Lo resuelven con lo que tienen (pero no alcanza)

Este domingo, en el marco del temporal que azotó a buena parte de la provincia de Buenos Aires, el presidente argentino, Javier Milei, dijo en Bahía Blanca, donde murieron 13 personas, 'Van a poder resolver esta situación con los recursos existentes". La frase quedará en el compendio de dichos desafortunados de políticos argentinos. En este caso, refleja perfectamente la situación del merendero que conduce Yisela Molina en nuestra ciudad.

Estamos en los días previos a la Navidad. Es una fecha en la que el encuentro familiar exige un poco más a los bolsillos. Sin embargo, hay vecinos que no tienen esa posibilidad y ahí aparece, entre otras, la asistencia solidaria del merendero de Yisela. 'En principio, esta Navidad va a ser distinta. Hemos podido ayudar a mucha gente, aunque este año fue seleccionada porque no tuvimos mucha ayuda. A través de la Red Solidaria nos donaron unas treinta cajas navideñas pero tenemos más familias necesitadas, alrededor de treinta y nueve, por eso tuvimos que seleccionar y no pudimos ayudar a algunos', comenta esta activista social. Asimismo, explica que con el cambio de gestión local está atrasado el acompañamiento del municipio: 'recibimos de la gestión anterior, de Desarrollo Social, hasta que ellos dejaron de trabajar, una semana antes de que entrara Darío Golía. Ahora, en este momento, no estamos recibiendo nada. Es lógico que seguramente estén con mucho barullo y hasta que se acomoden yo creo que no va a haber mercadería para los comedores', dice.  En el mismo sentido, asegura que el merendero se sustenta con 'la gente que nos dona, que es gente común y aceptamos de donde venga. Está el Grupo Codo a Codo, que son personas que ayudan a la gente que necesita, y hace mucho tiempo que nos colabora; también los Focolares, que nos mandan galletitas, dulces, cosas para los chicos y con eso damos la merienda; y tenemos la Red Solidaria que siempre apoya, nos apoyamos mutuamente en realidad. Pero Desarrollo Social es la base principal del trabajo'. Asimismo, reciben ayuda de personas que donan voluntariamente, aunque reconoce: 'hoy donar un paquete de azúcar no es tan fácil'. Y enfatiza: 'está todo muy caro, realmente es un desastre, imagínate que no llegamos con la plata nosotros, que estamos trabajando, imagínate los que no trabajan'.

El día a día

El merendero que lleva adelante Yisela brinda una merienda, 'la cual se da una vez por semana, porque no podemos todos los días', expresa, y detalla: 'se dan unos tres o cuatro litros de leche, con unos cinco o seis paquetes de galletitas o facturas, lo que haya. A algunas personas se les refuerza más, porque tienen más pibes, y a otras le damos menos, porque son más grandes y por ahí lo puede pilotear de otra manera. También tenemos las viandas, que mi amiga Soledad Paladino, que las hace en otro lugar los jueves a la noche. Yo acá, hace un mes que no las estoy haciendo porque no tengo donaciones. Ahora las estamos implementando los sábados a la mañana, porque los chicos dejaron de ir a la escuela. Además, una vez por semana, damos el bolsín reforzado, pero hace dos meses los estamos entregando cada quince días porque no estamos teniendo tanta mercadería y se nos sumó mucha gente. Estamos atendiendo más o menos a cuarenta y ocho familias, en total son doscientas y pico personas cuando cocinamos, así que se nos complica bastante y tenemos que seleccionar mucho a la gente, cosa que no hacíamos antes; ahora tenemos que mirar con doble ojo'.

Lo que viene

Yisela destaca que este 2023 que ya se va 'fue un año complejo; hubo altas y bajas, pero se complicó bastante en los últimos meses, con el gobierno que estaba, y ahora la terminamos de rematar con el que entró. Pero se pudo trabajar, trabajamos todo el año con la gente'. Consultada sobre cómo se prepara para lo que seguramente serán meses muy difíciles, dice estar 'muy consciente' de lo que se avecina y adelanta: 'ya la demanda es mucho más; todo el tiempo tengo en mi celular los mensajes: '¿no tenés un poco de yerba?´, ´¿un poco de azúcar?´, ´¿nos podrás ayudar?´, ´necesitamos esto, o lo otro´… Pobre gente, muchas veces nos frustramos porque no podemos solucionar nada, realmente no podemos'. 

Yisela siente que el descalabro económico también impacta en su emprendimiento particular, ligado a la gastronomía: 'sinceramente está terrible. Veníamos trabajando mucho, pero cuando empezaron a llegar los aumentos todos los días, paré a descansar hasta este miércoles. Voy a ver a cuánto se va todo, porque la suba es terrible, anormal, la carne un despropósito; yo amaso todos los días porque el pan es casero y la harina se está yendo al tope, es una locura'.

Finalmente, recuerda que el que quiera colaborar con esta acción solidaria puede hacerlo llevando mercadería -no aceptan dinero- a Correa 37, entre Pueyrredón y San Martín. 'Sobre todo en estas Fiestas, si alguien quiere donar productos navideños, que nos faltaron muchos, sería genial', expresa, y enfatiza: 'yo sé que mucho no se puede, pero lo intentamos. Acá estamos, disponibles siempre'.