Messi es infinito

Por Juan Pablo García.

Lionel Messi pasó a la eternidad, logró ser infinito con su octavo Balón de Oro. Realmente no dimensionamos lo magnífico de esta gesta, se dice como si fuera algo normal y está lejos de serlo. Ocho galardones, el último a sus 36 años, obtuvo cuatro de manera consecutiva. Único e irrepetible, aunque algunos lo pongan en duda, el premio fue más que justo para el mejor futbolista que vio este planeta. Todo esto en una fecha especial, un 30 de octubre, nacimiento de la otra bestia que dio nuestras tierras, el de Diego Armando Maradona, que desde donde estuvo viendo la ceremonia, le puso la corona a su heredero así quedará marcado para siempre.

Hace más de un año atrás, la revista francesa que se encarga de entregar el Balón de Oro no lo puso dentro de los 30 nominados a quedarse con el galardón. Tal vez no merecía ser quien se lo ganase, pero que 30 jugadores estén por encima de Leo es absurdo. Alguna fibra íntima le habrá tocado al rosarino, aunque ya lo haya dicho en muchas ocasiones que esta clase de premios mucho no le interesa, sino que pone por encima lo conseguido a nivel colectivo. 

France Football había tomado la peor decisión de su vida y a su vez la mejor para los argentinos. Porque de ahí en más se vio a un nuevo Messi, más comprometido con la selección que nos llevó a ser por tercera vez campeones del mundo con un desempeño individual imposible de olvidar.

En esa ocasión el Balón fue para el frances Karim Benzema, que bien merecido lo tenía y cuando finalizó la ceremonia, desde París ya tenían claro que había que preparar el octavo para Lionel, porque se venía la Copa del Mundo. En Qatar, Messi hizo una de las mejores actuaciones individuales de todos los tiempos, solo comparado con Pelé y Maradona. Máxima figura de Argentina, siendo premiado en 5 de los 7 encuentros de la competencia como el mejor jugador, apareciendo en los momentos cruciales, que fue donde sacó la diferencia. Gol y asistencia en semifinales frente a Croacia y dos en la gran final contra Francia. El más determinante para un equipo en toda la temporada. Se lo puede comparar con Mbappe, que hizo tres en esa final, pero en semifinales y cuartos no aportó de su cuota goleadora.

No todo es el mundial, con el PSG fue el autor de los goles para quedarse con la Liga y la Supercopa de Francia. ¿De verdad algunos ponían en duda quién tenía que ser el ganador? El único que le podía competir era Erling Haaland, que ganó el triplete con el Manchester City, hizo sus méritos siendo el máximo goleador del año y de cada uno de los torneos que ganó con su equipo, pero la diferencia estuvo en los momentos cruciales. El noruego no aportó de lo suyo en semifinales y final de Champions League, tampoco en la recta final de la Premier League y lo mismo sucedió en la final de la FA Cup contra el Manchester United.

No se le quita méritos a Erling, pero no fue el mejor futbolista de la temporada, lo que sí merecía es que lo premien como el mejor goleador y así sucedió. Recibió todos los premios individuales posibles que puede lograr, Bota de Oro de la FIFA y de la Premier League, que a su vez fue elegido el mejor jugador de la Liga Inglesa, premio Gerd Müller al máximo artillero de la temporada. 

En unos años se va a dimensionar lo grande que fue Messi y lo que acaba de lograr. Con esta nueva generación de futbolistas difícilmente uno pueda quedarse con el Balón de Oro en más de dos oportunidades, puede ser tres, pero no mucho más. A partir de ahora será más repartido, seguramente para Mbappé, Haaland, Vinicius Jr, Bellingham que arrancó de gran manera esta temporada y, porque no, Julián Álvarez que ya se consolidó como titular en el Manchester City y está siendo de los mejores del equipo.

Messi sigue haciendo historia a sus 36 años, seguramente fue la última gala del Balón de Oro en la que estará nominado, porque ya empezarán a contar el desempeño en la MLS con el Inter de Miami y eso baja en la consideración. Por lo tanto solo quedará que escriba en sus páginas doradas nuevos capítulos con la Selección Argentina, en noviembre tendrá uno de ellos frente a Brasil en el Maracaná, en busca del bicampeonato de la Copa América en 2024 y soñando con un Lionel Messi en 2026, cumpliendo otro rol, pero presente en el Mundial de Norteamérica.

El Dibu sigue devorándose al mundo

Vale la pena mencionar lo de Emiliano Martínez, amado y odiado en el mundo entero. Los argentinos lo tenemos en lo más alto, con justas razones, porque volvió a que el arquero sea considerado un ídolo, que los chicos y grandes se compren su camiseta, cuando lo habitual es la 10 de Messi, la 11 de Angelito Di María u otro futbolista de campo.

Fue premiado con el premio Lev Yashin al mejor portero de la temporada y también con muchos méritos. Figura en Argentina, que después de Messi, fue el más determinante en el Mundial y además tuvo la mejor tapada de toda la historia, aquella frente a Kolo Muani en los últimos segundos de la final con Francia. También hizo lo suyo a nivel clubes, siendo figura del Aston Villa que clasificó después de muchos años a una competición internacional y ahora disputará la Conference League.

Estuvo ante un clima hostil, con los franceses que no pueden olvidar lo ocurrido aquel 18 de diciembre de 2022 y para que todo sea aún mejor, pusieron en pantalla gigante la fenomenal tapada de este loco, explotaron con los murmullos, sumado la cara de pocos amigos del entrenador de la Selección de Francia y de Mbappe al unísono de la silbatina y la imagen de la atajada. Para ponerlo en un cuadro.