Lluvias y emergencia

Un nuevo temporal se vivió esta semana en Chacabuco y los registros de lluvias ya están muy por arriba de los promedios históricos. En estos cinco primeros meses del año, ya se acumularon más de 1040 milímetros de precipitaciones, superando así la media anual de 900 milímetros que se enseña en los manuales escolares. Este fenómeno no sólo afectó a decenas de vecinos que debieron ser evacuados ante las inclemencias que se vivieron hace una semana, sino que también encendió las luces de alarma en los productores agrícolas de la zona, por los efectos que podría tener en el rendimiento y la calidad de las cosechas y la siembra fina. Si bien no se esperan nuevas lluvias para los próximos días, habrá una frente polar y luego unos días de calor que también estarán por fuera de los parámetros habituales. Ya no hay lugar a dudas: el cambio climático llegó para quedarse y se necesita que los distintos niveles del Estado planifiquen, actúen de modo coordinado y pongan en marcha obras de infraestructura de largo plazo.  El gobernador Axel Kicillof demandó esta semana al Poder Ejecutivo Nacional para que transfiera los fondos dispuestos por ley, con el objetivo de afrontar la emergencia. También solicitó que se retomen las diez obras hídricas que se encuentran paralizadas desde la asunción del presidente Javier Milei.  El Gobierno nacional no parece estar en sintonía con estos desafíos fundamentales: al mismo tiempo que niega el cambio climático, decidió abandonar la obra pública. Pero la emergencia hídrica no deja margen para los experimentos ideológicos y la desidia estatal.