La Provincia se hará cargo de la última etapa del Plan Maestro del Río Salado

Esta semana, y luego de una fuerte protesta de productores en el partido de Nueve de Julio por la falta de soluciones ante las inundaciones, el Gobierno nacional anunció el reinicio de las obras del Plan Maestro del Río Salado. Por su parte, el gobernador Axel Kicillof confirmó este martes que la provincia de Buenos Aires ejecutará la quinta y última etapa que involucra a los partidos de Bragado, Alberti, Chacabuco y Junín.
El gobernador hizo el anuncio desde Florencio Varela, donde encabezó un acto junto al intendente Andrés Watson y al ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis. Allí adelantó que la Provincia apuró los pliegos de licitación y consiguió avanzar en las gestiones con el Banco Europeo de Inversión, que aportaría unos 100 millones de dólares para el financiamiento de la obra.
Se trata de la etapa V, que abarca el sector comprendido entre el Canal del Este de la Laguna de Bragado y la descarga en la Laguna El Carpincho, en Junín, e involucra también a los distritos de Chacabuco y Alberti. Es una obra de infraestructura clave para evitar los recurrentes ciclos de inundaciones que ocasionan pérdidas millonarias en el agro bonaerense y cuya ausencia explica las inundaciones recientes en distritos como 9 de Julio y Carlos Casares.
La Nación también movió su ficha
El anuncio provincial llega tras meses de tensión con el Gobierno nacional. El subsecretario de Recursos Hídricos bonaerense, Néstor Álvarez, había señalado que la Nación trababa el acceso a créditos internacionales al no autorizar las gestiones con organismos externos, un trámite que depende del ministro de Economía, Luis Caputo.
Además, había otra complicación: la etapa IV del plan aún no está concluida, ya que la administración nacional abandonó la segunda sub-etapa de la obra. 'Están terminados los tramos 1, 3 y 4, pero si Nación no finaliza el tramo 2 no podemos continuar', remarcaron desde la Provincia. Ahora, esto parece que se destrabó, dada la confirmación que durante una reunión con la Mesa de Enlace, celebrada este lunes, funcionarios nacionales le hicieron llegar a los integrantes de la Mesa de Enlace.
El encuentro contó con la presencia de figuras clave del gobierno como Juan Pazo, titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA); Pablo Lavigne, subsecretario de Coordinación de Producción, y Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca.
'Nos informaron que la obra hídrica del Salado comienza su ejecución hoy. Es una buena noticia después de tantas gestiones que hicimos para que esta obra se finalice, más en un contexto como el actual en que muchas zonas de Buenos Aires están inundadas', expresó al finalizar la reunión Andrea Sarnari, presidenta de la Federación Agraria Argentina.
La primera fase de la obra, que es de vital importancia para el corazón productivo del país, abarca 33,4 kilómetros de dragado entre la Ruta Nacional N° 205 y la localidad de Ernestina, en el partido de 25 de Mayo.
Qué se debe hacer primero
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca informó que estas obras, que incluyen el ensanche y profundización del cauce, reservorios y nuevas secciones de conducción, 'permitirán prevenir inundaciones, mitigar sequías y mejorar el manejo del recurso hídrico'.
La obra total de dragado en la Cuenca Interprovincial del Río Salado tiene una extensión de 760 kilómetros y atraviesa cinco provincias: San Luis, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires. Lo que corresponde al Gobierno nacional es este tramo, el cuarto, para que luego pueda continuar la administración bonaerense con el quinto.
Se estima que estas mejoras beneficiarán a 59 municipios, 1,45 millones de habitantes y miles de productores agropecuarios. El proyecto contempla movimientos de suelo por más de 19 millones de metros cúbicos, lo que permitirá recuperar cinco millones de hectáreas cultivables.
'La peor obra es la que no se hace'
En declaraciones a Radio Meridiano de la ciudad de Mercedes, Juan Borús, investigador asociado del Instituto Nacional del Agua y experto en alerta hidrológico, expresó que 'se trata de una gran noticia porque la peor obra es la que se planifica, se analiza, se le encuentra el mejor diseño posible y al final no se hace'. En cuanto a las recurrentes inundaciones que azotan a la pampa bonaerense, el especialista explicó: 'se ha desdibujado la estacionalidad con eventos que ahora duran varias semanas. El actual escenario de inundaciones se ha desarrollado en relativamente poco tiempo pero para adelante la perspectiva climática no permite esperar un mejoramiento de este escenario húmedo'. Es por eso que Borús considera 'muy importante que la gente recuerde que en una llanura las obras de regulación hídrica no evitan las inundaciones sino que reducen la permanencia del agua'. 'Es decir, las obras del río Salado no son para que no haya más inundaciones. Eso no es posible en una llanura pampeana. Lo que sí se puede hacer es administrar los excedentes de lluvia de tal manera que duren lo menos posible', aclaró.
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