Imaginación y empatía

En épocas de escasez de recursos la única salida es profundizar la imaginación. Gran esfuerzo deben hacer los gobernantes para enfrentar este tiempo de incertidumbre respecto al destino que le espera al país todo. Sin entrar en consideraciones de tipo políticas y muchos menos ideológicas, lo único cierto es que quienes se propusieron para ocupar un cargo y fueron elegidos por el voto popular, no tienen ninguna otra posibilidad que hacerle frente al problema. En ese sentido, en nuestra ciudad, es evidente que el intendente Darío Golía, no solo dedica la mayor parte de sus extensas jornadas a buscar soluciones para los problemas cotidianos y planificar algunas políticas de mediano plazo, sino que además, el principal despacho del Palacio municipal volvió a estar abierto a la comunidad. En horas del mediodía del último martes, un niño de unos doce años se encontraba sentado en las escalinatas que antes conducían al Concejo Deliberante. Con buenos modos, personal del edificio se acercó a preguntarle qué necesitaba y el niño no dudó en responder que tenía 'una audiencia con Darío Golía'. A los pocos minutos fue convocado desde la oficina privada y recibido por el propio Golía. En los últimos ocho años fue muy difícil conseguir una audiencia y mucho menos que te atendiera el intendente. Es infinita la cantidad de legítimas demandas que plantean los ciudadanos y escasos los recursos para dar respuestas. La imaginación tiene que ser la clave del tiempo que nos toca vivir y la empatía la herramienta para que nadie sienta que está solo.