Miercoles . 30 Abril . 2025

Escucha en Vivo:

Grandes, desarrollados y felices

29/04/2025
Grandes, desarrollados y felices

Opinión  / Por Marcelo Chata García 

Los rankings son discutibles, desde las emisoras que proponen sus top ten, hasta quienes ofrecen los mejores lugares para vacacionar.  Se basan en indicadores y mediciones no siempre claras, pero aun así, algo nos dicen, y como el horóscopo, solemos relojearlos.  Sabemos que en el ranking FIFA Argentina va primero, quizá sea en uno de los pocos que ocupamos ese lugar.

Según los datos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, EE.UU. aún es la economía más grande del mundo; es decir, la que concentra los mejores guarismos en producción, comercio y finanzas.  Los otros países americanos que aparecen en los diez primeros lugares son Canadá, noveno, y Brasil en el décimo.  En segundo lugar está China, junto a Japón, cuarta, e India, quinta representando Asia.  Por Europa aparecen Alemania, tercera, Reino Unido, sexta, Francia, séptima, e Italia, octava.  Argentina está en el lugar 27°.  Supo estar diez puestos más arriba hacia 1970, en épocas que la Industrialización Sustitutiva de Importaciones estaba en su punto más alto de desarrollo, y llegó a tocar el piso de 34° en el 2000 cuando la crisis del neoliberalismo mostró su desmantelamiento.

Si buscamos mediciones del tamaño industrial (producción + tecnología), la primera posición se la lleva China (de ahí la preocupación de Donald Trump), compartiendo con Japón, tercero, Corea del Sur, quinta, e India, sexta, como las economías más industrializadas de Asia.  EE. UU. aparece en segundo lugar, y de América sólo aparece México en el décimo lugar.  Por Europa, Alemania está cuarta, Italia, Francia y Reino Unido la siguen en el séptimo, octavo y noveno puesto.  Argentina aparece como economía semi-industrializada en el puesto 24°, aunque supo estar en el puesto 20°, en 1970, y caer al puesto 30 en el 2000.

Otra perspectiva es la del Índice de Desarrollo Humano del PNUD (Programa para el Desarrollo Humano de Naciones Unidas) que pondera, además del PBI/per cápita y el nivel de desigualdad, el acceso a la educación y a la salud para obtener una perspectiva multidimensional.  Entre los 10 primeros lugares figuran 8 europeos: Noruega, Suiza, Irlanda, Alemania, Islandia, Suecia, países Bajos y Dinamarca.  Es decir, salvo Alemania, ninguno de los top ten de las mediciones anteriores.  Luego figuran Hong Kong (China, lo que habla de las desigualdades regionales dentro del gigante asiático), en el quinto puesto y Australia en el sexto.  Si nos basamos en el Índice de Desarrollo Humano, Argentina se encuentra en el puesto 48.  Para 1990, cuando arrancó el índice, el país estaba en el puesto 34°, no sólo económicamente hemos retrocedido, sino también nuestra calidad educativa y sanitaria.

Aunque la lista varía bastante de las dos anteriores, es muy similar a la que presenta World Happiness Report, el estudio sobre felicidad realizado por Gallup, liderado por Finlandia.  Salvo la aparición de Israel, quinta y Luxemburgo, octava, presentan los mismos países europeos.  Argentina figura 48 con una puntuación por debajo del promedio mundial, pero por encima de Brasil y México, economías más grandes y desarrolladas.  Muy por debajo de los puestos -30 que supimos tener antes de la pandemia de Covid, ni la copa del mundo lo revirtió.

La felicidad queda ligada al desarrollo más que a la riqueza.  O sea, a una armónica relación entre economía, producción, disminución de desigualdad y derechos sociales.  Ese modelo Europeo hoy amenazado por la expansión de la guerra en Ucrania, las presiones económicas y políticas de EE.UU. y los movimientos divergentes internos de las derechas extremas.  Y nosotros así, sin mayor rumbo que endeudarnos.  

feature-top