado para analizar la cuestión.
Un invitado de lujo
En el encuentro estuvieron la secretaria general de la Presidencia Karina Milei, la vicepresidenta Victoria Villarruel, el jefe de Gabinete Nicolás Posse, los ministros de Interior Guillermo Francos, de Seguridad Patricia Bullrich, de Salud Mario Russo, de Justicia Mariano Cúneo Libarona y de Economía Luis Caputo. Hasta ahí, todo bien, lo extraño fue la presencia del embajador israelí, Eyal Sela, quien luego usó el atril de la Casa Rosada para difundir un mensaje de Netanyahu. Sí, del mismo líder del gobierno sionista responsable -desde octubre a la fecha- de la muerte de unos trece mil niños palestinos, según datos de la Unicef.
En el video difundido tras el encuentro urgente, que la Vocería Presidencial difundió por Youtube (ya sabemos que este gobierno prefiere esas plataformas antes que los medios estatales que entre otras cosas significan sueldos). Bien, en la grabación, don Manuel Adorni, con cara de '¿Qué hago un domingo acá?' afirmó que 'Argentina respalda enfáticamente al Estado de Israel en defensa de su soberanía'. Y leyó parte del comunicado emitido el sábado, en el que se intenta dejar pegado al pueblo argentino con una política exterior antojadiza y profundamente ligada a los intereses del Occidente imperial. Luego, el vocero le dio la palabra al diplomático sionista: 'Vine aquí a expresar el agradecimiento al Presidente del primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Isaac Herzog, por su clara y rotunda condena a Irán, y estar del lado correcto de los hechos', expresó don Sela. Es decir, el máximo funcionario de un país extranjero, en este caso Israel, nos viene a decir si estamos bien o mal parados en el mundo. El hecho tendría una gravedad enorme si no fuera porque por estas horas este país se ha convertido en un verdadero aquelarre.
El porqué
¿Qué necesidad hay de mostrar tal alineación incondicional con un el régimen sionista y sus políticas genocidas? Ni siquiera se trata de un país del barrio. Algunos explican esto diciendo que es un berrinche muy personal del primer mandatario, quien había anticipado en su campaña electoral que, si llegaba a la Presidencia, trasladaría la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, lo que significaría una provocación directa a la población palestina, víctima de la ocupación de sus territorios por el Estado creado hace más de setenta años gracias al mandato de las potencias imperiales de Occidente. En su artículo 'Causa AMIA II: un fallo que refuerza la impunidad' publicado en Ideas de Izquierda, Claudia Cinatti da varios indicios para empezar a responder esa pregunta. 'Como todos sus amigos de la extrema derecha internacional, Milei ha sellado una alianza inconmovible con el Estado de Israel, más precisamente con el Gobierno de Netanyahu, los colonos y los partidos religiosos, que son la avanzada de las fuerzas de la reacción', dice la especialista.
Recordemos que la semana pasada, en Miami, el Presidente fue ungido como 'embajador internacional de la luz' en una ceremonia religiosa a cargo del grupo Jabad Lubavitch, un 'movimiento' ultraortodoxo judío-sionista del que Milei se siente un militante 'inorgánico' (oficialmente sigue siendo católico apostólico y romano). Como afirma Cinatti, 'en realidad Milei ha quedado casi como el único 'embajador del genocidio' que está perpetrando el gobierno' de Netanyahu en Gaza, 'dado el enorme repudio popular y deslegitimación del Estado sionista a nivel internacional por su política prácticamente de exterminio del pueblo palestino'.
Sea como fuese, Milei ya ha ido mucho más lejos que Estados Unidos o Alemania, que siguen dándole armas de última generación a Israel para su empresa terrorista contra sus enemigos político-religiosos, pero buscan no quedar del todo pegadas al sionismo y proponen algún 'cese del fuego humanitario'. El problema es que nuestro presidente nos está poniendo en un lugar en el que -seguramente- ni sus propios votantes quieren estar.
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