Miremos bien

Evangelina es clienta de la Óptica Pisani desde hace muchos años, y nos cuenta que cuando ella iba en su adolescencia era atentida por Edgardo Montecchiesi: 'Él era un hombre de buen ánimo, condescendiente, muy aplicado en su trabajo', recuerda. El centro dedicado a la salud visual está en calle Rivadavia 15, y hoy está en manos de la hija de Edgardo, Yanina Montecchiesi. Estuvimos hablando con ella en relación a un nuevo proyecto que ya mismo se está implementando: 'Mi padre empezó con la óptica hace treinta y seis años atrás; siempre le gustó mucho lo social. Recuerdo cuando yo era chica, yo estaba siempre en la óptica con él, y su lema era que nadie se fuera sin anteojos por un tema económico. Es por esto que cuando veo que el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires va a lanzar un programa social para ayudar a la gente que no tiene acceso a un anteojo, ahí enseguida quise involucrarme. Entonces llamé al Colegio y me dieron toda la información de cómo se implementaba en todos los municipios. Concretamente, me comuniqué con la directora de salud, que es Celeste Trotti; ella fue el nexo entre la Óptica Pisani y el municipio de acá de Chacabuco. Presentamos el proyecto y me dijeron que sí, que armemos el programa para Chacabuco, siendo yo el último eslabón en la cadena, donde nosotros hacemos los anteojos, porque primero las personas tienen que ver a un oftalmólogo. El oftalmólogo recomienda el tipo de lente y la graduación, y le hace la receta a cada persona; con esa receta vienen acá y nosotros les hacemos los anteojos'.
La invitamos a Yanina a que nos detalle algo del proyecto y ella lo contó así: 'El programa se llama MIREMOS BIEN, que lo promociona el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires; la idea es erradicar la venta ilegal de anteojos; ése es el objetivo del Colegio de Ópticos. Porque se venden en quioscos y supermercados anteojos que no son buenos y que perjudican la vista; acá hubo decomisos impulsados por el Colegio de Ópticos y el Municipio en lugares donde iban pseudo-oftalmólogos y pseudo-ópticos que entregaban anteojos por cinco o seis mil pesos, y después la gente venía a nosotros pidiendo ayuda, pero ya les habían vendido algo que no sirve, y que de hecho hace daño. Y yo entonces quiero ayudar en el desarrollo de una conciencia de salud visual, que la gente sepa que un anteojo es algo muy específico que se realiza profesionalmente, donde hay que cortar bien el cristal, hay que encuadrar, hay que calibrar, y fundamentalmente tiene que intervenir un oftalmólogo que revise a cada persona y haga la receta'.
Lógicamente, surge el interrogante acerca de la materia prima necesaria en función del programa, y Yanina nos explica: 'Nosotros trabajamos desde hace más de treinta años con el mismo laboratorio. Los llamamos y les preguntamos si ellos podrían donarnos cristales de cualquier aumento y nos dijeron que sí, que ellos pueden donarnos unos ochenta pares de cristales. Y nosotros siempre tenemos anteojos que van quedando sueltos, de otra temporada, y eso lo donamos en función de este programa'.
Sobre la dinámica propia del programa, la profesional refirió lo siguiente: 'Primero la gente pasa por Desarrollo Social, a través de los Centros de Integración Comunitaria, donde se han incorporado oftalmólogos a los efectos de llevar a cabo este programa. Si la persona cumple los requisitos en cuanto a que no tiene los recursos para acceder a los anteojos, entones la derivan al oftalmólogo y del oftalmólogo viene para acá, a la Óptica Pisani, y nosotros les hacemos los anteojos totalmente gratis. Se va a priorizar a los niños y a la gente que tenga alguna enfermedad de base. En estos tiempos que corren, es una manera de ayudar, de aplicar empatía. Son los valores que aprendí de mi padre y yo estoy orgullosa de él. Hay mucha demanda de salud visual, por eso nosotros también trabajamos con PAMI y con las obras sociales. Cualquiera que tenga una duda nos puede preguntar, ya sea viniendo acá personalmente a la óptica, o también por teléfono, tenemos un número de whatsapp que es 02352520185. Por tres meses vamos a tener una cantidad de anteojos por debajo del precio de mercado, aprovechando los modelos anteriores, que son desplazados por los que van llegando de nueva tendencia. Y eso lo vamos a vender con precios muy accesibles, como te digo, por debajo del precio de mercado'.
Entonces nos cuenta Yanina que ya se ha puesto en marcha el proyecto: 'Este mismo jueves, pasado mañana, tenemos previsto entregar el primer anteojo a una niña que viene con su mamá. En esto, los colegios tienen un rol importante, porque es ahí, en el aula, donde los chicos empiezan a manifestar problemas de salud visual, al punto que las maestras los tienen que ir corriendo de banco para que puedan estar en posición de leer bien el pizarrón'.
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