Marines, aranceles y embajadores

OPINIÓN / Por Gustavo Porfiri
En las últimas semanas hemos visto como Estados Unidos ha desplegado un gran número de efectivos militares, barcos, aviones, y hasta un submarino nuclear en las cercanías de Venezuela. El objetivo -disfrazado de lucha contra los narcos- tiene olor a petróleo. Pero la Casa Blanca tiene intenciones claras de avanzar sobre el resto de Sudamérica, claro que con otras herramientas, como los aranceles para Brasil o un embajador acorde para el caso argentino.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, se dirigió recientemente a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés). El comunicado denuncia que un barco pesquero venezolano, desarmado y con 'nueve humildes pescadores atuneros' a bordo, fue interceptado en la Zona Económicamente Exclusiva de Venezuela por un destructor estadounidense, desde donde '18 efectivos militares con armas largas abordaron y ocuparon la pequeña e inofensiva embarcación'. Rodríguez calificó esta acción como 'claramente desproporcionada' y enfatizó que 'vulnera las normas y principios que regulan el control de la navegación marítima, además de atentar contra el libre ejercicio de la actividad pesquera y los derechos humanos de los nueve trabajadores afectados'. En este sentido, manifestó que Caracas 'considera inaceptable que se pretenda obstaculizar su actividad productiva y desarrollo económico mediante operaciones injustificadas y contrarias a derecho'.
El porqué
La pregunta cae madura, como la pera: ¿Por qué Washington va al Caribe, con un tremendo despliegue armamentístico, a atacar una pequeña lancha tripulada por nueve pescadores de atún? El presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, dio la respuesta: "¿Qué hay detrás de toda esa narrativa, que mandaron 100 barcos, que tienen 200 aviones en Puerto Rico, 1.200 misiles sobre nuestras cabezas, un submarino nuclear aquí en frente de Macuto? ¿Qué hay detrás de todo eso? ¿Amor por Venezuela? Hay un plan imperial para un cambio de régimen en Venezuela, imponer un gobierno títere de EE.UU. y venir a robarnos el petróleo, que es la mayor reserva internacional del mundo. Y robarnos el gas, que es la cuarta reserva del mundo. Y robarnos el oro, que es la primera reserva. Los acuíferos, la tierra… Pero eso no ha ocurrido ni ocurrirá".
En nuestra desvencijada República, hay una cuestión que sigue uniendo a la inmensa mayoría de los argentinos: la causa Malvinas. En ese tono, parece que en Venezuela también tienen lo suyo: una reciente encuesta nacional de Data Viva revela que el pueblo venezolano está unido en torno a la defensa de su soberanía nacional. El sondeo, realizado entre el 1 y el 15 de septiembre, también muestra un notable aumento en la afinidad hacia su presidente, Nicolás Maduro. El estudio expone que casi nueve de cada diez ciudadanos (el 89 por ciento) consideran que Venezuela constituye un país soberano que no puede ser amenazado por ninguna potencia extranjera. En esta misma línea, solo un 11 por ciento expresó desacuerdo con esta afirmación. Los resultados confirman que la defensa de la soberanía representa un punto de encuentro entre la mayoría de la población venezolana, trascendiendo divisiones políticas tradicionales.
El agazapado
Mientras tanto, alguien está muy expectante. 'Algo tiene que ocurrir y debe ser pronto', aseguró el excandidato presidencial de la ultraderecha venezolana, Edmundo González, en referencia al despliegue militar, naval y aéreo de Estados Unidos frente a las costas del país sudamericano. 'Algo tiene que pasar. Hay cuatro mil o seis mil efectivos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos acantonados en una isla cerca de Venezuela, cuatro buques de guerra, aviones F-35. Todo esto es un movimiento muy importante. Algo tiene que ocurrir, no hay duda de eso', señaló González en una entrevista con RTVE. Para el líder golpista, lo que ocurra 'debe ser pronto'. 'Ojalá no ocurra y que Maduro reflexione y tenga el coraje para abandonar el país e irse a un destino donde pueda disfrutar de sus ganancias', agregó.
Objetivo Brasil
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió la semana pasada que su país responderá a la condena de 27 años y tres meses de cárcel contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro por intentar revertir el orden democrático, un fallo que calificó de 'caza de brujas'. 'Continúa la persecución política liderada por Alexandre de Moraes, sancionado por violar los derechos humanos, luego de que él y otros miembros de la Corte Suprema de Brasil decidieron injustamente encarcelar al expresidente Jair Bolsonaro', denunció Rubio tras conocerse la condena. 'Estados Unidos responderá en consecuencia a esta caza de brujas', agregó sin ofrecer más detalles.
Previamente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se declaró 'sorprendido' por la condena y defendió a Bolsonaro, uno de sus aliados en el extranjero, calificándolo como un 'buen hombre'.
El asedio creciente hacia Venezuela y la injerencia descarada en Brasil por parte de EE.UU. se debe analizar en el marco de la reconfiguración de la agenda imperial de Occidente. Mientras la OTAN sigue siendo apaleada en Ucrania, Washington prefiere poner su atención con más fuerza en su continente. Así, para tratar de someter a Venezuela manda barcos, aviones y miles de efectivos militares. A Brasil lo sanciona con un arancel del 50 por ciento sobre la mayoría de sus productos. En el caso de la Argentina, por ahora le alcanza con nombrar de embajador a Peter Lamelas.
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