Las motos

La problemática del tránsito urbano está entre las primeras preocupaciones de casi todas las ciudades del mundo. En los países desarrollados las alternativas de transporte público permiten descongestionar el flujo de circulación porque es una opción real, ágil y económica. En las ciudades de países en desarrollo y subdesarrollados, una parte importante de la población no cuenta con otro medio de locomoción. Ahí arranca la cuestión, que inevitablemente deviene en un problema de estado. Hombres y mujeres que utilizan las motocicletas como medio de acceso al trabajo, madres que trasladan a sus hijos al colegio, vecinos que simplemente encuentran una forma práctica de desplazamiento, son algunos de los tantos ejemplos que podemos enumerar. En estos días estamos viviendo la megadevaluación más brutal de los últimos 40 años, que entre otras cuestiones impactó en la liberación del precio de los combustibles. Con esa realidad es impensado que se reduzca la cantidad de motos circulando en la calle. Las consecuencias negativas inmediatas son el aumento de los ya altísimos niveles de accidentes de tránsito con rebote inmediato en el sistema de salud pública. Además, en paralelo, en los últimos años creció de manera alarmante el uso de las motos por parte de los jóvenes que la utilizan con fines de diversión transformando las calles en circuitos permanentes. Un nuevo gobierno está por cumplir su primer mes de gestión. Hay voluntad política de trabajar en la búsqueda de soluciones. No es una tarea sencilla. Quien está al frente de esa área deberá agudizar la imaginación y dar señales de profesionalismo con respuestas concretas.