La otra cara de la Copa América

Por Juan Pablo García

Terminó la Copa América 2024 en Estados Unidos, donde Argentina logró alzarse con un título y ser la más laureada de la competición con 16 conquistas. La organización de este torneo iba a servir como previa al Mundial que se avecina en 2026, la cual se desarrollará en Norteamérica y gran parte en EE.UU. El puntaje fue negativo, desaprobó estrepitosamente, campos de juego en mal estado, partidos con estadios semi vacios, malos arbitrajes y una final para el olvido, que a pesar del triunfo de nuestra selección, en lo organizativo fue desastroso.

Estados Unidos se muestra como la cara del fútbol de los próximos años, porque le tocaba albergar la Copa América y dentro de dos años la Copa del Mundo junto a México y Canadá. El certamen continental iba a servir como prueba de lo que se podría vivir en un Mundial, de demostrar cómo está el país norteamericano para llevar a cabo torneos de este calibre, pero por lo visto en este casi un mes de competencia, se demostró que no están a la altura.

Para comenzar, los terrenos de juegos fueron muy malos, desde el partido inaugural entre Argentina y Canadá hasta la final con nuevamente la Albiceleste como protagonista ante Colombia, no estaban en óptimas condiciones. Algunos tenían que pintarlo de verde para que no se note el deterioro. Así como estaba defectuoso el campo de juego, también lo estaban los centros de entrenamientos, especialmente para las selecciones menores que participaron de la cita continental.

Otro de los puntos negativos es el pésimo nivel de arbitraje, todas las selecciones sufrieron algún error por parte de los colegiados y hasta teniendo la tecnología, que sigue sin poder estar a la altura en Sudamérica.

Lo que sin dudas marcó esta Copa América fue lo que sucedió en la final, desde el inicio hasta su culminación. Un partido programado para las 21:00 de Argentina, que se terminó jugando a las 22:20 porque hinchas colombianos quisieron entrar al estadio sin entradas, que algunos de ellos pudieron ingresar dejando a muchos otros que sí tenían su ticket afuera. Un operativo de seguridad que falló totalmente, con el calor sofocante que hacía en Miami las personas en la entrada estaban amontonadas, chicos presentes llorando, adultos que les faltaba el aire. Los jugadores con la incertidumbre de no saber cómo estaban sus familiares.

Esto no es para nada nuevo de la Conmebol, que vuelve a fallar en una final, como pasa en la Copa Libertadores y Sudamericana que queda cada vez más en claro el fracaso de las finales únicas y ese intento de igualar lo que pasa en Europa. Poca asistencia a los estadios en esos partidos definitorios, esperando hasta último momento para definir la sede como es en la actual Libertadores, que no quieren confirmar el Monumental de River por miedo a que los finalistas no sean equipos convocantes y pasar otro papelón. 

La final comenzó una hora y veinte más tarde, el primer tiempo transcurrió con normalidad hasta que llegó el descanso… 25 minutos de show de Shakira. La industria estadounidense, los reyes del show deportivo, metieron mano, se pensaron que era el Super Bowl para poner conciertos de entretiempo, 10 minutos más de lo reglamentario estuvieron los jugadores en el vestuario, por la ambición de generar más dinero y dejar a un lado lo deportivo. 

A Scaloni y otros entrenadores los sancionaron por salir tarde al segundo tiempo. A ellos si le recaen sanciones, están obligados a respetar el tiempo de descanso, pero al final el que no lo respetó fue la Conmebol. La doble vara de la casa madre del fútbol sudamericano.

Ni hablar de que no hizo mea culpa de lo sucedido. Responsabilizando a la seguridad, siendo ellos los organizadores del evento y tema aparte como se tomó todo esto Alejandro Dominguez, presidente de la Conmebol, tirando peluches a la tribuna, más preocupado en salir bien en las fotos junto a personalidades de la música que estaban presente, que en las familias fuera de las canchas.

En 2025 se viene el Mundial de Clubes y un año después el Mundial de selecciones en Estados Unidos, dos competencias donde la pasión de los hinchas están a flor de piel. ¿Realmente estará capacitado el país para albergar ambos torneos? Ya le pasó a Conmebol, FIFA debe tomar nota de esto y garantizar el espectáculo. Partidos que empiecen a horario, seguridad que esté a la altura, nada de show de entretiempo que te sacan del partido y basta de elegir países con poca tradición futbolística para albergar esta clase de campeonatos. Queda aún más en evidencia.

Si vamos al aspecto futbolístico y que un poco tiene que ver en todo esto, es que se notó claramente la falta de competencia con rivales fuertes que tuvo Argentina. No brilló en ningún partido como nos tenía acostumbrado, eso es en gran parte por los amistosos que AFA les consiguió. Después de salir campeón en Qatar 2022, se jugó contra Panamá, Curazao, Australia, Indonesia, El Salvador, Costa Rica, Ecuador y Guatemala, selecciones muy menores, que algunas de ellas están del puesto 100 para abajo en el Ranking FIFA, solo uno dentro de los 30 y entrando por la ventana como es Ecuador. Y ni hablar los que se disputaron antes de la Copa del Mundo, que fueron Estonia, Honduras, Jamaica y Emiratos Árabes Unidos, pensando más en hacer crecer las arcas de la Asociación que en la competividad de nuestra Selección. Esto tampoco es serio.