El riesgo de las dos recesiones

La agresiva estrategia de olla a presión para el dólar que desarrolla el gobierno pone en jaque la estabilidad, pilar fundamental del apoyo popular silente.
Por Julián Ramundo
Desde hace unas semanas parece que entramos en una nueva fase del programa macroeconómico que no estaba explicitada anteriormente. La misma consiste en un torniquete violento y persistente al dinero que está en los bancos, subiendo la tasa de interés anual al triple de la inflación esperada con el fin de evitar el clásico trade electoral, una jugada financiera que consiste en dolarizar tenencias en la antesala de las elecciones con el objetivo de capturar en poco tiempo una ganancia por un supuesto salto del dólar que haga recalibrar el modelo.
Como la movida implica no solo elevar la tasa de interés a niveles de 70% anual sino mantenerla así por un trimestre, el daño a sectores como el agro, comercio, construcción e industria es gravísimo ya que multiplica por tres el costo del financiamiento de corto plazo, más conocido como capital de trabajo, que en tiempos de vacas flacas, es indispensable para aguantar el bajón. Ello inevitablemente generará un achique de la economía. Primera recesión.
Asimismo, y relacionado con lo anterior, la carga tan fuerte de incentivos para no ir al dólar despierta mucho más las especulaciones de que, pasados los comicios, el precio relativo de este ya no es el que traemos, cosa que tampoco muestran los contratos de futuros de dólar donde también la intervención estatal es obscena.
Pero, ¿por qué si la elección ya pasó habría que devaluar?
Mucho se viene hablando de un atraso del dólar producto de una inversión (invertido) del timming o momentum de toma de decisiones del plan estratégico de estabilización. La economía no puede volverse más competitiva de la noche a la mañana ni con los mismos impuestos. Remarco, los mismos.
Palabra del FMI
El nivel de deuda en dólares está en niveles poco sustentables y para ello es necesario aumentar la solvencia o respaldo para afrontar el pago de deudas. Reservas, ¿te suena? Si el gobierno post elecciones pasara a ser un fuerte comprador de dólares, compitiendo con los importadores, turistas y ahorristas argentinos indefectiblemente el valor del billete, al menos en el corto plazo, aumentará. Segunda recesión.
Corolario: estamos ante dos momentos muy delicados para la microeconomía. Tasas de interés prohibitivas para impulsar el crédito que retrae el consumo, seguido de una devaluación casi cantada. 1 + 1 = 2
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