Entre la opción electoral y el sueldo

Cuando promediaban los días previos al balotaje, una enorme mayoría de funcionarios, dirigentes, y simpatizantes de Juntos, que cantaban en un lugar, pusieron el huevo en otro. En medio del bullicio electoral propio de una disputa donde no hay muchas opciones, desde ese espacio político, salvo excepciones, se intentó enviar un mensaje de 'neutralidad". Cuando se abrieron las urnas, aquel domingo 19 de noviembre, quedó en evidencia que en Chacabuco había participado casi la misma cantidad de ciudadanos que en la elección del 22 de octubre. Darío Golía, le fidelizó a Sergio Massa la totalidad de los votos obtenidos (menos los extranjeros que no eligen cuerpo de presidente) en la jornada donde se consagró Intendente, todos los demás fueron votos para Javier Milei. Está claro y es legítimo, está demás decirlo, el derecho a elegir libremente. Pasadas algunas semanas y luego del recambio de Gobierno Municipal, se empieza a conocer que muchos de los tantísimos funcionarios de Aiola, fueron pasados a planta de empleados e intentan conservar ese lugar. Se supone, que los simpatizantes-funcionarios de Juntos que votaron a Milei, creen que había que poner en marcha el fracasado plan de gobierno de Mauricio Macri, pero más rápido. Entre tantas promesas, varias ya incumplidas, del hombre motosierra que eligieron, propone achicar el estado e incentivar la actividad privada. Hoy los jóvenes radicales (ver página 2) piden por el ajuste de 'los políticos, de los jueces y los sindicalistas'. Seguramente en las próximas horas, algunos de los que buscaron la forma de permanecer con un conchabo del estado, esté dispuestos a hacer punta y presentar la renuncia.
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