Garrahan sí, universidades también

En un hecho político contundente, la Cámara de Diputados rechazó los vetos presidenciales a las leyes de salud pediátrica y universidades nacionales. Con una mayoría que superó los dos tercios, la oposición y sectores que hasta hace poco tiempo actuaban como aliados le dieron un mensaje claro al Gobierno nacional, mientras miles de personas se movilizaban en la calle para defender la salud y la educación pública. La votación volvió a exponer la creciente debilidad del oficialismo en el Congreso y las tensiones internas en el PRO.
La Cámara de Diputados de la Nación volvió a rechazar los vetos presidenciales del presidente Javier Milei. Con una mayoría que superó con holgura los dos tercios requeridos y sorprendió incluso a los bloques opositores, la Cámara baja ratificó las leyes de emergencia en salud pediátrica y de financiamiento de las universidades nacionales.
Como había ocurrido ya con la ley de Emergencia en Discapacidad, se volvieron a alinear lo que sucedía en las calles y lo que ocurrió en el palacio. Una multitud se movilizó a la Plaza Congreso, mientras los legisladores lograron consensos muy amplios para poner un freno a las políticas de ajuste del Gobierno nacional.
A diferencia de sesiones anteriores, en el Salón de Pasos Perdidos de Diputados circulaba desde la mañana el rumor de que estaban los votos para rechazar los dos vetos presidenciales. Además del peronismo, los radicales de Democracia para Siempre, Encuentro Federal y la izquierda, también los bloques del MID, la UCR de Rodrigo de Loredo y los ex libertarios de Coherencia habían anticipado que iban a ratificar las dos leyes. Lo que nadie tenía previsto eran las tensiones internas en el PRO, que no solo mostró votos divididos, sino que llegó a un cruce a los gritos entre dos de sus espadas legislativas más importantes: el jefe del interbloque Cristián Ritondo y la vicepresidenta segunda Silvia Lospennato. Otro dato significativo fue el silencio que mantuvo en el recinto José Luis Espert, quien encabeza la lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.
El respaldo a las medidas fue contundente. La ley que protege al Hospital Garrahan se aprobó con 181 votos a favor, 60 en contra y una abstención de la macrista puntana Karina Bachey. Por su parte, la norma que garantiza la actualización de gastos universitarios y la recomposición salarial de docentes y no docentes fue ratificada con 174 votos, contra 67 negativos y dos abstenciones, de María Eugenia Vidal y Ricardo López Murphy. Ahora, ambos proyectos se dirigen al Senado, que podría tratarlos el 2 de octubre.
No fueron las únicas derrotas que sufrió ayer el gobierno de Milei. La oposición logró aprobar los emplazamientos para interpelar a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, por el escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad. También deberán tratarse en comisiones los pedidos de interpelación al ministro de Salud, Mario Lugones, y al jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Además, se aprobó con la mayoría calificada la creación de una comisión investigadora sobre las muertes por fentanilo contaminado. Pero lo que realmente encendió las luces de alarma fue el emplazamiento a la comisión de Asuntos Constitucionales para tratar la media sanción del Senado que cambia la ley 26.122 que regula los decretos de necesidad y urgencia (DNU).
En la Plaza se escucharon ovaciones resonantes ante los resultados de cada votación. Mónica Moreno, jubilada docente, había viajado desde Ramallo. 'Marcho porque todos tenemos que luchar para defender los grandes logros que tiene este país, como la salud y la educación pública. Son conquistas populares muy trascendentes que debemos cuidar siempre', explicaba a este medio.
Paula Llasen es estudiante de la Universidad de las Artes y se movilizó junto a su esposo, docente de la UBA, y su hija de dos años. Si bien ya cuenta con un título universitario, ahora está cursando una segunda carrera y dice que valora 'muchísimo' el esfuerzo de los profesores y del cuerpo no docente para que siga funcionando la universidad en este contexto. 'Participar en una marcha multitudinaria y sentir la potencia de la lucha colectiva fue emocionante, porque significa renovar las esperanzas de que la democracia y el pueblo están de pie', expresó.
Las movilizaciones tuvieron sus réplicas en casi todo el país. En San Miguel de Tucumán, la marcha fue muy nutrida, desde el Rectorado a Plaza Independencia. 'Como docentes fue un alivio, aunque no somos ingenuos y sabemos que hay que luchar todos los días. Pero representa una reacción del sistema democrático ante el avasallamiento de los derechos del presidente Milei. Acá no se trataba de ahorro presupuestario, porque estaba claro que el impacto fiscal es bajo, sino de un ataque contra el derecho a la educación', sostuvo Eva Fontdevila, directora de la carrera de Comunicación de la Universidad Nacional de Tucumán, en diálogo telefónico con Cuatro Palabras.
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